sábado, 7 de septiembre de 2013

En La Gomera dos menores realizan llamadas amenazando incendiar el monte y son imputados por un delito de desórdenes públicos

Una patrulla de Santa Cruz de Tenerife detiene in fraganti a una persona robando en La Campana

Intenta vender efectos navales robados y es detenido por agentes de la Guardia Civil del Puerto

Tenerife (Canarias), 7 de septiembre de 2013 / Sucesos - varios delitos  / Gabinete de Prensa. 

Una patrulla de la Guardia Civil del Puesto de Santa Cruz de Tenerife detuvo en la madrugada de ayer a un hombre de 43 años de edad como presunto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas. Los agentes sorprendieron al detenido en el polígono de La Campana (Santa Cruz de Tenerife) cuando sustraía varias puertas de aluminio blanco de una empresa radicada en dicho complejo y dedicada a la comercialización de ese tipo de efectos. Los efectos que intentaba robar no han sido tasados de momento.

En otro servicio agentes de la Guardia Civil del Puesto Fiscal de Santa Cruz de Tenerife detienen a J.R.C. varón de Santa Cruz de Tenerife, al que se le acusa de un delito de robo. En el momento que fue arrestado intentaba vender en una empresa de efectos navales, aparatos electrónicos de navegación que había sustraído de una embarcación atracada en el muelle del Polígono Industrial de Granadilla y que habían sido valorados en 10.000 euros.
 
El Equipo de Policía Judicial de La Guardia  Civil de San Sebastián de La Gomera ha imputado a dos menores, ambos de 14 años de edad, como presuntos autores de un delito de desórdenes públicos. Los jóvenes han sido imputados como consecuencia de una llamada telefónica que realizaron desde una cabina pública del municipio de Vallehermoso informando de que esa misma noche se iba a incendiar el monte.

Dada la gravedad del asunto, el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de San Sebastián de La Gomera se hizo cargo del caso. Tras contrastar varios datos de las conversaciones realizadas desde la cabina pública que se utilizó para realizar la llamada, así como la toma de manifestaciones de testigos que se encontraban en el lugar a la hora de las llamadas, se consiguió localizar a los menores. Ya en presencia de sus padres, y una vez trasladados a dependencias policiales de la Guardia Civil, y con la asistencia del letrado de turno de oficio que se les asignó, los dos menores confesaron ser autores de los hechos, manifestando que se trataba simplemente de una broma y de que no tuvieron nunca la menor intención de quemar nada. No obstante lo anterior, los varones quedaron imputados como presuntos autores de un delito de desórdenes públicos, dando cuenta la Guardia Civil a la Fiscalía de Menores.

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