Hoy, en el día en que el mundo celebra a la Paz, una sencilla reflexión desde mi interior, para el exterior:
La Paz, es la columna principal en que se sostiene el edificio de la humanidad.
Las Palmas de GC (Canarias), 21 de septiembre de 2014 / Artículo de opinión - Día Mundial de la Paz/ Ricardo Curto Núñez. ASSOPRESS
Sin Paz, ni el progreso, ni la realización del hombre son posibles, pues lo contrario de la Paz, su ausencia sólamente embrutece al hombre, haciéndole retroceder años de cultura y de civilización duramente ganadas por genios, extraordinarias mentes que han hecho avanzar al hombre a través de su historia, proporcionándole conocimientos e instrumentos para hacer cosas increíbles.
Hemos salido al espacio, y hemos visto nuestro propio planeta desde el exterior. Por encima de nuestras cabezas órbita ya permanentemente una estación espacial donde el hombre se estudia a sí mismo, y su entorno, el universo que le rodea en condiciones idóneas, sin contaminación, trabajando codo con codo astronautas, y científicos de muchas naciones, que incluso hace algunos años hubieran sido irreconciliables.
Gracias a la Paz, hemos descubierto la partícula mas elemental (“la partícula de Dios”) el Bosón de Higuins, de donde se dice que pudo surgir el universo tal como lo conocimos.
Gracias a la Paz, hemos descubierto la cura para muchas enfermedades que asolaban el mundo, y hemos erradicado otras de las que antaño amenazaban la salud del hombre para siempre. Hemos conocido el genoma humano, promesa de la viabilidad de cura de enfermedades que incluso hoy se nos resisten, como el cáncer, aunque ya hemos descubierto la formas de prevenir ciertas formas del mismo….
El hombre ha avanzado tanto en la Paz, que todos los muertos en las guerras de la historia junta, nunca llegarán a superar las vidas que ha salvado y salvarán los progresos científicos y humanos en tiempos de Paz.
Aún así, seguimos como hace siglos, matándonos por ideologías distintas, razas distintas, modos distintos de pensar y de hablar.
Llegará un día muy pronto, en que la Humanidad entera necesite permanecer unida como una sola, por que la posible amenaza puede que no venga de otro país, o de otras frontera, sino de fuera de nuestro pobre y viejo planeta.
Y aunque nunca se produzca ese armagedón, habría valido la pena conseguir un sólo día, que los señores de la guerra y los fabricantes de armas no ganen un sólo céntimo a costa de vidas humanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario