Agaete (Gran Canaria - Canarias), 17 de mayo de 2016 / Artículo de Opinión / Fernando Báez - Sacerdote
... (¿será porque les distraen en sus descensos tipo ascensor que baja?); en el supuesto improbable e imposible que con uno, dos, veinte o más palos (¡es decir: una jurria de ellos: muchos palos y más palos!), con palos no se apañan una cabra. ¡Pobres los de los palos, si se les cruza un macho o cabrón por unos de esos andenes!, que lo ven y no lo cuentan, nada digo si en vertical se les llega a caer por esos riscos, sin barandas de protección, es que se van p´al piso, pero pongámonos de idiotas, pensemos que con esos palos y con guantes para no romperse las manos, estos de los palos consiguieran coger una cabra -debe estar enferma- y la retiran de su medio, ¿no es estar de parte del cabildo que piensa acabar o exterminarlas siendo así que cabra apañada, cabra muerta? Así que, encima los de los palos -que los pastores guanches los usaban para en horizontal avanzar con brincos, y no saltando de un lugar alto a otro bajo, que ellos: ¡volaban en dirección frontal- que hecha esta aclaración, por si se corrigen y avanzan en la dirección señalada, que dando la posibilidad falsa e imposible -repito- de apañar una cabra, si la apañaran, sería en cuestión de horas o días cabra muerta, pues, ¿no es eso lo que pretende, quiere y hace el cabildo? Así que, los de los palos, unidos al cabido en el mismo proyecto de acabar con las pobrecitas mías, les ayudan si pudieran.
Pues esto es lo que hay, que desde el atrevimiento de la ignorancia, algunos con barba, y pelo a lo guanche, simulando a los aborígenes, y cuales descendientes directos (soberbia refinada), al agarrarse a un garrote con punta de acero (¡de los guanches, también el acero!), y palo refinado y cepillado (¿con serruchos de los guanches también?), pretenden hacerse amigos del cabildo, por si en el reparto alcanzan algunas migajas, ¡ah granujas del carajo!: las cabras hay que dejarlas donde están, sin más.
El Padre Báez, deshaciendo entuertos, y arrojando -como lo indica mi jersey y boina amarilla sobre negro (de oscuridad), un poco de luz, sobre el asunto, porque si en lugar de un poco de luz, fuera un fogonazo de luz, ¡esto temblaba!, pero uno, por su condición sacerdotal, por prudencia, por delicadeza, por amor, sigue con la luz de una vela, o menos.
Lo de Paco Martel, es mucho. Y si no, lean:
Fernando te deseo la paz del Maestro Jesús y que nos bendiga a todos. Yo sigo llevando ya en casa más de los 4 meses. El día de Fátima concelebré con el obispo en la Iglesia aunque mis fuerzas eran pocas. Los médicos siguen buscando las causas, es que ya son 4 meses... algún compañero viene y algunos contactan por teléfono pero son pocos, esa es una lagunilla de nuestro presbiterio. El tema de las cabras parece que no tiene respuestas por las alturas. Como sugerencia, en los escritos -que son algo mejor en vocabulario- no te extiendas mucho. Ya que no salgo, te vienes un día y te ofrezco un cafelillo. Nos llamaremos. Que tengas humor, amor y salud... Paco.
Y, lo del amigo, el abogado Don Juan Francisco Ramírez, es para pensar, de nota 10: sobresaliente. ¡Esa es, la madre del cordero!, al fin todo se llega a saber y todo tiene un por qué; léalo, y se sorprenderá:
Estimado Padre Báez; el pasado viernes 13 de mayo de 2016, tuve la oportunidad de asistir a la charla-coloquio, sobre las consecuencias negativas, para los territorios insulares, caso de aprobarse el anteproyecto de la Ley Canaria del Suelo, que los responsables del Gobierno de Canarias se han propuesto llevar adelante con independencia, presuntamente, de lo que opine el conjunto de los habitantes de estas ínsulas; la ponencia, estuvo a cargo de Don Faustino García Márquez; desarrollándose a partir de las 18:30 h., en el Salón de Actos de Formación del Profesorado (c/ Santa Juana de Arco, 1 - Las Palmas de Gran Canaria), y organizada por el Aula de Pensamiento y Alternativas (APAL); tras la académica y brillante exposición; ahora, podrá entenderse, mucho mejor, por qué se viene, entre otras acciones, tratando de eliminar al ganado guanil de los campos en los cuales, por cierto, han estado desde hace miles de años; presuntamente, trataran de limpiar el territorio insular de obstáculos impeditivos a más altos intereses que el pueblo llano no alcanzamos a comprender; primero, las cabras y con el tiempo el despoblamiento de las zonas rurales; basta prestar atención al desarrollo de los acontecimientos que, desde hace siglos, se vienen gestando en Canarias. Por ello, resulta razonable y oportuno efectuar una razonable pregunta: ¿El fin último será la entrega del suelo a manos del gran capital, para especular con los territorios insulares? Cada cual podrá obtener su propia respuesta. Sin más, reciba un atento y cordial saludo.
“... los deseos y las acciones del día que hemos terminado, que podamos descansar durante la noche, para que así renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu, perseveremos constantes en el servicio...” (de la oración conclusiva de Completas).
... (¿será porque les distraen en sus descensos tipo ascensor que baja?); en el supuesto improbable e imposible que con uno, dos, veinte o más palos (¡es decir: una jurria de ellos: muchos palos y más palos!), con palos no se apañan una cabra. ¡Pobres los de los palos, si se les cruza un macho o cabrón por unos de esos andenes!, que lo ven y no lo cuentan, nada digo si en vertical se les llega a caer por esos riscos, sin barandas de protección, es que se van p´al piso, pero pongámonos de idiotas, pensemos que con esos palos y con guantes para no romperse las manos, estos de los palos consiguieran coger una cabra -debe estar enferma- y la retiran de su medio, ¿no es estar de parte del cabildo que piensa acabar o exterminarlas siendo así que cabra apañada, cabra muerta? Así que, encima los de los palos -que los pastores guanches los usaban para en horizontal avanzar con brincos, y no saltando de un lugar alto a otro bajo, que ellos: ¡volaban en dirección frontal- que hecha esta aclaración, por si se corrigen y avanzan en la dirección señalada, que dando la posibilidad falsa e imposible -repito- de apañar una cabra, si la apañaran, sería en cuestión de horas o días cabra muerta, pues, ¿no es eso lo que pretende, quiere y hace el cabildo? Así que, los de los palos, unidos al cabido en el mismo proyecto de acabar con las pobrecitas mías, les ayudan si pudieran.
Pues esto es lo que hay, que desde el atrevimiento de la ignorancia, algunos con barba, y pelo a lo guanche, simulando a los aborígenes, y cuales descendientes directos (soberbia refinada), al agarrarse a un garrote con punta de acero (¡de los guanches, también el acero!), y palo refinado y cepillado (¿con serruchos de los guanches también?), pretenden hacerse amigos del cabildo, por si en el reparto alcanzan algunas migajas, ¡ah granujas del carajo!: las cabras hay que dejarlas donde están, sin más.
El Padre Báez, deshaciendo entuertos, y arrojando -como lo indica mi jersey y boina amarilla sobre negro (de oscuridad), un poco de luz, sobre el asunto, porque si en lugar de un poco de luz, fuera un fogonazo de luz, ¡esto temblaba!, pero uno, por su condición sacerdotal, por prudencia, por delicadeza, por amor, sigue con la luz de una vela, o menos.
Lo de Paco Martel, es mucho. Y si no, lean:
Fernando te deseo la paz del Maestro Jesús y que nos bendiga a todos. Yo sigo llevando ya en casa más de los 4 meses. El día de Fátima concelebré con el obispo en la Iglesia aunque mis fuerzas eran pocas. Los médicos siguen buscando las causas, es que ya son 4 meses... algún compañero viene y algunos contactan por teléfono pero son pocos, esa es una lagunilla de nuestro presbiterio. El tema de las cabras parece que no tiene respuestas por las alturas. Como sugerencia, en los escritos -que son algo mejor en vocabulario- no te extiendas mucho. Ya que no salgo, te vienes un día y te ofrezco un cafelillo. Nos llamaremos. Que tengas humor, amor y salud... Paco.
Y, lo del amigo, el abogado Don Juan Francisco Ramírez, es para pensar, de nota 10: sobresaliente. ¡Esa es, la madre del cordero!, al fin todo se llega a saber y todo tiene un por qué; léalo, y se sorprenderá:
Estimado Padre Báez; el pasado viernes 13 de mayo de 2016, tuve la oportunidad de asistir a la charla-coloquio, sobre las consecuencias negativas, para los territorios insulares, caso de aprobarse el anteproyecto de la Ley Canaria del Suelo, que los responsables del Gobierno de Canarias se han propuesto llevar adelante con independencia, presuntamente, de lo que opine el conjunto de los habitantes de estas ínsulas; la ponencia, estuvo a cargo de Don Faustino García Márquez; desarrollándose a partir de las 18:30 h., en el Salón de Actos de Formación del Profesorado (c/ Santa Juana de Arco, 1 - Las Palmas de Gran Canaria), y organizada por el Aula de Pensamiento y Alternativas (APAL); tras la académica y brillante exposición; ahora, podrá entenderse, mucho mejor, por qué se viene, entre otras acciones, tratando de eliminar al ganado guanil de los campos en los cuales, por cierto, han estado desde hace miles de años; presuntamente, trataran de limpiar el territorio insular de obstáculos impeditivos a más altos intereses que el pueblo llano no alcanzamos a comprender; primero, las cabras y con el tiempo el despoblamiento de las zonas rurales; basta prestar atención al desarrollo de los acontecimientos que, desde hace siglos, se vienen gestando en Canarias. Por ello, resulta razonable y oportuno efectuar una razonable pregunta: ¿El fin último será la entrega del suelo a manos del gran capital, para especular con los territorios insulares? Cada cual podrá obtener su propia respuesta. Sin más, reciba un atento y cordial saludo.
“... los deseos y las acciones del día que hemos terminado, que podamos descansar durante la noche, para que así renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu, perseveremos constantes en el servicio...” (de la oración conclusiva de Completas).
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