Palafrugell (Girona), 24 de marzo de 2014 / Cartas al Director / José Morales Martín.
Recordando, me parece oportuno, que Adolfo Suárez fue uno de los actores decisivos de nuestra transición. Un cambio que fue pacífico, que se hizo de la ley a la ley y que consiguió fraguar una Constitución en la que nos sentimos reconocidos la inmensa mayoría de los españoles. Fue audaz al legalizar al Partido Comunista, que se convertiría en uno de sus aliados. Pero también fue realista. Habló con todos y buscó el bien común. No se entendió con la UCD, la coalición que él mismo había creado, lo que provocó que su final político no fuera cómodo.
El primer presidente de la democracia es un símbolo de ese momento en el que los españoles supimos reconocer que es más lo que nos une que lo que nos separa. Algo que conviene no olvidar. Que Dios premie, seguro que lo hará, su esfuerzo y la buena voluntad que siempre demostró.
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