Aunque parezca difícil de creer, la asistencia a cursos de formación en la Guardia Civil se traduce en una reducción salarial que desincentiva el reciclaje formativo de los Guardias Civiles
Madrid (España), 21 de septiembre de 2016 / Sindical - Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional (UO) / Gabinete de Prensa
La asistencia a aquellos cursos que obliguen a estar un tiempo fuera de la Unidad de destino conlleva la pérdida del denominado complemento de productividad que, según empleos y destinos, puede alcanzar los 500 euros de media. De esta forma, se produce una reducción considerable del ya exiguo sueldo de los guardias civiles que decidan renovar sus conocimientos profesionales.
Esta situación se ha recrudecido con ocasión de los cursos de complementos de formación. Los llamados a asistir a estos cursos deben decidir si asistir a ellos perdiendo dinero o si renunciar a la asistencia pero sabiendo que con esta última decisión están renunciando a formar parte de la nueva Escala de Oficiales. En otras palabras, el que quiera formar parte de la nueva escala, tendrá que, literalmente, pagar un precio por ello.
El propio centro de formación de la Guardia Civil ha participado a los asistentes que las habitaciones serán compartidas, remitiéndoles la documentación para que soliciten régimen externado. La administración indemniza a los asistentes con 40 euros diarios, con los que deberán hacer frente a la manutención diaria (desayuno, comida y cena) y desplazamientos durante los fines de semana para ver a sus familias.
A todo ello hay que sumar el gasto que supone el alojamiento durante el curso para aquellos que no acepten el previsible hacinamiento de la academia (habitaciones de dos y cuatro personas a compartir entre oficiales que no son precisamente unos críos), lo que no proporciona las condiciones más idóneas para el descanso y el estudio. Así, oficiales con muchos años de servicio ven incrédulos como a estas alturas de su vida profesional son tratados con tanta falta de consideración por parte de la DGGC.
La mayoría se ve obligada a echar cuentas para ajustar su economía doméstica y poder así afrontar la asistencia al curso, pues perder 500 euros mensuales durante tres, cuatro o cinco meses desajusta a cualquiera. Otros, en cambio, tras conocer este detalle no tienen más remedio que tramitar su renuncia a los cursos y, en consecuencia, a sus expectativas profesionales.
Con ello, la Administración está consiguiendo que los oficiales llamados a formar parte de la nueva escala desistan de ello y se queden en una escala declarada a extinguir, para muchos sin compensación, con peor proyección profesional que la que tienen hoy en día, lo que, sin duda, incidirá en la motivación con que desempeñen sus funciones estos oficiales.
Y es que, por mucho que la Dirección General se empeñe en repetir que ha aumentado el número de Tenientes Coroneles y Comandantes, lo cierto es que la Ley reduce su número progresivamente una vez que la escala queda a extinguir, resultando un número de vacantes inferior al actual. Es decir, todo lo contrario a lo prometido en su día por el Director General de la Guardia Civil.
Si no se pone remedio, durante años la Guardia Civil cargará con el peso que supone que la mayoría de sus mandos estén encuadrados en una escala a extinguir donde, lejos de sentirse recompensados, verán reducidas sus expectativas profesionales.
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