Las Palmas de GC (Canarias), 10 de enero de 2014 / Artículo de Prensa / José María Barrientos
Semanas atrás coincidí en una tertulia turística con el ilustre economista canario Juan Arencibia que intervenía por teléfono desde Madrid y pude comprobar su total discrepancia con la situación actual del turismo en Canarias.
En días pasados el profesor Butler, ilustre estudioso de los fenómenos del turismo, en el marco del Primer Foro Internacional de Turismo de Maspalomas, nos decía que para que el sector marche adecuadamente, deberían existir al menos las siguientes condiciones: consenso político, diagnosis adecuada de la situación y planificación estratégica y que no nos creyéramos los “cantos de sirena” de los overbooking de las últimas semanas del pasado año, refiriéndose a que los efectos de incremento de las ocupaciones derivados de los problemas de nuestros competidores del Mediterráneo, son coyunturales y como tales desaparecerán algún día.
Ayer recibí el último post de mi buen amigo Antonio Garzón, uno de los grandes expertos en turismo que tenemos en Canarias, en el que describía el balance sectorial del sector del año 2013 atendiendo a diez noticias turísticas que acontecieron el pasado año: 1.-Los límites en la generación de empleo real, 2.-Planes de modernización: ¿rehabilitación o propaganda?, 3.-La polémica de la declaración de BIC del Palmeral de Maspalomas, 4.-La Tercera Moratoria que condena el crecimiento turístico, 5.-Demanda real del mercado versus demanda ficticia del planificador, 6.- La inversión del Loro Parque en Gran Canaria, 7.-Otra hora menos en Canarias, 8.-Una tasa turística de pernoctación,9.-Infraestructuras turísticas, y 10.- Nuevo récord de visitantes, a digerir sin euforias. Les recomiendo la lectura del artículo porque no tiene desperdicio.
Antonio Garzón, Richard Butler y el economista canario Juan Arencibia vienen a coincidir en calificar la actual situación del sector turístico en Canarias cuando menos de preocupante e incierta, calificación a la que yo, modestamente, me sumo sin ninguna reserva.
Todos ellos coinciden también en que sería muy acertado aprovechar los actuales tiempos de bonanza para dar al sector el impulso que necesita si queremos que genere economía y sobre todo puestos de trabajo y los tres coinciden también en la necesidad de que exista en materia turística un amplio consenso político, en que se haga un diagnóstico profesional de la actual situación del sector y en que se planifique correctamente el futuro para no tropezar en la piedra que otros destinos han tropezado anteriormente y que les ha conducido a la desaparición o al estancamiento lánguido cosa que nosotros en Canarias no nos podemos permitir ya que, como todos sabemos, vivimos de esta gran industria de los servicios llamada Turismo.
Tengo el deseo y la confianza de que este año 2014 va a ser la antesala de grandes y positivos cambios en las políticas turísticas canarias que sentarán las bases de un sector pujante y capaz de generar la economía y el empleo que Canarias necesita para superar la actual situación. ¡Ojalá no me equivoque!
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