Buenaventura (Colombia), 14 de abril de 2012 / Artículo de Opinión / Pedro J. Brissón
El ministro españolista José Manuel Soria y traidor de los intereses canarios, nos tiene acostumbrados a sus amenazas despreciando el sentir mayoritario y popular; recuerdo perfectamente la mega bandera que se construyó en Gran Canaria, frente a la fuente luminosa, despilfarrando el dinero público y añadiendo su famosa frase ante las críticas recibidas: “se la van a tener que tragar”. En este contexto caciquil, siendo Presidente del Cabildo, ganó su fanfarronería y prepotencia.
Ahora vuelve desde su posición de ministro español (conseguido en gran parte gracias a todos sus esfuerzos por mantener a Canarias sometida), amenazando, en este caso, a un país soberano como lo es Argentina. Y como si se tratara de un conquistador sanguinario como Hernán Cortés o Francisco Pizarro, cree volver a los tiempos del imperio donde por la fuerza impositiva llevarse, en este caso, el oro negro. Debo entender que le parecen muy mal las actuaciones coherentes, que un país con soberanía determina para poder superar con éxito su crecimiento, favoreciendo con su política de nacionalización el desarrollo económico y social de los argentinos.
Si esto es una amenaza, ustedes, con su monarquía parasitaria, sus mentiras electorales y los recortes sociales nos dejan a todos en la cuerda floja; favoreciendo con sus acciones a los ricos y banqueros y manteniendo en continua amenaza la lucha obrera de cientos de años.
¿Qué diferencia existe ante la continua negación de una subida de impuestos (realizada en toda la campaña electoral de su partido y creando esa “locura de subida” puesta en marcha veinticuatro horas después de subir al poder? Esto si es una amenaza a la vida cotidiana de tantos ciudadanos a los que mintieron sin temblarles el pulso. ¡Ustedes!, el partido popular, los que apoyaron una guerra con mentiras (armas de destrucción masiva que no existieron) y se mancharon las manos de sangre de miles de inocentes, todo por participar en el pastel del petróleo. ¡Ustedes!, hablan de defender derechos empresariales en un estado que no les compete, pero mienten e incumplen en su propia casa. Curiosamente se bajan los pantalones cuando quieren los alemanes, dictándoles el rumbo y las políticas a seguir, demostrando un comportamiento indigno al falsear los compromisos adquiridos en campaña electoral. ¡Ustedes!, son los que amenazan.
Hoy vuelvo a escuchar al ministro por televisión diciendo que se está encauzando (el problema argentino) a través de la vías diplomáticas. Y ya que estamos, quiero recordarle a la República Argentina (maravilloso país que no mantiene monarquías corruptas) las certeras palabras del gran líder y guerrero Hatuey, cuando desde la isla de La Española (antes llamada Quisqueya por los nativos, hoy dividida por Haití y República Dominicana) fue expulsado por los españoles y se dirigió a las diferentes tribus de Taínos de la parte oriental de Cuba, avisándolos de la inminente llegada de los españoles y mostrándoles una cesta con oro y joyas, les habló de la siguiente manera:
"Este es el Dios que los españoles adoran. Por estos pelean y matan; por estos es que nos persiguen y es por ello que tenemos que tirarlos al mar... Nos dicen, estos tiranos, que adoran a un Dios de paz e igualdad, pero usurpan nuestras tierras y nos hacen sus esclavos. Ellos nos hablan de un alma inmortal y de sus recompensas y castigos eternos, pero roban nuestras pertenencias, seducen a nuestras mujeres, violan a nuestras hijas. Incapaces de igualarnos en valor, estos cobardes se cubren con hierro que nuestras armas no pueden craquear."
Poco después, luchó contra los españoles dirigidos por Diego Velazquez y utilizando la guerra de guerrillas, causó muchas bajas, siendo al final apresado y condenado a la hoguera, el peor castigo que se podía aplicar. En este punto, le advierten de que si se convierte al cristianismo moriría rápido colgado de un árbol, sin sufrir e iría al cielo, sino aceptaba, iría al infierno y lo quemarían lentamente usando leña verde. El preguntó: ¿En el cielo hay españoles? – Sí, claro - le respondieron. Entonces – dijo él – leña verde.
Su muerte en la hoguera no acabó nunca con la resistencia hacia los invasores españoles. Así que, es para mi un honor dirigirme a todo el pueblo argentino y aprovechando que asiste a la VI Cumbre Americana en Colombia, decirle y apoyarle; Señora Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que a las pretensiones españolas neocoloniales en Argentina: “leña verde”
(*)Presidente de la asociación sociocultural Faita
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