Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 21 de octubre de 2014 / Artículos de Opinión / Pedro González Cánovas (*)
Ya no me asombro cuando me dicen de la gente que engorda las filas de Podemos en Canarias. La impotencia política de mucha gente le lleva a hacer verdaderos disparates, lo llevo viendo hace décadas. Pero es que a veces resulta hasta graciosa su exposición de motivos: en Canarias ya hablan de un crepúsculo independentista que "está abogando por el federalismo".
El federalismo es la última rueda de repuesto de los imperialistas de antaño, para mantener su dominio administrativo sobre las antiguas colonias. O sea, algo totalmente enfrentado con el independentismo. Tal vez por eso no me extraña que coincidan en las filas de Podemos gente que militaron en el PSOE, aún pregonando que eran independentistas, y que apostaron por las "autonomías" equiparándolas al derecho de autodeterminación de los Pueblos. Eso lo vi yo.
Lo de Podemos, ese invento español que reúne a indignados con impotentes políticos, es una máscara trasparente desde su primera asamblea general. ¿Cómo es posible que una sola persona tenga el 87% de los votos, cedidos como si fueran acciones de una gran empresa y se nos venda eso como política participativa? Pues así fue.
Por otro lado, el numerito del dueño de las acciones con las voces discrepantes sí que dice mucho. Y es que al señor no le da miedo que su reunión extraordinaria, este mes, haya mermado hasta cubrir menos de la mitad del aforo previsto, o que esas voces que discrepan puedan tener más simpatías que él mismo fuera. Parece tener bien amarrada su fuerte línea mediática o haber valorado que puede hacerse, él sólo, con el descontento de España y lo mismo en esta colonia. Experiencia sí que tiene, adquirida en los grupos de campaña de Izquierda Unida, de donde no se si algún día de verdad salió.
Por otro lado está lo del PSOE en Canarias. Presentando tres candidatos a la presidencia local que parecen tener el mismo asesor de imagen o maquillador, no se salen de un estereotipo pesoista fracasado. Que en su día fue hecho para acaparar a un sector de trabajadores beneficiados y pequeños empresarios, de los que apenas quedan. Estos tres están vacíos de carisma y además vuelven a repetirse en prácticas oscuras y juegos de poder internos que se alejan de dar resultados en las urnas. Si no, el tiempo lo dirá.
Su numerito con las primarias es digno de analizar: ABC partía de un censo de 8.876 votos; Prensa Ibérica, más específicos, hablaban de 12.457 de los que votaron sólo 9.040; y la agencia EFE, haciéndose eco de declaraciones del Secretario de Organización, César Luena, contaba un censo original de 10.015 personas, menos 3.755 votantes que no se aceptaron por intentar acceder a través de una misma dirección IP o pagar los dos euros por persona con la misma tarjeta de crédito. Lo que pueden significar muy malas mañas, o intentos de duplicar votos de forma nada ética.
Con estas gentes, simplemente, no se puede. Son auténticas falsificaciones de honestidad, aberraciones políticas, maleantes asamblearios y la mejor arma contra el progreso. Están hechos para agotar las ansias de participación ciudadana y perpetuar un sistema político a la medida de minorías favorecidas y empoderadas políticamente que se rindieron, hace mucho, a los poderes del capital. En serio les digo, no puedo ver tanta farsa y callarme. No puedo dejar que sigan tratándonos de ignorantes. y no puedo ni imaginar, que sería de esta sociedad si todo el pensamiento progresista fuesen ustedes
(*) Miembro de Alternativa Nacionalista Canaria (ANC)
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