sábado, 2 de mayo de 2015

ENREDARNOS EN EL ENGAÑO

VALSEQUILLO (GRAN CANARIA), 2 de mayo de 2015 / Artículo de opinión /JUAN ANTONIO OJEDA MUÑOZ
Existe un tópico que afirma que la memoria de un pueblo tiene  una durabilidad muy corta y de eso se valen muchos políticos para enredarnos con engaños. Son muy asiduas en estos previos electorales las visitas de Román Rodríguez al municipio de Valsequillo para apoyar a Asba y nos ha dejado algunas perlas en sus declaraciones que son dignas de analizar. Sobre todo por aquello de que la gente se olvida rápidamente de dónde viene cada uno, cuáles son sus antecedentes y qué nos quieren vender.  
Cierto que este señor procede de movimientos de izquierdas en las islas, pero con el paso del tiempo ha ido descollando su conservadurismo continuado y su tendencia al sectarismo partidista abanderando el principio de “o estás conmigo o estás contra mí” algo en lo que están muy puestos las mayoría de los miembros de Nueva Canaria. Sobre todo cuando ostentan cargos de relevancia en las administraciones públicas. Por ello, cuando en la presentación de Asba lanza el órdago de “incompetentes nos han situado a la cabeza de lo malo y en la cola de lo bueno”, no me queda otra que entrar en profundidad en su trayectoria y en lo que nos quiere vender.
Este señor ostentó el cargo de Director del Servicio Canario de Salud allá por 1995 y desde esa fecha, que se sepa, vienen creciendo las listas de espera para que muchos ciudadanos sean atendidos con dignidad y presteza. También fue el punto de partida de muchas privatizaciones de servicios complementarios de la sanidad, tales como servicios de emergencias, de ambulancias, etc.; generándose serias dudas en cuanto a quiénes eran los que se quedaban con esas concesiones. En la legislatura de 1999 fue designado Presidente del Gobierno de Canarias y como tal fue partícipe de muchas decisiones que nos han llevado a la nefasta situación que tenemos que soportar hoy en día. Fue un presidente títere de decisiones que se tomaban fuera de su entorno por parte de políticos que tenían el verdadero poder dentro de Coalición Canaria y  que su designación no fue más que un afán por acallar las voces que cuestionaban el volver a tener al frente del gabinete a otra persona procedente de la provincia de Tenerife. Fue incapaz de poner en marcha medidas que mejoraran el Servicio Canario de Salud, de promover iniciativas que llevaran a conseguir más competencias para Canarias y un mayor  nivel de autonomía; y, por supuesto, no movió un dedo para cambiar la injusta ley electoral en Canarias de manera que los votos de los ciudadanos prevalecieran sobre la fuerza de los territorios, donde las islas menores tienen más poder decisorio que los resultados a nivel global. Una desigualdad inadmisible en un estado democrático.
No quiero olvidarme aquí de su actuación negativa para nuestro municipio como diputado del gobierno de España, dado que el debate de unos de los presupuestos generales del estado votó en contra de dos enmiendas de Coalición Canaria que suponía el envío para Valsequillo de dos millones de euros, que se iban a utilizar en la puesta en marcha del Proyecto Barranco y en la ampliación de las Casas Consistoriales.
Estas son algunas de las inactuaciones en las que se ha visto inmerso el Sr. Román Rodríguez para que ahora venga a darnos lecciones de regeneración política, de proyecto nuevo e ilusionante. Usted se ha convertido en un elemento más de esa distorsionada clase política que se ha profesionalizado y que no piensa dar  paso a nuevas generaciones porque perdería relevancia y rebajaría su nivel de egolatría. Intentar reeditarse como presidente del gobierno no es más que un paso atrás para la democracia porque ya ha quedado demostrada su ineficacia para ello; pretender vendernos una lista al Cabildo capaz e ilusionante no es más que un sueño porque los primeros de la lista ya deberían estar jubilados de la política y  muchos que van detrás ya han sido consejeros de dicho organismo y no propusieron nada nuevo en el horizonte. El Sr. Carmelo Ramírez suprimió  el Plan de Cooperación en la anterior legislatura y el gobierno local de Valsequillo  lo pasó fatal con sus decisiones. La Sra Inés Jiménez evitó que  nuestro municipio recibiera varias partidas para Zonas Comerciales Abiertas que fueron desviadas a otros gobernados por sus siglas. Es más todavía nos acordamos cuando ordenó echar hormigón a los restos óseos del antiguo cementerio de la Plaza de San Miguel, espacio que hoy podía haber sido un museo de sitio, referente turístico del municipio.
Acercándonos a nuestro pueblo, que en la lista al Cabildo se incluya e Francisco Sánchez Robaina parece una burla a la isla, porque ya fue consejero de Agricultura en la legislatura de 1999 y por aquí seguimos esperando la puesta en marcha de la Casa de la Papa, su gestión fue nefasta en cuanto al Matadero Insular y a la gestión de las subvenciones de agricultura.  En cuanto a la Sra. Fabiola Calderín, le buscaron un carguito de confianza en asuntos sociales del Cabildo una vez pasó a la oposición en el ayuntamiento, y a la órdenes de Pedro Quevedo hizo lo imposible para empantanar todas las ayudas y proyectos que supusieran una mejora para Valsequillo en el área más sensible a la hora de atender las necesidades de la familias que es Servicios Sociales. 
Así que, Sr Román, no nos venda humo. No nos intente enredar con su locuacidad. Su verborrea le crea incluso malas pasadas. Como anécdota cuando en la presentación del candidato de Asba valora positivamente que en el acto estén la maestra, el médico…y que falta el cura. Si retrocede en la historia, lo ejes de gobierno de la dictadura en los municipios giraban en torno a cuatro patas: alcalde, cura, médico y  maestro. Eso habla a las claras que los polos opuestos se encuentran y que de una izquierda respetable usted ha dado el giro a una derecha rancia. Por tanto, su proyecto no es válido, no es un referente serio y regenerador. Es más de los mismo, personajes que se quieren perpetuar en política porque no tienen a dónde ir o no quieren volver a sus viejas ocupaciones.

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