· La formación política explica que tras la leve recuperación se esconde la huida de miles de ciudadanos a otros países, la precarización del mercado laboral y el aumento de la temporalidad, pues también se destruye empleo.
· CxI acusa al Gobierno de Canarias de subirse al carro de los brotes verdes para obviar la situación de emergencia social que vive el Archipiélago y su responsabilidad con la misma.
Canarias (España), 05 de enero de 2014 / Políticas - CXL / Gabinete de Prensa.
Canarias por la Izquierda ha valorado hoy que los datos sobre la leve disminución del paro en el mes de diciembre dados a conocer con triunfalismo por parte del Gobierno del Estado y el de Canarias esconden una realidad que ambos intentan obviar, como es la precarización del empleo, el aumento de la temporalidad, la infra-retribución y la pérdida de derechos laborales. Es decir “se trabaja apenas cinco meses al año y se cobra la mitad de lo que se cobraba, ése es el modelo de recuperación que nos están vendiendo", ha criticado uno de sus portavoces. Y es que, según analiza la formación política, el Gobierno español “manipula
deliberadamente” unos datos sobre desempleo para hacer valer la tesis de que sus políticas empiezan a dar resultados positivos; necesita oxígeno de cara a las elecciones y nada mejor “que un espejismo generalizado, empezando por maquillar la dimensión real del drama del paro”, apuntan. El de Canarias, por su parte, se sube al carro porque “necesita obviar la situación de emergencia social que vive el Archipiélago y su responsabilidad sobre la gestión de la misma”.
Por eso, dice Canarias por la Izquierda, “no explican, manipulan u ocultan deliberadamente” que también ha habido una disminución de la población activa como consecuencia de la marcha de inmigrantes y de la huida de un importante número de ciudadanos -especialmente jóvenes- a otros países, a la búsqueda de oportunidades de empleo que no encuentran aquí.
Los propios datos de cotización a la Seguridad Social, que tienen traducción directa con los de creación de empleo, vienen de hecho a confirmar que se continuó perdiendo, y que, en gran medida, la disminución en el registro de desempleados se debe a esos factores no atribuibles a la creación de empleo como los mencionados (disminución de la población activa, abandono de la búsqueda formal de empleo para probar fortuna en la economía sumergida, etc.).
Canarias por la Izquierda destaca también el hecho de que lo que se presenta como una tendencia positiva en la evolución del paro, viene a marcar en realidad un cambio en el mercado laboral, que registrará fluctuaciones importantes en periodos muy cortos de tiempo (subidas y bajadas constantes en el número de demandantes en función de variables como la estacionalidad). Un cambio que hacían prever las modificaciones introducidas a través de la reforma laboral, que promueve la destrucción de empleo estable y lo sustituye por empleo temporal y precario.
Por último, dejando a un lado todo ello y analizando exclusivamente los datos, para Canarias por la Izquierda no existen razones objetivas para el optimismo: “Las relativas cifras de mejora resultan insignificantes frente a la magnitud que ha alcanzado el drama del desempleo (seguimos en el umbral de los 5.000.000 de parados) y ni la OCDE, ni la UE, ni el FMI vaticinan para el 2014 los resultados que espera el Gobierno español (en ningún caso se prevé que el paro se sitúe por debajo del 26%).”. Además, añaden “es lamentable que en una situación de emergencia social como la que vivimos, cuando más de la mitad de las personas desempleadas no cobra ninguna prestación, haya responsables políticos que saquen pecho por estos datos”.
Y en Canarias en particular, la evolución de las cifras del paro, incluso aceptando que los datos de diciembre puedan confirmar una tendencia positiva, no deja de poner en evidencia que existe un importante déficit respecto a la mayoría de las restantes comunidades y de la propia media del estado (35% de paro en Canarias). La bonanza que atraviesa de forma mantenida en los dos últimos años el sector turístico no sólo no crea empleo suficiente -y proporcional a su crecimiento-, sino que precariza el existente, generalizando la reducción salarial y el endurecimiento de las condiciones laborales de los trabajadores.
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