Santa Cruz de Tenerife, 11 de diciembre de 2011 | Opinión | Guillermo Vega - miembro 15M
Al 15m le faltó unidad y el elaborar una hoja de ruta con pequeños objetivos pero contribuyó a que aflorara el pensamiento crítico en España y muchas personas empezaran a cuestionarse los cimientos en los que se basa este sistema.
Joseph Goebbels estudió muy bien a las masas y hizo bien de partir de la base de que la gran parte de la masa social (con todos los respetos) es poco inteligente y ese punto, es lo que la izquierda tiene que trabajar (lástima que su propaganda estuviese basada en unos ideales tan irracionales como los del nacionalsocialismo).
No necesitamos más manipulación, desinformación o llámenlo como quieran de derechas, porque la derecha es egoísta, es explotadora, es clasista, injusta y puedo seguir hasta cansarme, pero lo que si necesita la sociedad es una verdadera campaña de propaganda de izquierdas y esa propaganda básicamente tiene que venir de una fuerza política unida y con las ideas muy pero que muy claras.
Un partido político necesita unir en si mismo a todas las partes activas en la lucha social y hacer una unidad indivisible, incorruptible y dispuesta a asumir cualquier tipo de riesgo ya que dicho partido tendría que ser la maquinaría más poderosa de denuncia y enfrentamiento social directo contra toda la escoria que nos ha hundido, nos hunde y lo que nos queda mientras sobrevivan los que nos “representan” actualmente dentro de esta mafia organizada que es la política actual en España.
Toda esta basura de personas que forman parte del entramado mafioso que viven nuestras islas están ahí porque PERMITIMOS que estén ahí ya que si canalizáramos toda la frustración, la impotencia y demás sentimientos que provocan en gran parte de la sociedad pero que no saben como enfocar más allá de la inactividad y la crítica dentro del grupo de amigos podrían haber cambios muy profundos.
La sociedad necesita odio y necesitamos utilizar este odio latente como fuerza motora del cambio, ese odio se tiene que demostrar en una pérdida de absoluto respeto a las leyes que estoy señores han creado, este odio tiene que demostrarse en una falta de respeto a este tipo de personas y sobre todo, en una absoluta falta de respeto a nuestro sistema judicial que debe de ser combatido desde dentro de las instituciones con el objetivo de garantizar su ABSOLUTA independencia del resto de poderes.
Hoy más que nunca creo en que la sociedad crítica necesita radicalizarse, necesita tomar conciencia de su enorme poder y sobre todo necesita dejar de ser esclava del miedo y de la influencia de estos cuatro caciques que manejan no solo nuestras islas, sino también nuestro país.
No es ya solo una cuestión de dignidad, es ya una cuestión de simple supervivencia.
La semilla está plantada en muchas más personas de las que pensamos y con un poco de apoyo las cosas podrían cambiar mucho más rápido de lo que pensamos.
¿Hasta cuando vamos a seguir siendo esclav@s?.
En nosotr@s está el querer o no quitarnos las cadenas.