Madrid, 10 de diciembre de 2011 | Opinión | Clemente Ferrer (*)
La publicidad televisiva puede llegar a ejercer una influencia negativa en los chiquillos. Según un reciente estudio de Ipsos MORI para Unicef en Reino Unido, la publicidad televisiva enreda a los críos en una hélice consumista de la que son incapaces de evadirse.
En vista de los resultados del informe la división británica de Unicef ha solicitado al Gobierno de Reino Unido que considere la reforma de las actuales normas que regulan la publicidad televisiva dirigida a los menores de 12 años en este país.
No es la primera vez que se apoya la restricción de la publicidad infantil en Reino Unido. A principios de este año un informe elaborado por Mother’s Union apelaba a la limitación de los anuncios en las inmediaciones de los centros docentes.
Por otra parte, los programas televisivos dirigidos al público infantil siguen siendo los favoritos de los más pequeños. Así lo concluye el estudio internacional “Kids TV Report”, ejecutado por el instituto francés de investigación de mercados Médiamétrie con datos de Eurodata TV Worldwide.
Los niños italianos de 4 y 14 años, son los que más tiempo pasan visionando el televisor, con una media diaria de 2 horas y 46 minutos. Le siguen los niños españoles de entre 4 y 12 años, que invierten una media de 2 horas y 38 minutos al día frente a la pequeña pantalla.
En España, al igual que en Francia e Italia, los dibujos animados son los programas favoritos de los chavales. Pokemon, Gormiti, Los pingüinos de Madagascar y Bob Esponja son los programas de más aceptación.
Por último, después de que saltase la alarma social por el uso de niños en sus campañas de publicidad, Weetabix no volverá a contratar a niños para sus campañas publicitarias. Así lo ha declarado Sally Abbot, responsable de marketing de la compañía.
El problema empezó este año cuando la marca de cereales contrató a unos gemelos de 7 años para promocionar sus productos. Esta decisión provocó que la Adevertising Association (AA) tuviera que tomar medidas para que se apruebe una ley que prohíba la utilización de niños en las campañas de publicidad.
La explotación de los niños en las campañas publicitarias va en contra de la Declaración de los Derechos del Niño que afirma: “El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente de forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad.”
(*) Presidente del Instituto Europeo de Marketing
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