Los trabajos de derribo y desescombro que han
comenzado en los salones de la Fedac, cedidos por el Cabildo al Ayuntamiento,
durarán un mes y medio
Los trabajos previos de derribo
de la obsoleta Casa de la Cultura de Tunte para su reconstrucción como un
moderno Centro Cultural se han iniciado este miércoles a las 08:30 de la
mañana, a cargo de una docena de operarios y maquinaria pesada de la empresa
Transportes Luján SL.
Las obras de demolición y de
separación de materiales como maderas, hierros y telas asfálticas han comenzado
por los dos salones, baños y oficinas de los talleres de la Fedac, en la
parcela de 525 m2 localizada entre las calles Real del Calvario y
Capitán Cortés.
Dicha edificación, que primero
fue sede de la escuela-taller de la Sección Femenina de Falanje Española y de
la JONS, ha sido cedida gratuitamente por el Cabildo Insular al Ayuntamiento de
San Bartolomé de Tirajana para poder ampliar las dependencias del futuro Centro
Cultural, que rendirá homenaje al ilustre Pancho Guerra.
Los responsables de las obras de demolición,
que se llevan a cabo con una enorme pinza de derribo, estiman que éstas podrían
prolongarse “durante un mes o mes y medio dependiendo de las dificultades”. También
sostienen que el transporte de los escombros y materiales de desecho se
iniciarán la próxima semana.
Al concurso público para la edificación
del futuro Centro Cultural de Tunte se presentaron 17 ofertas. Las obras fueron
adjudicadas por la Mancomunidad de Municipios de las Medianías de Gran Canaria
a la constructora Dragados SA por 1.753.529,35 euros, lo que supuso para el
Ayuntamiento un ahorro de casi 648.237 euros.
El alcalde Marco Aurelio Pérez presentó
personalmente el proyecto del nuevo Centro Cultural a los vecinos de Tunte a
comienzos del pasado mes de septiembre. El nuevo edificio, de unos 2.927 m2
de superficie útil en tres plantas, dispondrá de un salón de conferencias y
espectáculos para 200 usuarios, una biblioteca y varias aulas para exposiciones
y talleres, y también de un espacio social destinado a tanatorio con dos salas
y un aparcamiento subterráneo para 26 vehículos.
La nueva edificación, con un
aprovechamiento multiusos más seguro, eficiente y sostenible que el de la vieja
Casa de la Cultura, responde al modelo de arquitectura típica canaria para su
integración en el entorno urbanístico que lo rodea. Su acceso principal será
por la calle Santiago Cazorla, mientras que la entrada al velatorio será
independiente por la calle El Calvario, y el acceso al aparcamiento por las
calles Pérez Galdós y Capitán Cortés.
Marco Aurelio Pérez insiste en las
múltiples posibilidades de ocio cultural que este Centro ofrecerá a los vecinos
de las medianías y a los numerosos turistas que diariamente visitan el casco
histórico para conocer las singularidades paisajísticas y etnográficas de ese
rincón de la Isla.