viernes, 21 de agosto de 2015

Maspalomas recuerda a los 13 vecinos del municipio fallecidos en el JK5022


Su memoria se honró este jueves con una ceremonia religiosa en la iglesia parroquial de San Fernando, a la que asistieron familiares y miembros de la Corporación municipal

San Fernando de Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana - Gran Canaria), 21 de agosto de 2015 / memoria y recuerdo / Gabinete de Prensa.

Cerca de un centenar de vecinos participaron este jueves en la misa-funeral que se celebró en la iglesia parroquial de San Fernando de Maspalomas en memoria y recuerdo de los 154 fallecidos en el accidente aéreo del vuelo de Spanair JK5022, el día 20 de agosto del 2008.


Trece de los pasajeros que perdieron la vida en aquel fatídico accidente, ocurrido sobre las 13:45 horas en las proximidades del Aeropuerto de Madrid-Barajas, eran vecinos residentes en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, como los jóvenes Fayna Noda Peña y Rayco Rivero Suárez, o la familia conformada por los profesores del CEIP Pepe Monagas de El Tablero Laudencio García Martín, entonces concejal de Cultura en este Ayuntamiento, y su esposa Lucrecia Hernández Guedes, y los dos hijos de la pareja, de 13 y 16 años, Carlos y Elena.


El oficio religioso, que fue presidido por el cura de Zaragoza Luis Rubio Remacha, se celebró en un clima sencillo, bastante intimista y muy acogedor. Entre los ochenta asistentes al acto de este séptimo aniversario destacó la presencia de familiares de los fallecidos y la participación anónima del alcalde Marco Aurelio Pérez y de otros concejales de la Corporación municipal que quisieron acompañar a los vecinos.


El sacerdote oficiante de la misa, que viene cada verano desde hace 13 años a cubrir las vacaciones del párroco titular de San Fernando, recuerda que voló a Gran Canaria también con Spanair tres días antes del accidente. En su “recuerdo especial” a las víctimas destacó que muchos eran amigos y feligreses de la parroquia; y señaló que fue “un accidente bestial”.


“A veces la técnica y las cosas humanas fallan, y esos fallos hacen que tengan repercusiones lamentables. Tendríamos que recordar siempre que todos nosotros también somos pasajeros en la vida y que tarde o temprano tendremos que volar”, dijo Rubio Remacha. Concluyó su homilía resaltando que “en lo humano nada es eterno”, y advirtiendo que “a las personas es más lo que nos une que lo que nos divide y separa, y es precisamente lo que nos une lo que más repercute en los demás”.

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