Villa de Agaete (Gran Canaria - Canarias), 01 de marzo de 2016 / Artículo de Opinión / Fernando Báez (Sacerdote).
... así son de astutas, pero es que no siempre es posible acercarte a ellas, pues no es fácil llegar a donde ellas llegan o se estaliscan o están. Que finas en su oído -“oyen nacer la hierba (que se decía antes de los de buen oído)”- en exceso, no dejan se acerque nadie a ellas -a no ser sean o se trate de sus dueños- que de inmediato se ponen en fuga y cambian de ubicación. No quieren nadie las molesten ni observen (a no ser a grandes distancias -imperceptibles por ellas- y por anteojos o similares), pero que ellas nunca vean las observan, porque de inmediato se mudan, Sí, son huidizas, se deslizan con mucho disimulo, por entre andenes, tras piedras y arbustos. Están aquí, y al instante han desaparecido y aparecen -si es que se las ven- por allá, o las ves en la travesía del cambio o nueva ubicación. Incansables andariegas; bajan a los fondos de los barrancos donde el agua, suben a lo más alto, cuales águilas, atraviesan macizos, laderas, riscos, cañadas, son cuales todos terrenos mecánicos, a los que ganan con creces, pero siempre en esa doble vida o vida oculta, privada, tranquilas, apartadas, solariegas, señoras, dueñas...
El Padre Báez, -mal está que lo diga uno de sí mismo, pero- incansable, no se cansa -valga la redundancia- de exponer las cualidades y valores, virtudes y ejemplos de las cabras, a las que más de uno, debieran imitar en todo aquello bueno que tienen, sin que uno (un servidor), todavía haya descubierto en ellas algo malo o negativo, como el cabildo, que -sin razón- las matan.
“... el cazador..., peste funesta..., epidemia que devasta..., caerán...” (salmo 90).
Del abogado amigo Don Juan Francisco Ramírez:
Estimado Padre Báez; por lo visto se está extendiendo la costumbre de matar a tiros al ganado caprino; aquí le dejo un enlace a la noticia publicada el 28 de febrero de 2016, en El País digital, firmada por Esther Sánchez; el titular no deja de ser ilustrativo de lo que está pasando por la cabeza de algunos políticos gobernantes; como podrá entenderse, las contradicciones son netamente abrumadoras; por un lado se jactan de expresar su repulsa al maltrato animal, especialmente de moda el mundo de los toros; mientras por contra, autorizan eliminar a tiros a las cabras; en este caso, la cifra de 2.700, ni una más ni una menos; como podrá ver lo de matar el ganado guanil se está convirtiendo en una costumbre, idéntica a los sucesos fraguados en nuestra ínsula de "Tamarant". Algunos "mandamases", parecen que han encontrado un peligroso enemigo a batir, plasmado en el ganado caprino; en fin, Dios ponga pronto remedio; no sea que a algunos les diesen, presuntamente, por eliminar a otras especies de animales bípedos molestos a los intereses para la fauna dominante. Reciba un cordial y atento saludo.
Madrid autoriza a matar a tiros a 2.700 cabras montesas
Madrid autoriza a matar a tiros a 2.700 cabras montesas
El exceso de ejemplares está provocando daños en la vegetación y el desplazamiento de otras especies de fauna
Ver en ccaa.elpais.com
... así son de astutas, pero es que no siempre es posible acercarte a ellas, pues no es fácil llegar a donde ellas llegan o se estaliscan o están. Que finas en su oído -“oyen nacer la hierba (que se decía antes de los de buen oído)”- en exceso, no dejan se acerque nadie a ellas -a no ser sean o se trate de sus dueños- que de inmediato se ponen en fuga y cambian de ubicación. No quieren nadie las molesten ni observen (a no ser a grandes distancias -imperceptibles por ellas- y por anteojos o similares), pero que ellas nunca vean las observan, porque de inmediato se mudan, Sí, son huidizas, se deslizan con mucho disimulo, por entre andenes, tras piedras y arbustos. Están aquí, y al instante han desaparecido y aparecen -si es que se las ven- por allá, o las ves en la travesía del cambio o nueva ubicación. Incansables andariegas; bajan a los fondos de los barrancos donde el agua, suben a lo más alto, cuales águilas, atraviesan macizos, laderas, riscos, cañadas, son cuales todos terrenos mecánicos, a los que ganan con creces, pero siempre en esa doble vida o vida oculta, privada, tranquilas, apartadas, solariegas, señoras, dueñas...
El Padre Báez, -mal está que lo diga uno de sí mismo, pero- incansable, no se cansa -valga la redundancia- de exponer las cualidades y valores, virtudes y ejemplos de las cabras, a las que más de uno, debieran imitar en todo aquello bueno que tienen, sin que uno (un servidor), todavía haya descubierto en ellas algo malo o negativo, como el cabildo, que -sin razón- las matan.
“... el cazador..., peste funesta..., epidemia que devasta..., caerán...” (salmo 90).
Del abogado amigo Don Juan Francisco Ramírez:
Estimado Padre Báez; por lo visto se está extendiendo la costumbre de matar a tiros al ganado caprino; aquí le dejo un enlace a la noticia publicada el 28 de febrero de 2016, en El País digital, firmada por Esther Sánchez; el titular no deja de ser ilustrativo de lo que está pasando por la cabeza de algunos políticos gobernantes; como podrá entenderse, las contradicciones son netamente abrumadoras; por un lado se jactan de expresar su repulsa al maltrato animal, especialmente de moda el mundo de los toros; mientras por contra, autorizan eliminar a tiros a las cabras; en este caso, la cifra de 2.700, ni una más ni una menos; como podrá ver lo de matar el ganado guanil se está convirtiendo en una costumbre, idéntica a los sucesos fraguados en nuestra ínsula de "Tamarant". Algunos "mandamases", parecen que han encontrado un peligroso enemigo a batir, plasmado en el ganado caprino; en fin, Dios ponga pronto remedio; no sea que a algunos les diesen, presuntamente, por eliminar a otras especies de animales bípedos molestos a los intereses para la fauna dominante. Reciba un cordial y atento saludo.
Madrid autoriza a matar a tiros a 2.700 cabras montesas
Madrid autoriza a matar a tiros a 2.700 cabras montesas
El exceso de ejemplares está provocando daños en la vegetación y el desplazamiento de otras especies de fauna
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