El PP madrugó: Se congela el salario mínimo en 641,40 €/mes. Desde hace más de 40 años el salario mínimo interprofesional establecido anualmente no había sido congelado. De este salario de hambre, uno de los más bajos de Europa, vive directamente más de 1.500.000 de españoles. Pero no solo eso, de la cuantía del salario mínimo se derivan directas consecuencias para las prestaciones y subsidios de la Seguridad Social, particularmente del desempleo. Toda vez que sirven de base reguladora para establecer cuantías máximas y mínimas.
La congelación salarial también repercute en determinadas modalidades de contratos (aprendizaje, …), afectara directamente al empleo público y condicionara toda la negociación colectiva representando un fuerte precedente que hará muy difícil la negociación de incrementos salariales vía convenio colectivo.
Una medida que afecta a los sectores más castigados por la crisis y en muchos aspectos en muchos ámbitos de su vida: acceso a becas y subvenciones, ayudas sociales, viviendas de protección oficial, a los mínimos “no embargables”, etc.
Anunciada el mismo día en que se publica que desde la entrada en el € hasta la fecha los salarios solo han crecido un 14% y la cesta de la compra se ha disparado al 48%, la vivienda al 66%, el transporte entre un 45% y un 58%. El mismo día de los Santos Inocente en que la Casa Real, magnánimamente, nos hacen participes de sus modestos salarios reales.
Rajoy se muestra muy diligente en cumplir con disciplina prusiana las ordenes del gran capital europeo, pero no se muestra tan solícito con las normas de la UE, como la Carta Social Europea suscrita por España que establece que el salario mínimo deberá representar, cuanto menos, el 60% del salario medio, lo que significaría en España más de 1.000€.
Es una verdadera declaración de intensiones, cuando no de guerra, del Gobierno del PP a los trabajadores y sus derechos, asumiendo como agenda el guión que patronal y banca han diseñado para salir fortalecidos de la crisis que ellos nos han cebado y detonado.
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