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sábado, 8 de marzo de 2014

¿Cómo podría la Iglesia ayudar a las mujeres?

Málaga (Andalucía), 08 de marzo de 2014 / Artículo de Opinión / Teresa Antequera Cerverón (*)

Como viene siendo habitual en los últimos años, cada 8 de Marzo se celebra el día de la mujer trabajadora, un día en el que se pone de manifiesto que en muchos países, también del primer mundo, los hombres cobran más que las mujeres y que además éstas tienen peores condiciones laborales. Una desigualdad que empieza a poner de manifiesto que las leyes sobre la igualdad siguen sin ser respetadas, lo que cada vez molesta más a las mujeres.

El periódico digital alemán Zeit-Online publicó un artículo titulado “Crisis en la planta de los jefes” donde se descubren aspectos muy interesantes de la discriminación que padecen las mujeres a manos de los hombres. Según la citada publicación los jefes dicen que las mujeres tenemos la culpa de cobrar menos, y que el motivo es que las mujeres tenemos una mayor necesidad de armonía, (lo que querrá decir que no tenemos tanta necesidad de pelear como los hombres), y que no estamos dispuestas a discutir por nuestro dinero. Continúa diciendo que las mujeres estamos además dispuestas a admitir nuestros errores y no nos consideramos insustituibles, y por eso cobramos menos.

Ante tales opiniones habría que decir en nuestra defensa, que en ningún caso son esos los motivos por los que las mujeres cobremos menos, aunque bien es cierto que las mujeres tenemos un mayor sentido de la justicia, no necesitando aspirar siempre a conseguir el máximo para nosotras. Sin embargo si los jefes son hombres, como es habitual, suelen dejarse impresionar por la pose masculina y pagan más a otros hombres por ello, lo que a todas luces no es una forma inteligente de dirigir una empresa. Con esto no es de extrañar la actual situación mundial en materia económica y empresarial.

La mayoría de los hombres, incluso algunas mujeres, no alcanzan a ver que las desigualdades e injusticias tienen su origen en la creencia de que lo adecuado es que haya superiores e inferiores, como ha sido siempre. Cambiar esto debería ser un reto para todos, aunque a este intento de cambio positivo habría que añadir algo de suma importancia: Sacar de la mente de muchos hombres y también de las mujeres el desprecio y la infravaloración que desde antiguo se tiene hacia la mujer.

De todos es bien sabido la gran parte de culpa que tiene la iglesia católica en el desprecio a la mujer, un colectivo a tener en cuenta puesto que constituye más de la mitad de la población mundial. Un buen comienzo sería que dicha institución se distanciara de las declaraciones misóginas de los doctores de la Iglesia, quienes consideraron (todavía no se han retractado) a la mujer como un ser sin alma, incluso como la puerta de entrada al infierno. El siguiente paso sería  disculparse por todo el sufrimiento causado en persecuciones, muertes y torturas. Y por último tendrían que reparar el daño causado. Mientras esto no suceda, la iglesia no debería seguir llamándose cristiana, pues nada de esto tiene que ver con Jesús de Nazaret, quien dio ejemplo una y otra vez de su igualitaria relación con las mujeres.



(*) Del programa de Radio y TV: «Libre, atrevida, mujer»

8 DE MARZO: LA INCANSABLE LUCHA DE LA MUJER




Telde (Gran Canaria), 08 de marzo de 2014 / Artículo de Opinión /  Jonay López Montesdeoca (*)


Escribir esta fecha en el calendario anual de la vida es firmar en letras de oro una lucha infatigable, una batalla histórica sobre un camino que aún no termina, cargado de mitos con muchas mujeres que han sufrido el juicio y el daño por un derecho social: Ser reconocidas Iguales. Sin duda alguna, ese arduo camino está iluminado por todas esas mujeres que han luchado por una causa común por el bien de la Mujer, y que hoy son estrellas que brillan en esa senda para que las demás mujeres que siguen en la lucha puedan caminar unidas, con derechos razonables y fortaleciendo la unión que nunca debemos perder por defender ese 8 de marzo, esa incansable lucha que se denomina Derechos de Igualdad entre Mujeres y Hombres.


Fueron ellas, sobre 1911 cuando fundamentaban un movimiento social en defensa de la equidad de derechos de las mujeres en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, que llevó a posteriores países a recoger este testigo desde sus movimientos feministas como en 1936 al Estado Español, y culminar en 1977 con el reconocimiento de la Organización de Naciones Unidas conmemorando este día como 8 de Marzo, Día Internacional de los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Una travesía dura que no ha llegado a su puerto, porque queda mucho por trabajar en materia de Igualdad. Queda todavía conciencia y disponibilidad de todos los agentes de esta sociedad por luchar conjuntamente en esta batalla.


Son los agentes sociales, económicos, la cultura, los movimientos ciudadanos,…, en fin, el día a día de la vida, los que quedan por organizarse y aunar esfuerzo para que esta realidad deje de ser un sueño, que la igualdad de oportunidades sea conciliada en esta sociedad entre hombres y mujeres. Que no existan escalones ni murallas, que combatamos juntos en un terreno llano sin distinciones.


Pero por supuesto, hay que trabajar desde los que podemos transformar la realidad, desde las políticas cercanas al ciudadano, y es por ello, que esta concejalía marca un nuevo rumbo en la lucha de la Igualdad de las Mujeres y Hombres. Como no, esta lucha incansable también tiene como protagonistas a los que recogen esas inquietudes de la sociedad, a los que perfilan el trabajo igualitario, a ellas y ellos, las técnicas y la jefatura de servicio de la concejalía de Políticas de Igualdad de la Ciudad de Telde, sin ustedes, no se podría concebir este sueño que debe convertirse en una realidad.


Unidos a las y los verdaderos protagonistas de la vida, los movimientos sociales, la lucha será mayoritaria y exitosa. Son quienes merecen el protagonismo y formar parte de ese incansable trabajo diario en barrios y pueblos de esta ciudad de Telde, porque su lucha es visible en esas mujeres y hombres directivos de todas las asociaciones sociales, que quitan su tiempo y dedicación  por una causa justa: la lucha por su barrio desde todos los aspectos y como no puede ser menos, llevando la igualdad como bandera entre sus vecinas y vecinos. Será este 8 de marzo, una festividad que la concejalía de Políticas de Igualdad, desde su programa de actividades municipales, descentralizará y dará protagonismo a esos movimientos ciudadanos como siempre fueron los verdaderos luchadores desde aquel año 1911 y que hoy son y seguirán siendo las estrellas futuras que brillen en esa senda llamada Igualdad.

A todos ellos, Gracias.



Asesor de la Concejalía de Políticas de Igualdad (*)
del  M.I. Ayuntamiento de Telde