... de las que iban a matar, no tiene sino que solicitarla al cabildo. Aunque parezca mentira, va en serio. No se trata de ninguna broma. El Padre Báez, no les miente jamás, podré exagerar, y hasta usar un lenguaje poco usual en un sacerdote, pero lo hago como lo hace todo el mundo, y no es responderle, ni justificarme ante el hermano en el sacerdocio Paco Marte, según su correo más abajo. Se trata de una medida sensata. El cabildo le tabulará la cabra o cabras que previamente recogerán y llevarán a la Granja que tienen en Bañaderos, y de allí al destino de los que las soliciten.
No es una oferta en exclusiva para pastores o ganaderos, sino para el público en general. Y cree un servidor, que habiendo tanta hierba por todas partes, si tienen un lugar donde ponerla no lo dude, le remedirá el hambre con leche-leche, leche auténtica y dependiendo del cuidado del animal, hasta podrá hacer su queso. También tendrá estiércol por si planta algunas hortalizas, y la alegría de poder disfrutar por algunos años de la que se libró de los tiros de unos andaluces que no la mató porque no se le cruzó en el camino.
Así que lluevan las peticiones al cabido pidiendo su cabra o cabras, y como no son tantas -piense que son las auténticamente endémicas, por su reducido número, no habrá para todos sino para los más madrugadores en pedirla o pedirlas. Pienso que dos mejor que una, porque sola se volverá loca balando, mientras que con compañera, pueden pasar desapercibidas en su ambiente, casa, urbanización, etc.
El Padre Báez, alegre y feliz como pocas veces en su vida. que aun defendiendo su permanencia donde estaban, acepto este mal menor, porque al fin y al cabo, pasando algunos años, lo que hoy limpien de cabras, volverá a estar como siempre estuvo (para entonces si plantan algo y pega, ya estará grande, y sin peligro de que se lo coman las cabras [que no se lo iban a comer de ninguna manera, pero...]); pero al menos ahora, decisión salomónica: ni ellos, ni nosotros; sino a ambos satisfacción. Bendigo y alabo al cabildo por tan sabia decisión.
Y, aunque no es verdad todo lo que dicen sí que puse un granito de arena; sin la presión de la sociedad en general, esto no s e hubiera conseguido; así que gracias a todos, incluido al cabildo por dar el brazo a torcer, que rectificar es de sabios, y poco a poco seguro que recuperará el prestigio que siempre tuvo y tuvieron (la institución y sus administradores; pues errar es humano, y perfecto solo es Dios). Espero respuesta a mi oferta a Brito y a Morales, para llevarlos a un programa de Mírame –Tv, o a los que ellos deleguen.
1.- Fernando, buena noticia la que nos das. Te animo a seguir sembrando el amor a la naturaleza que es nuestra casa. Gracias por tu incansable labor en favor de nuestra tierra. Te animo a limpiar el lenguaje que a veces empleas con expresiones algo chocantes para muchas personas y que no llevan a ningún lado con los estudios que tienes y con tu vida sacerdotal. Deseo a todos los lectores el que no pierdan su capacidad crítica en el mundo en el que nos movemos a diario. Un abrazo Paco Martel.
2.- ¡ENHORABUENA! Me alegro por usted y por esos animales. Sin duda alguna gracias a su trabajo y, a la presión de los ciudadanos a través de las redes sociales, lo hemos conseguido. Los políticos tienen que escuchar al pueblo. Y no hacer lo que les salga de los cataplines (Paco Martel: yo jamás he utilizado ese término), cada vez que con nuestros votos le damos poder, pero pierden la dignidad. UNA VEZ MÁS, ¡BUEN TRABAJO!
3.- ¡ENHORABUENA! Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote.
4.- (La felicitación que más agradezco, por venir de quien viene): ¡Gracias amigoooo! (C.).
5.- (Les cansaría si siguiera poniendo correos en esta línea).
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