Un Alcalde y un Concejal capaz de defender y atacar a la misma vez una misma cosa, ¿está perdido?, ¿No tiene criterio? o ¿Dice en cada momento lo que el pueblo quiere escuchar?
Ingenio (Gran Canaria), 13 de mayo de 2014 / Artículos de opinión / Juan Díaz Sánchez
Hemos escuchado y leído, en muchas ocasiones, que en política se cometen errores y no se pagan y que en ocasiones, en política hasta los burros vuelan. No cabe duda de que la hiperbólica o exagerada frase, como recurso literario, sirve para expresar actuaciones concretas y define muchas prácticas que se dan en la vida política.
Escuchar a un Alcalde y su concejal estar a favor de la Reforma Laboral propuesta por el Sr. Rajoy en un pleno del Ayuntamiento es lícito porque defiende la tesis por la que se presentó, pero escuchar después en un medio de comunicación y leer en las redes sociales el ataque a esa reforma laboral que defendió en un pleno, es una contradicción, propia de las “Greguerías” de la literatura, y como diría D. Ramón Gómez de La Serna, es como mínimo, un absurdo, es como un pavo real convertido en mito jubilado
Ser el máximo defensor de las energías limpias cuando se representa a la Mancomunidad del Sureste, ser el máximo exponente en una rueda de prensa defendiendo la sostenibilidad y tres días más tarde estar en contra de una moción que proponía abandonar el petróleo y estar en contra de la consulta popular vuelve a ser motivo para que su pueblo se preocupe. Es motivo para creer que vivimos en un mundo lleno de esperpento, hubiese sido un motivo de inspiración para que el señor Pérez de Ayala o Valle Inclán escribiera otra obra literaria sin mucho esfuerzo.
Es muy probable que algunos políticos vivan en un espacio lleno de espejos cóncavos que le transforma su propia realidad, que aún confunden la izquierda y la derecha, y se ubique en cada momento donde más le interesa. En definitiva, viven en una permanente confusión, viven enfrentados con el mundo, como las puertas que se enfrentan con el viento, convirtiendo la realidad en un hecho grotesco y ridículo.
Debe ser muy perturbador para tu mente, decir una cosa y pensar lo contrario, como el párroco de “San Manuel Bueno Mártir” que fue capaz de predicar a su pueblo la tesis del cristianismo, sin creer en lo que Podemos admitir como lícito la permanente frase que está en la boca del Sr. Alcalde: “mi pueblo es lo primero” “Mi pueblo está por encima de todo”, aunque no viva en el Municipio, eso sí, respeto que cada uno viva donde quiera. Pero el trabajo y el esfuerzo diario por un pueblo se da por hecho cuando cualquier candidato se presenta a unas elecciones. no hace falta que día tras día lo esté transmitiendo a los ciudadanos, porque ya todo va implícito en el cargo, a no ser que lo quiera demostrar con palabras y no con hechos. La palabras se las lleva el viento y las obras y las actuaciones concretas son las únicas realidades palpables que un pueblo puede visualizar, lo demás son simples intenciones, simple palabrerío.
En resumen, este mundo lleno de confusiones, de contradicciones, de greguerías, de esperpento se resume en una palabra: “POPULISMO”.
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