Las Palmas de GC, 15 de marzo de 2012 / Honores y Distinciones / José Miguel Bravo de Laguna Bermúdez.(*)
Buenas noches,
Distinguidas autoridades, compañeros de Corporación tanto de los grupos de gobierno como de los grupos de oposición, homenajeados, amigas y amigos todos:
Este es el día de Gran Canaria, el día de su Cabildo, el día en que conmemoramos el 99 aniversario de la constitución del primer Cabildo grancanario (16-03-1913) y de los 100 años de la creación legal de los Cabildos, con la Ley de 11 de julio de 1.912.
Y lo celebramos realizando un acto de reconocimiento y premio, a una serie de personas e instituciones, por sus respectivos y reconocidos méritos y merecimientos, beneficios, servicios y acciones extraordinarias a favor de la isla de Gran Canaria.
Los hoy reconocidos en este acto, a los que felicito muy efusivamente - a ellos o a sus herederos o representantes - son ya personalidades o instituciones que pasan a brillar con luz propia en el firmamento de quienes han hecho grande – y por ello más merecedora de su nombre – a GRAN CANARIA.
Sus méritos han sido ya expuestos y sería reiterativo repetirlos, pero sí quiero resaltar la especial vinculación de todos ellos, de una forma o de otra, con los tres acontecimientos que se conmemoran en 2.012.
En efecto, 2012 no es un año cualquiera, al coincidir en esta fecha, un bicentenario, un centenario y un medio centenario, 200, 100 y 50 años, todos vinculados por el invisible hilo de la historia, que no por casualidad coyuntural alguna.
- 200 años de la primera Constitución Española, la Constitución liberal de Cádiz, de 19 de marzo de 1.812 –llamada por ello cariñosa y graciosamente “La Pepa”, con esa gracia tan andaluza (aunque algún mal pensado estima que también esa denominación era una forma de burlarse de José Bonaparte, hermano de Napoleón y Rey de España, por la fuerza de las armas, y que por esta misma vía intentó imponernos el Estatuto de Bayona de 1.808). En esta Constitución liberal de Cádiz de 1812 participó muy activamente, como hemos visto nuestro diputado, hoy hijo predilecto de la isla Pedro Gordillo, sacerdote él. Hubo en Cádiz cuatro diputados canarios, los cuatro, por cierto, sacerdotes. Uno de Gran Canaria, dos de Tenerife y uno por la Gomera, (sin que este recuerdo histórico pueda serme criticado como insularista, pese a la evidente desproporción).
- 100 años, que lo harán exactamente el próximo 11 de julio de la aprobación por las Cortes Generales de la mal llamada Ley de Cabildos (digo mal llamada porque su verdadero nombre es el de Reorganización administrativa y Representación en Cortes de las Islas Canarias).
Al hablar de la Ley de Cabildos por justicia hay que citar fundamentalmente dos nombres: al abogado majorero D. Manuel Veláquez Cabrera, impulsor del famoso plebiscito, y que por tanto planteó el debate sobre la representación en Cortes de las islas menos pobladas, y al Presidente del Gobierno de España entonces D. José Canalejas Méndez, quien se implicó con el “problema canario” (así se denominó entonces el Pleito Insular) y tan es así que dejó recuerdos imborrables en los diarios de sesiones del Congreso de los Diputados.
Y así en la sesión de 29 de mayo de 1912, dijo:
“Hemos llamado la atención de España entera sobre el problema de Canarias… habéis despertado la consideración pública y en España entera se habla del problema de Canarias… llegó la hora para el proyecto de las mancomunidades, llegó la hora para el problema de Canarias y yo no puedo desaprovechar esta hora”.
Y es que Canalejas asumió este tema como asunto personal y no admitía más dilaciones ni aplazamientos.
Y por ello es especialmente brillante su discurso en la sesión del 25 de junio:
“Y estas islas entienden haber llegado a un grado de madurez, de conciencia de su personalidad económica y mental, signos de su capacidad jurídica, que piden consagración en lo que llamamos Cabildos insulares… ¿Qué es el Cabildo? El Cabildo, repito, es el nacimiento de una personalidad jurídica consciente que necesita la plenitud de su vida… Un día hablamos de mancomunidades y se alarman las gentes de que se asocien varias provincias para fines comunes. Pues esto es más trascendental que la mancomunidad. Este Cabildo insular es mucho más importante que la mancomunidad… y el punto de conjunción para mí es éste: asegurar a todas las islas, absolutamente a todas las del archipiélago, mediante la organización de los Cabildos insulares, las condiciones que necesitan y que están requeridas por su propia situación geográfica, preocupándonos muy poco del problema de la provincia, que no vamos a abordar porque no es urgente, pero sí de que los Cabildos insulares adquieran el desarrollo que todos pensamos… Si vosotros tenéis fe en los Cabildos insulares, que marcan una nueva etapa en la Historia de España,… si vosotros tenéis fe en estos Cabildos insulares, tenéis resuelto el problema, porque todo el problema se reduce a dotar de vida, de personalidad y de vigor a los Cabildos insulares y todas las demás cuestiones son subalternas”.
Palabras proféticas de Canalejas pues 100 años después el problema podríamos decir que todavía sigue reduciéndose a dotar de más vida, más personalidad y más vigor al Cabildo.
José Canalejas fue asesinado el 12 de noviembre de ese mismo año, 1912, en la Puerta del Sol, en Madrid, en un atentado cometido por el anarquista Manuel Pardiñas. El mismo Manuel Velásquez Cabrera, el abogado majorero impulsor de los Cabildos, en un telegrama de pésame que envía a la viuda de Canalejas lo denomina “Padre de la regeneración canaria”.
Por todas estas consideraciones me parece de justicia, y así lo haré llegar a los restantes presidentes de Cabildos en la próxima reunión de la Fecai la propuesta de que el año próximo todos designemos a Canalejas como hijo adoptivo de cada una de las siete islas canarias, porque sin duda Canalejas forma parte de esos personajes históricos españoles con inequívoca visión clara de Canarias, como a mi juicio lo fueron, los Reyes Católicos - , con el fuero de Gran Canaria y luego de otras islas - ; Dña. Juana de Castilla su hija, que en esto demostró estar muy cuerda que extendió dichos fueros inicialmente previstos por veinte años “para siempre jamás”; D. Juan Bravo Murillo, con su creación de los Puertos Francos; y D. Miguel Primo de Rivera con la división provincial en 1.927.
- 50 años, medio centenario, para conmemorar el inicio en Gran Canaria de la actividad turística como industria, como actividad económica esencial, actividad iniciada bajo el conocido nombre de Maspalomas Costa Canaria y por ello este año el 27 de septiembre se celebra aquí el Día Mundial de Turismo.
Así pues, 200, 100, 50 años.
Y nuestros homenajeados engrandeciendo Gran Canaria. Ya lo hemos dicho de todos ellos.
Gordillo, como hijo adoptivo, y gran protagonista en las Cortes y Constitución de Cádiz de 1.812;
James Krüss, uno de esos tantos venidos de fuera, que se enamoran de nuestra tierra y de nuestras gentes, que aquí crean, trabajan y, a veces, como ocurrió con este alemán, mueren en nuestra isla;
El Can de Oro de las Artes a Manuel Millares Sall, con proyección nacional e internacional, con dimensión mundial, reconocido globalmente como símbolo e icono de Gran Canaria, cuya ingente obra es imposible resumir en pocas líneas;
También, en categoría de plata y en el ámbito de las artes recibe merecido reconocimiento La Escuela Luján Pérez, cuna de tantos de nuestros artistas que allí se formaron y se inspiraron entre ellos el propio Manuel Millares Sall.
El Can de Plata a Dña. Beatriz González López-Valcarcel, por su labor científica y académica ya enorme, pese a su juventud, en especial en economía de la salud.
Los Roque Nublo reconocen méritos en seis ámbitos:
- en el social, APROSU, como labor solidaria muy enraizada, y hoy más necesaria que nunca por la situación precaria de muchos grancanarios;
- en el económico a Salvador Miranda Calderín, gran defensor de nuestro REF, tan necesitado de buenos defensores.
- en lo deportivo, a Germán Dévora Ceballos, ídolo deportivo y ejemplo para la sociedad grancanaria en particular niños y jóvenes.
- en el folklórico, a Dña. María Guerra Alonso, persona del pueblo y autora de obras del pueblo a través de su magistral artesanía.
- en el turístico, a D. Estanislao Mañaricua Belacortu, a título póstumo, uno de nuestros más insignes pioneros en turismo de calidad y en diversificación de la oferta turística;
- y en solidaridad internacional a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), cuya encomiable labor ya ha quedado también resaltada.
En este día tan especial, dentro de este año tan especial, 2.012, tengo la obligación de dirigir unas palabras al pueblo grancanario que me eligió el pasado mes de mayo, y que me ha dado la oportunidad de ser Presidente de esta Institución, el vigésimo noveno de su historia, a quien agradezco su confianza, que espero no defraudar. Puesto que este es mi primer acto de Honores y Distinciones como Presidente de este Cabildo, me resulta obligado hacerlo así.
La Corporación que presido se ha marcado como objetivo irrenunciable luchar por Gran Canaria, y para ello cumplir estrictamente con el papel que constitucionalmente y estatutariamente corresponde al Cabildo: ser el gobierno de la Isla.
Y por ello no dudaremos en plantear al resto de las instituciones nacionales y regionales cuantas ideas, propuestas, medidas, planes, iniciativas, sugerencias o quejas consideremos justas para que Gran Canaria ocupe el lugar que merece en esta Comunidad Autónoma y en el conjunto de la nación española.
Sin pleitismos estériles, sin controversias innecesarias, lo que no debe identificarse con quietismo, pasotismo, o aceptación de tratos discriminatorios o injustos para una isla que, además, es la más solidaria del Archipiélago, al ser la que proporcionalmente más aporta con sus impuestos, tanto a las arcas del Estado en Canarias, como a los recursos del Régimen Económico y Fiscal, antes arbitrios insulares.
Personalmente, no voy a dar lecciones de canariedad, solidaridad y patriotismo a nadie, pero tampoco las acepto de nadie. Mi trayectoria personal como diputado constituyente con Suárez desde 1.977, el haber sido ponente del Estatuto de Autonomía de Canarias y Presidente de su Parlamento durante 8 años, me confiere título suficiente para que nadie dude de mi profundo sentido autonomista y mi exquisita sensibilidad con las islas menos pobladas, cuya representación política incrementada siempre defendí por razones precisamente de solidaridad. Pero tengamos todos muy claro, y yo el primero, que la Autonomía de Canarias se basa, precisamente en un exquisito equilibrio, una capitalidad compartida y el olvido, para siempre, de pretendidas hegemonías de una sola isla sobre las demás. La Autonomía de Canarias no es la coartada para recuperar una periclitada capitalidad única, o una hegemonía regional sino justamente para lo contrario, para sentar las bases de una administración regional austera, equilibrada y que deje a los Cabildos ser los auténticos motores y protagonistas de sus islas, decidir sobre sus temas de infraestructuras, promoción o inversión. Ello es además el signo de los tiempos actuales, puesto que creo que nos encontramos ante un cambio de ciclo histórico o al menos, si esto parece demasiado solemne, ante una segunda transición política, faltando en Canarias la efectiva descentralización en Cabildos y Ayuntamientos.
Recientemente se ha premiado con diversos OSCARS la película THE ARTIST, basada en el ocaso del cine mudo.
Alguna interpretación, creo que inteligente, ha señalado que la razón de su éxito estriba en que fundamentalmente ahora estamos ante otro cambio de ciclo, e igual que el cine mudo fue desplazado por el cine sonoro, determinadas prácticas, muchos esquemas de esta época van a quedar sustituidos por cambios inevitables, y, sin duda, necesarios.
Ante las críticas a veces justificadas sobre nuestro sistema de convivencia, los demócratas tenemos que impulsar reformas del propio sistema que lo hagan más fuerte y duradero. El esquema administrativo es uno de uno de los temas a reformar de manera urgente. Administraciones más ágiles, menos burocráticas y entorpecedoras, más próximas a los ciudadanos, más rápidas y más cercanas a la realidad social y geográfica donde ejercen su papel de poderes reguladores de la vida cotidiana. Debe terminarse el tiempo de las administraciones-muro, obstáculo o barrera casi insalvable para dar lugar a una administración colaboradora con los ciudadanos y facilitadora de soluciones.
Y eso quiere ser este Cabildo: una Institución cercana a los ciudadanos, a los grancanarios, comenzando por los 118.000 parados de la isla y sus familias y puesto que la angustia de los que lo pasan mal es, también, nuestra angustia.
Por ello es urgente solventar problemas, impulsar iniciativas de desarrollo económico, de calado social, en obras públicas, en deporte, en cultura, en comercio, agricultura e industria, en turismo y, por supuesto, con políticas sociales eficientes para atender de verdad los problemas cotidianos que en esta época se multiplican y nos obligan a multiplicarnos, y todo ello, obvio es decirlo con aplicación de las leyes, pero por una aplicación razonable e inteligente.
Cambio de ciclo. Olvido del cine mudo y del Cabildo mudo. Vamos a hablar porque es la hora de Gran Canaria, y cuando Gran Canaria se pone en marcha nada ni nadie la detendrá en su trayectoria, porque, decía Galdós “No hay dificultades ni distancias que resistan a éstas dos grandes virtudes: paciencia y voluntad”. Y estas son nuestras armas invencibles: paciencia ante los obstáculos que el camino nos ofrece, y voluntad para superarlos.
Buenas Noches y Buena Suerte.
(*) Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
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