Contar
con variedades de interés enológico no cultivadas en otras regiones del mundo
permite diferenciar los vinos canarios y aumentar su competitividad en los
mercados
El
ICIA trabaja para conocer, recuperar y conservar el patrimonio vitivinícola del
Archipiélago y ofrecer al viticultor nuevas posibilidades de cultivo
Canarias, 2 de septiembre de 2012 / Agricultura - ICIA / Gabinete de Prensa
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno
de Canarias a través del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA),
viene desarrollando desde hace cinco años diferentes estudios que han permitido
hasta ahora conocer la existencia de 21 variedades de vid, cultivadas
tradicionalmente en el Archipiélago, que están presentes únicamente en las
Islas.
El hecho de disponer de
variedades de interés enológico no cultivadas en otras regiones vitícolas
permite diferenciar los vinos canarios, aumentando así su competitividad en los
mercados exteriores, cada vez más exigentes.
Asimismo, como resultado de
estas investigaciones- que tienen como objetivo conocer, recuperar y conservar
el rico patrimonio vitivinícola canario y ofrecer al viticultor nuevas
posibilidades de cultivo que hagan destacar el vino isleño para poder competir
mundialmente en la comercialización de estas producciones-, de las casi 300
entradas analizadas se han encontrado 54 variedades distintas cultivadas en las
Islas, la mayoría minoritarias, y en el caso de una veintena, al ser únicas en
el mundo, en peligro de extinción.
A finales del siglo XIX la
filoxera arrasó parte del viñedo existente en España y en Europa, pero la
lejanía con respecto al continente europeo supuso un freno para su propagación
en las Islas, por lo que los científicos piensan que en nuestro Archipiélago
aún perduran variedades que en algunos casos cuentan con 500 años y que en el
resto de Europa se han perdido, además de aquellas originadas en Canarias como
cruces espontáneos y que por lo tanto no se encuentran en el resto del mundo.
Investigadores del ICIA, centro
que cuenta en la actualidad la colección de variedades de viñedo más importante
de Canarias, cuyo origen se remonta a los años 80, han trabajado, en este
tiempo y en colaboración con otros centros de investigación, en la
caracterización morfológica y molecular del material presente en este registro-
en el que existían muchas entradas sin estudiar- y en su ampliación con nuevas
prospecciones por las Islas en las que han contado con el apoyo de viticultores
y bodegueros, cabildos, ayuntamientos, y denominaciones de origen, entre otras
entidades.
Los resultados de estos
trabajos se fundamentan en la identificación de dichas muestras empleando
distintos métodos de caracterización molecular-esto es, analizando su ADN- y
morfológica- que implica un examen y evaluación visual del material vegetal,
teniendo en cuenta todos los órganos de la planta como el brote joven, el
pámpano, la hoja joven y adulta, el racimo, la baya o fruto y el sarmiento-,
así como la búsqueda de sinonimias entre variedades cultivadas en el
archipiélago, la Península y otros países europeos.
Una vez determinadas estas
similitudes se trata de conocer su comportamiento agronómico y potencial
enológico en las distintas regiones vitivinícolas de las islas, para poder
aconsejar al viticultor sobre la adecuación de cada variedad en cada zona de
cultivo.
En el conjunto de estos
estudios, han colaborado como socios Madeira, Azores y Cabo Verde y otros
organismos nacionales y regionales como el Instituto Nacional de Investigación
y Tecnología Agraria y Alimentaria, el Instituto Madrileño de Investigación y
Desarrollo Rural Agrario y Alimentario (IMIDRA), el Instituto de Ciencias de la
Vid y el Vino (ICVV), ASAGA, los Cabildos Insulares de Tenerife y de La Palma,
y la Universidad de La Laguna (ULL).
Conservación del patrimonio vitícola
En la actualidad, el cultivo de
vid en Canarias es el segundo en importancia en cuanto a superficie cultivada,
después del plátano, ocupando 8.786 hectáreas, lo que supone el 21,15% de la
superficie total cultivada en las islas. Dada su importancia en el sector
agrario canario, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) cuenta
con un grupo de investigación centrado exclusivamente en el estudio de la
vitivinicultura canaria.
El patrimonio vitícola de
Canarias es muy amplio debido a la inmensa cantidad de variedades traídas por
los conquistadores en el siglo XV, principalmente de toda la geografía
peninsular y otras culturas del Mediterráneo, dada la situación geográfica
privilegiada del archipiélago que fue escala obligada en todas las rutas
oceánicas.
La aparición de la filoxera a
finales del siglo XIX, que arrasó prácticamente con la totalidad del viñedo
europeo, ocasionó la desaparición en el continente de muchas variedades de vid
cultivadas hasta entonces. Se piensa que algunas de estas variedades aún pueden
estar presentes en el Archipiélago, que no se vio afectado por esta plaga.
Trabajos del ICIA
Fruto de estos trabajos,
enmarcados en diferentes proyectos de investigación, se ha podido incluir
información en el libro de “Las Variedades de Vid en España”, editado desde la
Comunidad de Madrid por el IMIDRA, sobre aquellas que se encuentran en Canarias
y actualmente se esta preparando una publicación sobre la caracterización
morfológica de las variedades cultivadas tradicionalmente en las Islas, que
verá la luz próximamente.
Asimismo, el ICIA ha solicitado
este año un proyecto de investigación nacional en el que participan todas las
Comunidades Autónomas, en el que se van a comparar todas las variedades
presentes en las distintas colecciones de que existen en España, con el fin de
buscar y dejar claras todas las sinonimias y homonimias existentes entre dicho
material.
Las labores que están
desarrollando el grupo de investigación en viticultura del ICIA da respuesta a
una demanda surgida hace décadas por el sector vitivinícola canario. Toda la
información obtenida como fruto de los estudios realizado en estos años se ha
transferido al sector en numerosas conferencias en distintas islas y en otras
regiones del territorio nacional y de otros países y a través de la publicación
de artículos científicos y de divulgación. En la actualidad el ICIA está
organizando para octubre unas jornadas científico-técnicas en las que se
transmitirá el conocimiento surgido de estos estudios, que algunos casos no
concluirán hasta finales de 2013.