... es decir, que vuelvan tiempos pasados, paisajes desaparecidos, especies muertas, y volver -muy religiosos ellos- al principio del mundo tal y como salió de las manos del Creador (perdón: que son laicistas: tal y como la naturaleza los fue sacando, pero sin permitirle a la misma la desaparición de nada, y por ello están erre que erre, en tratar de volver a tiempos pasados, y recuperar una biodiversidad desaparecida, sin aceptar lo que es irreparable y no tiene vuelta de hojas atrás: han desaparecido épocas, glaciares, eras, plantaciones, bosques, etc., y tenemos lo que tenemos y es como tratar de resucitar a un muerto lo que pretenden absurdamente, sin darse cuenta que ya no es posible volver a la infancia o juventud, y también la tierra tiene su edad, y va perdiendo, como nosotros facultades, ella pues lo que tiene; y no por narices, hay que devolver a la tierra el aspecto y cultivo, vegetación y cuanto quieren que pertenece al pasado, a otros tiempos, a otras circunstancias de toda índoles, y que no, no es posible recuperar dinosaurios, ¡Dios nos libre!
Cada época tiene lo que le conviene, lo que viene o deviene, nada es estático, hasta la tierra gira y gira, solo el sol permanece, y no hay que empañarse en lo que ya no tiene remedio, sino obtener dinero a costa de mentir y engañar fuera y dentro. ¡Ya está bien de matar cabras, para plantar basuras, en decir de los pastores, a los que les quitan tierras de pastoreo, y ahora el ganado!
El Padre Báez, que no quiere citar a sabios científicos del ramo y ramas del saber de cuanto ahí queda expuesto, y que los profesores y universitarios, científicos y doctores, lo saben, pero con lo besos untados dicen lo que quiere la voz del amo y hasta por dinero venden sus almas al diablo.
No son mis palabras, ni mi estilo, pero hago mío este comentario de Isidro Santana León, autor de varios libros, cantautor, independentista, etc.:
Esto acabo de responder a un señor que se interesó por este técnico que nombro a continuación: Don Juan Capote se prestó al circo mediático del Cabildo de Gran Canaria; para mí las eminencias se convierten en peleles cuando no son capaces de ser voces imparciales en la materia. Tampoco hubo participación de profesionales no contaminados por ideologías o no pertenecientes a instituciones que reciben dinero o las subvenciones. Todo obedecía a una consigna de la institución Cabrildicia donde agruparon filas de sus adeptos políticos y empleados de la administración y en el que también los científicos, técnicos entendidos o enredados en la materia, pueden ser susceptibles de incentivos indeterminados; claro que esto no se puede demostrar porque los asuntos sucios se hacen a la espalda del pueblo, en la casa de fulanito o por teléfono (recordar que no hubo pleno ni oposición para agarrar la subvención y matar las cabras, todo se hizo con un oscurantismos absoluto y de forma extraoficial) pero se puede intuir por la uniformidad en los criterios de los técnicos la afinidad al plan. Un animal irracional no puede ser objeto de soborno, el racional casi siempre, y más en la época que corre donde todo el Sistema está podrido y la ética profesional se la pasan por el forro cuando los emolumentos están para condicionar y alinear posturas. No fue un debate sobre la biodiversidad, pues los animales son parte de la biodiversidad: fue un contubernio para poner a las cabras como si fueran la peste que hay que erradicar.
Claro que detrás están las malditas subvenciones europeas, materia en la que prohibieron entrar o soslayaron, cuando algunos las mencionamos o intentamos entrar en ello. Tampoco nos dieron sino una oportunidad de tres minutos para hablar, y se nos llamó detractores, cuando ellos manipularon los tiempos y sabían a qué personas darles la palabra, no para aportar nada nuevo en cuanto a las opiniones de los que defendíamos a las cabras también con argumentos de peso, y donde la petulancia y la titulitis fueron sobre todo la tónica dominante y la que absorbió lo que podría ser un debate útil y democrático siendo los diplomas la base esencial de la solución del problema. ¡Qué le vamos a hacer! éstas son cosas normales que sólo suceden en las colonias, donde los políticos esbirriles y sus secuaces están ávidos de dinero y postureo.
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“... escudriñé curioso las cumbres...” (del himno de Vísperas de hoy). / “... me adiestro para el combate, para la pelea... dicen falsedades... nuestro rebaños a millares se multipliquen...” (salmo 143). / “... permaneced cimentados y estables e inamovibles...” (Col 1, 23). / “...estos señores, no me satisfacen...” (salmo 15). / “... me consagre totalmente con todo espíritu, alma y cuerpo...” (1 Ts. 5, 23). / “... me una a los pastores..., solícitos de sus rebaños..., oiga la voz del pastor..., siga a los pastores..., apacientan..., trabajadores, en el aprisco...” (del Himno de las II Vísperas de hoy). / “... tienen intenciones leales, y no calumnian... ni aceptan soborno...” (salmo 14). / “... jamás vacilan...” (salmo 111). / “... no gobiernen como déspotas, solo por la sórdida ganancia...” (1P 5, 1-4). / “... que nadie les arrebate de sus manos el ganado...” (de las preces de las II Vísperas del común de pastores del día de hoy).
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