viernes, 26 de febrero de 2016

Esto no es un montaje...


Agaete (Gran Canaria - Canarias), 27 de febrero de 2016 / Artículo de Opinión / Fernando Báez (Sacerdote).

... me refiero, a lo que hoy en día es tan común y frecuente, pegar dos fotos y hacerlas pasar por una. No; ésta, es una sola foto. Y no, no es foto de miseria; que si el chiquillo anda desnudo y descalzo, es porque así el sol y el aire -más la leche de la cabra (aparte la de su madre)- lo criaba hermoso. Obsérvese el cuerpo imagen del niño, no es de hambre, y su abombada barriga o vientre así lo delata: un niño sano, fuerte, hermoso, y es que con esta segunda madre, la cabra, ¿quién no se criaba así? 

Y nótese no es una pose para la foto: la cabra se queda quieta -a pesar de estar o por estar sujeta (se la ve una soga que le cruza en la parte trasera, y da la impresión que otra soga más fina sujeta la cornamenta o cabeza del animal, aparte la del pescuezo). Es el caso, que el niño, se agarra a la teta, al ubre de la cabra, y con satisfacción succiona la mejor leche -además de la materna- que lo criara. Y ésta, es una instantánea que el fotógrafo de entonces tomó; pero, ¿cuántos no fueron fotografiados, y al ubre y tetas de una cabra estuvieron pegados?) Pues de ahí, salieron de todo: albañiles, agricultores, maestros, ganaderos, sacerdotes, y... ¡hasta presidentes de cabildo! Pues ya ven cómo le pagan -el del presente- la leche que de ellas mamó o mamamos, que a tiros las mata donde nada crece y solo cabras pueden estar, y quiere en su puesto meter: pinos, cedros y sabinas, como si tierras no hubieran donde plantarlos, y con seguridad de pegue, que en cuanto a las que en el Macizo del noroeste planten, por donde las cabras, no les pegará ni uno, pues solo hay sol y piedras, y ahí,  nada de nada, solo cabras. 

Mis amigos, que si una imagen, vale más que mil palabras, la que hoy les presento no es una imagen sino siglos de Historia, el alma de un pueblo, la vida desde las cabras, las cabras nos alimentaron -y ello aparte del ordeño, y queso- que fueron nuestras segundas madres, y en más de un caso la primera en alimentarnos, por más que otras nos parieran. Pues, ahí la tienen, frente a un tablado, tal vez su choza, atada y subida a una silla, para facilitar que el pequeño mamara de ella; y ella, tranquila, quieta, y hasta agradecida de ver así aflojado su ubre, que lleno de leche, si no se las ordeñan, lo pasan mal, pues la leche o se la maman los baifos, o su dueño se la saca para sí y su familia. Y, de esas cabras, esta crianza. ¿Y el cabildo las mata? A rifle y sin consideración, siempre y cuando este pueblo, saliendo de un larguísimo carnaval, fuera del carnaval, por más que la cuaresma lo haya dejado atrás hace ya mucho tiempo, drogado -digo- este pueblo, lo permita y no se lance a defender a las que gracias a ellas tienen vida y salud, que por falta de esa leche, algunos no lo contaron.

¡Aviso a navegantes!: aprovechando las vacaciones de Semana Santa, se rumorea, los andaluces pagados por el cabildo volverán a la carga con sus rifles cargados de monición, para acabar con nuestras cabras, por ello: ¡montemos guardia!, y al primer tiro que se oiga, el pueblo en masa al Macizo del noroeste ¡Y ojo, no sea que vengan con silenciadores! No permitamos, el cabildo pague, por matar una sola cabra más (que pague si tienen contrato, pero que no maten una cabra más). Tengámoslas como madres que nos criaron (véase de nuevo la foto), y salvemos sus vidas, como ellas salvaron las nuestras.

El Padre Báez, que de las leches que nos venden o compramos, sabe y se dice eso no es leche, sino un preparado lácteo, que se asemeja o parece a la leche, y de ella solo tienen el color; mientras, el que todavía tenga una cabra, sabe lo que es leche-leche, los que no, no... Y, ¡así les luce el pelo!

“... si alguno se desvía, y otro lo encamina...” (St. 5, 16. 19-20).

No es la primera, ni será la última de mi amigo J. S., que dice:

¡Buenos días, Padre Báez!

 El cura Fernando, el presbítero Báez Santana y el Padre Báez llevan demasiado tiempo en Wi-wi, Guguy y Gui-guí, entre cabras asilvestradas, descuidando muchos "aconteceres" de una Isla que se nos va a Pique y al Garete. Por ello, supongo, que no se han enterado del tema de la Planta de Biomasa. Tampoco se han percatado  que tenemos un tremendo año seco -(¡nos espera un veranito...!)- y nadie hace examen de conciencia de por qué llevamos cuarenta años  sin hacer una obra hidráulica -y no hay ninguna en perspectiva- para recoger los miles de hectómetros cúbicos de agua que se han ido al mar. Eso sí, ecolojetas y adheridos quieren realizar el Salto de Chira, lo llaman sostenibilidad, pero es pura demagogia y bobería  (adobada con trasnochada izquierdosidad) que, desgraciadamente, a la sociedad actual le resulta "molona". 

En este asunto, el garrote del Padre Báez, bien adobado con el concepto de la eunomía (buen orden, en griego) y espolvoreado con la idea de sophrosyne (moderación, discreción, autocontrol... en griego) puede remover conciencias cabildicias; las autonómicas tienen la hora de Tenerife y en las nacionales  hay mar de fondo (con mucha necesidad de orden y moderación)...

Saludos.

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