El 25 de mayo se cumple el primer mes tras el terremoto de Nepal
■ Cruz Roja muestra su preocupación por la llegada de este fenómeno y acelera la distribución de ayuda básica como toldos plásticos y tiendas de campaña a las comunidades más vulnerables.
■ Cruz Roja Española, que ha realizado dos envíos de ayuda humanitaria al país, tiene desplegada en la localidad de Kalikasthan una Unidad de Respuesta a Emergencias de Saneamiento Masivo, con 12 delegados expatriados.
Canarias (España), 23 de mayo de 2015 / Cruz Roja - Solidaridad / Gabinete de Prensa.
Vientos que desencadenan lluvias torrenciales y fuertes inundaciones… Son los monzones, de los que dependen en buena medida la economía nepalesa, ya que tanto el algodón como el arroz necesitan mucha cantidad de agua.
Sin embargo, la inminente llegada de este fenómeno, a principios de junio, supone una grave amenaza para una población que ha sufrido 2 terremotos en apenas 15 días e innumerables réplicas. “Cruz Roja está muy preocupada por el impacto de este fenómeno porque producirá desprendimientos de tierra, cortes de las ya precarias vías de comunicación, y aislamiento de múltiples comunidades,”, según resalta Ìñigo Vila, responsable de la Unidad de Emergencias de Cooperación Internacional de Cruz Roja.
Por estos motivos, Cruz Roja está acelerando la distribución de toldos plásticos y de tiendas de campaña entre los afectados; hasta el momento se ha dado cobijo a más de 221.000 personas y se espera que en las próximas semanas se cubra esta necesidad de albergue de unas 500.000 personas.
La intervención en materia de saneamiento también es clave a la hora de evitar infecciones y brotes epidémicos. Por estos motivos, Cruz Roja Española ha desplegado su Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU, en sus siglas en inglés) de Saneamiento Masivo en el distrito de Rasuwa, uno de los más afectados por los terremotos. “Su objetivo es establecer los medios sanitarios adecuados para la gestión de residuos de una población de hasta 20.000 personas, además de trabajar en acciones de sensibilización y promoción de higiene”, según indica su responsable en terreno, Salvador Ramírez, uno de los 12 delegados con los que cuenta la Unidad.
Además se está trabajando con novedosos sistemas de comunicaciones para facilitar a la población información en tiempo real, vía SMS, sobre sobre inundaciones, eventuales brotes epidémicos y otras amenazas a través de la aplicación TERA (Trilogy Emergency Relief Application). La Cruz Roja Nepalesa aprovecha además las ondas radiofónicas para ofrecer dos veces por semana información y consejos sobre estas amenazas y prevenir así a la población.
Pese a los esfuerzos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que ha desplegado una operación sin precedentes en Nepal a través del envío de una docena de ERUS y otros equipos de emergencia y que cuenta con el papel clave de la Cruz Roja Nepalesa (que intervino desde el primer momento con más de 6.600 voluntarios), el impacto de los terremotos que han sacudido a Nepal es de tal magnitud que se tardará años en lograr una cierta ‘normalidad’, y siempre en función de la ayuda que se reciba. “La población nepalesa no puede pensar en la recuperación, por el momento; estamos viendo poblaciones con más del 95% de devastación de sus viviendas e infraestructuras básicas como escuelas o centros de salud; hace falta mucha ayuda”, recalca Carmen Ferrer, delegada de Cruz Roja Española en el país asiático.
Las últimas cifras sobre el impacto del terremoto explican esta necesidad de ayuda: 530.000 casas destruidas, 300.000 severamente afectadas; más de 8.000 muertos, 8 millones de personas afectadas… Todo esto en uno de los países más pobres y menos desarrollados del planeta, con aproximadamente el 25% de su población viviendo bajo la línea de pobreza.
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