martes, 28 de mayo de 2013

Y se llaman protectores de Animales…

La Palma (Canarias), 28 de mayo de 2013 / Artículo de opinión / Por María Hernández.

En contestación al artículo publicado en El Digital de Canarias el día 23-5-2013
El Ayuntamiento de Adeje ha ordenado ‘verbalmente’ que se sacrifiquen a todos los perros que excedan de las 20 jaulas de su perrera municipal    

"Si una persona ama y respeta a los animales seguramente esa persona también amará y respetará a otras personas”
Comienzo esta pequeña reflexión con esta frase, porque es algo que siempre he creído, hoy en día, después de muchas experiencias, tristemente he descubierto que el amar y respetar a los animales no significa que amemos y respetemos a los de nuestra  propia especie. No nos excluye de ser avariciosos, egoístas, envidiosos, injustos, intolerantes e incluso hasta crueles. Y no me gusta generalizar, ni mucho menos, sólo digo que siempre existirán los garbanzos negros es decir “personas a las que les gusta estar siempre creando polémicas, que con su actitud, comentarios y acciones que lo único que logran es crear malestar a su alrededor y en vez de procurar acercar diferencias, se escudan en artículos y comentarios insolentes y maliciosos”
Los radicalismos nunca son buenos, y personalmente nunca los acepto, creo que siempre puede haber un término medio en donde las personas pueden encontrarse y limar sus diferencias, respetándose  mutuamente.
Me parece alucinante que cuando se produce algún problema en la isla en relación con nuestros animales, siempre, o casi siempre se quiera acusar a la FECAPAP (Federación Canaria de Asociaciones Protectoras de Animales y Plantas), como si tuvieran la varita en la mano para solucionarlo siempre todo, cuando realmente sabemos que los culpables de la situación en que se encuentran muchos animales de la isla de Tenerife así como de todas las otras islas, es culpa de la persona o personas que, o bien, los dejan abandonados en las calles donde todos sabemos el peligro que eso conlleva, tanto para las personas como para el mismo animal, o  los  tiene en condiciones detestables, animales que se encuentran en mal estado, atados, sin higiene, sin alimentos, sin un techo que los proteja, es sólo y únicamente culpa de la persona que realiza estos actos. Después podríamos hablar de la culpabilidad que tendrían otras personas que lo ven y no dicen nada, o lo saben y no actúan o no denuncian, pero principalmente es el cruel humano que los produce, el culpable nº 1.
Que existan protectoras, voluntarios, amantes de los animales ¿Significa que todas estas personas tienen la culpa de los actos crueles que realizan otras?
La costumbre en nuestra sociedad de querer pasarle la culpa de algo al “otro” es muy común y no solamente en esta cuestión.
Normalmente se intenta pasar la culpabilidad a otra persona para aliviar la conciencia y dejar que sea la otra persona la que se sienta culpable de algo que no ha hecho  o que no ha podido impedir que sucediera.
Es mucho más fácil dejar que sean otros los que carguen con una cruz que no les corresponde, en vez de ser honestos y ver realmente quién o quiénes son los culpables de los hechos.
Me resulta incomprensible que alguien pueda decir y ni siquiera pensar esto:
(…dada la situación que padece la Isla a cuenta de Fecapap y la alucinante Adriana Naranjo…)  “Sacado del artículo en cuestión”
¿Es decir que según quién ha escrito este artículo la situación que padece la isla es culpa de FECAPAP y de Adriana Naranjo?
Pues si estamos desviando las culpas de quienes cometen los actos y de quienes podrían hacer que nuestras leyes fuesen más duras, y quizás de esa forma, evitar tanta maldad hacia los animales, culpabilizando a personas que solo intentan mejorar la vida de muchos animales y evitar tanto sufrimiento, me pregunto; ¿En qué sociedad vivo que ahora en vez de culpar al culpable, culpamos a los inocentes que solo  intentan ayudar?
Llevo años en este mundo de sufrimiento animal.
Y sinceramente solo veo intolerancia, envidia, egoísmo, en muchas personas que se hacen llamar protectores de animales.
Usan su tiempo, tiempo muy valioso, para injuriar, acusar, desprestigiar a otras protectoras o a otros voluntarios.
Me avergüenzo de pertenecer a este mundo animalista por culpa de muchas personas, pero como lo único que debe de importar son los animales y la defensa de sus derechos simplemente porque son seres vivos, estoy en él.
Alguien hace años me dijo una vez una frase que en su momento no comprendí pero que nunca he olvidado, estas fueron sus palabras;
“María yo estoy aquí por los animales, si tuviera que estar por las personas, mira…”
Y levantó un dedo.
Existen frases que parecen decir grandes verdades: “Si una persona no ama a un animal no puede ser buena persona” o “Ama a los animales y te amarás más a ti mismo y a los demás”
Pues o estamos equivocados en estas afirmaciones o hay quien dice amar a los animales pero sólo se ama a sí mismo. Y lo peor no es eso, lo peor es que están dando a nuestra sociedad  una imagen errónea de otros defensores, porque por desgracia se suele tener el defecto de meter a todo el mundo en el mismo saco. Y mientras, quienes más pierden con todo esto, son los propios animales y todo ello gracias a personas que dicen protegerlos y que no piensan bien antes de actuar, en las consecuencias que sus acciones pueden tener.

Atentamente
María Hernández. La Palma.

Voluntaria y Defensora de los animales

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