Girona (Cataluña), 16 de enero de 2012 / Opinión / Pedro J Piqueras Ibáñez
Tras los severos ajustes de gasto y la subida de impuestos decretados por el nuevo Gobierno, y mucho más después de las explicaciones dadas por su presidente, la oposición socialista y sus terminales mediáticas pretenden abrir un estéril debate sobre un aspecto secundario: hasta qué punto Mariano Rajoy conocía la gravedad de la herencia recibida.
Parece así que importa mucho más sembrar la duda sobre la sinceridad del presidente al justificar las primeras medidas de austeridad adoptadas, que reconocer la gravedad de la situación económica, en continuidad con la estrategia política de distracción y engaño que caracterizaron las anteriores legislaturas, las de Rodríguez Zapatero, parece que aplican al pie de la letra el refrán: “Cree el ladrón que todos son de su condición”. Pienso, que ese no es el debate que
esperamos la sociedad civil que ya nos temíamos lo peor cuando votamos masivamente por el cambio el pasado 20 de noviembre.
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