TRUCOS PARA UN CORRECTO Y SALUDABLE BRONCEADO CORPORAL

* ¿CÓMO SE CONSIGUE UN CORRECTO BRONCEADO CORPORAL?

Tenerife (Canarias), 04 de julio de 2012 /Salud / Gabinete de Prensa.

A diferencia de lo erróneamente establecido, un bronceado correcto es aquel que proporciona un aspecto saludable, con un efecto favorecedor, y que nos ayuda a disimular algunos inestetismos, como venitas o flaccidez, que se vuelven más patentes cuando la piel está más blanca. Sin embargo, en los últimos años esa moda del moreno excesivo ha dado paso a un color homogéneo, dos puntos por encima de nuestra coloración normal, lo que nos permite proyectar una actitud más activa y energética que nos ayuda a mejorar la proyección de nuestro cuerpo, aunque no entre en los cánones que se conocen como "perfecto".

Por ello, hay trucos o consejos muy sencillos y con beneficios óptimos para nuestra imagen y, muchos de ellos, para nuestra salud. Además, son completamente adaptables a todos los bolsillos.

* CONSEJOS

.- Fotoprotección: Con la llegada del verano, exponemos nuestro cuerpo al sol porque este se ve favorecido cuando tenemos un ligero color bronce. Atrás queda esa tendencia a tomarlo en exceso porque aumenta la incidencia del cáncer de piel y el fotoenvejecimiento, es decir, el envejecimiento cutáneo por dicha actividad solar: adelgazamiento de la dermis, aumento de las pequeñas arrugas, desigualdad en el color, manchas blancas y oscuras, que, en definitiva, son las responsables de un relieve cutáneo irregular. El exceso de moreno, lejos de ser favorecedor, incrementa la capa córnea, provocando que se marquen más los defectos y el efecto cosmetológico contrario. Conclusión: un bronce o moreno ligero es aquel que tiene dos puntos por encima de nuestra tono normal y siempre con fotoprotección (índice 30 para salir a la calle y en horas no peligrosas; 50, entre las 12-17 horas en zonas con elevada exposición solar). 

.- Correcta aplicación del fotoprotector: Actualmente el mundo cosmetológico nos ofrece una amplia oferta de fotoprotectopres para cada tipo de piel: para pieles grasas, secas, sensibles, con o sin color... Cada uno debe investigar la opción que mejor se adecúa a su estilo de vida y tipo de piel. Por ejemplo, los que tienen brillo provocan el efecto "aumento de volumen" (recomendado para zonas más delgadas) y los mates, que afinan la figura. El fotoprotector no es efectivo dentro del envase, es necesario aplicarlo de forma correcta. Primero, hay que exfoliar la piel una vez por semana. Con la piel limpia y seca (si aplicamos el producto con la piel húmeda, este se evapora) hay que extenderlo de forma homogénea en todas las zonas. Se utiliza media hora antes de la exposición solar, y debe repetirse cada tres o cuatro horas.

.- Zonas delicadas: Las más sensibles a oscurecerse con un aspecto antiestético son aquellas donde la piel se pliega, como rodillas, codos, axilas, ingles; o las que mayor exposición sufren de forma cotidian, como manos y pies. Estas deben hidratarse con regularidad y con fotoprotección cada cuatro horas.

.- Riesgos de mayor pigmentación: Si estas sometido a cualquier tratamiento médico, estos pueden aumentar la fotosensibilidad. Por ejemplo, los antiinflamatorios aines (ibuprofeno o piroxicam); ansiolíticos (alprazolam, diazepam y zolpidem); antiacné (ácido retinoico y peróxido de benzoilo); antibióticos (doxiciclina, eritromicina); antidepresivos (amitriptilina, fluoxetina, proxetina y sertralina); antiepilécticos (valpronamida); antihistamínicos (ebastina); antineoplásicos; antipsicóticos; antisoriásicos (psoraleno, tazaroteno); cardiovasculares (clofibrato, lavastatina, minoxidilo, pravastatina, simvastatina); hipoglucemiantes; hormonas sexuales; diuréticos (furosemida); y otros tan comunes como el omeoprazol.

Todas aquellas personas que consumen estos fármacos deben evitar las horas de mayor incidencia solar y utilizar siempre fotoprotección elevada.

  

.- Precaución con ciertos ingredientes: En los tratamientos antiaging cosmetológicos (cremas y ampollas), utilizamos algunas sustancias químicas que favorecen pigmentaciones que conllevan mayor riesgo de padecer cáncer de piel o la aparición de machas. Entre ellas, el ácido retinoico, la hidroquinona y concentraciones elevadas en alfa-hidroxiácidos, como el glicólico, que siempre debe estar por debajo del 10%. Por ello, durante la época estival, estos productos deben ser retirados del uso.

.- Zonas o pieles reactivas: Se refiere a aquellas zonas que están sometidas a algún efecto como el roce (gafas, servilletas, gorras...) o que se han sometido a una depilación (bigote, axila, que en principio dejan la zona enrojecida y, si se exponen al sol en estas condicione, presentará una coloración diferente que se mantendrá). Por todo ello, se aconseja someterse a la exposición solar, 48 horas después de esta depilación o unos minutos después de los roces, comprobando que el enrojecimiento haya desaparecido. Especial atención a los hematomas, que pueden provocar un exceso de pigmentación.

.- Cuidados post-solares: Limpiar bien la piel, eliminar restos de fotoprotección y aplicar cremas con efecto calmante post-solares, que suelen tener un efecto anti-rojeces y anti-inflamatorio. En algunos casos, en aquellas personas con tendencia a sufrir la aparición de manchas, se aconseja el uso nocturno de cremas reguladoras del color con principios activos vegetales y que no contengan ni ácidos ni hidroquinona. Algunos ejemplos de productos que ayuden a regular el tono para que las manchas no vuelvan a aparecer son aquellos de origen vegetal como el kojico, fitico, a dosis bajas y que no irriten la piel, así como la vitamina C. Son importantes las lociones que contengan urea y reparadores lipídicos o que nos ayuden a tensar como la coenzima Q10.

.- Conclusión: De todos es conocido el daño que el sol provoca en la piel, que puede ser evitado siguiendo estos consejos, pero, a la vez, podemos beneficiarnos de sus propiedades saludables, como un aumento de la vitamina D en sangre, con eficacia demostrada contra los dolores musculares y articulares, así como la descalcificación. También aumenta la inmunidad, pero en especial para niños y ancianos. En los últimos años se demuestra que ejerce sobre muchas personas una acción antidepresiva y energetizante, que ha provocado que muchas caigan en su dependencia.