jueves, 22 de enero de 2015

El PSOE denuncia el estado de abandono de la tumba de Galdós en Madrid

 “Si ya en 2005 el Cabildo de Gran Canaria intervino ante el Ayuntamiento de Madrid para que resolviera sobre la propiedad de la tumba, también lo puede hacer ahora para la restauración, conservación e identificación con facilidad de la misma. No en vano nuestro literato- reconocido por muchos como el mayor novelista español después de Cervantes- y su patrimonio, traspasa las fronteras insular y nacional”, aseveró hoy el consejero socialista José Antonio Godoy en la Comisión del Pleno de Cultura

Los socialistas consideran que los Servicios de Cultura del Cabildo Insular de Gran Canaria deben hacer las gestiones pertinentes para que se proceda a las labores de restauración y conservación de la tumba de Pérez Galdós en el cementerio de La Almudena en Madrid y para que se incluya su localización en el plano de dicho cementerio que se ofrece al visitante “si lo solicita o muestra interés” y que, de momento, es gratuito

Madrid (España), 22 de enero de 2015 / Políticas - PSOE / Gabinete de Prensa

El PSOE en el Cabildo de Gran Canaria ha solicitado hoy al gobierno insular en la Comisión del Pleno de Cultura que, a través de los Servicios de Cultura del Cabildo Insular de Gran Canaria, se hagan las gestiones pertinentes para que se proceda a las labores de restauración y conservación de la tumba de Pérez Galdós en el cementerio de La Almudena en Madrid y para que se incluya su localización en el plano de dicho cementerio que se ofrece al visitante “si lo solicita o muestra interés” y que, de momento, es gratuito.


El consejero socialista José Antonio Godoy considera que, “si ya en 2005 el Cabildo de Gran Canaria intervino ante el Ayuntamiento de Madrid para que resolviera sobre la propiedad de la tumba, también lo puede hacer ahora para la restauración, conservación e identificación con facilidad de la misma. No en vano nuestro literato- reconocido por muchos como el mayor novelista español después de Cervantes- [y su patrimonio, traspasa las fronteras insular y nacional”.

En la madrugada del domingo 4 de enero de 1920 moría en Madrid Don Benito Pérez Galdós, en la calle Hilarión Eslava 7. Embalsamado por el doctor y amigo Marañón, la capilla ardiente se instaló primero en el domicilio y luego en el Patio de Cristales del Ayuntamiento de Madrid. Costeado por el Estado, el entierro tuvo lugar el día 5 de enero del mismo año en el cementerio de la Almudena, en una tumba de granito de dos cuerpos, que sobresale del suelo un poco más de medio metro.

Según cuenta Pedro Ortíz Armengol- biógrafo de Pérez Galdós-, el terreno para su panteón lo adquirió a perpetuidad en 1902 doña Carmen Pérez Galdós; aunque otros galdosianos apuntan que fue su esposo, José Hermenegildo Hurtado de Mendoza, quien adquirió un espacio en el cementerio de la Almudena a mediados de 1880 y que lo dividió en dos partes, una en cuya lápida está la inscripción “Familia Hurtado de Mendoza y Pérez Galdós” y otra con la inscripción “Familia Pérez Galdós y Hurtado de Mendoza”.

El 14 de octubre de 2005 la prensa publicó que el panteón comprado en 1901 por el propio Galdós en la Almudena, sería eliminado por el Ayuntamiento de Madrid si no se abonaban los 61.912’34 euros exigidos por la Empresa Mixta de Servicios Funerarios para su conservación.

El 30 de octubre de 2005 Luis Verde Muntán, biznieto de Pérez Galdós, publica un artículo en la prensa donde dice que su bisabuelo había comprado la tumba en vida y a “perpetuidad”.

Una medida legal retroactiva del año 1964, establecía que la perpetuidad en terrenos públicos quedaba limitada a 99 años, con lo cual y, con independencia de quien adquiera el terreno y la fecha, los 99 años ya se habían más que cumplido en 2005, por lo que, ajustado a la norma legal, se le exigía a la familia los 61.912’34 euros.

Ante tal situación, tuvo que mediar el Cabildo de Gran Canaria ante el Ayuntamiento de Madrid, y en el Boletín del Ayuntamiento de Madrid del 10 de noviembre de 2005, se publicó que en la sesión ordinaria de la Junta de Gobierno celebrada el día 13 de octubre de 2005, se acordó “donar los terrenos y derechos de usos del panteón de Don Benito Pérez Galdós en el cementerio de La Almudena a los herederos del mismo.”

En 2010 hubo un toque de atención también en la prensa madrileña en un artículo titulado “En la ciudad de las tumbas” (ABC 02/11/2010) refiriéndose a la tumba de Pérez Galdós como “huérfana y cubierta de polvo”. “Así continua en este 95 aniversario de su muerte, olvidada por las administraciones públicas Canarias- la tierra que le vio nacer- y por las administraciones madrileñas- la ciudad donde vivió casi toda su vida, a excepción de los años en Santander- y a las que ha dado lustre a través de su prestigio y producción literaria, la más prolífica del panorama literario español después de Lope de Vega”, denuncia.

El propio Pérez Galdós, visitando en Inglaterra la tumba de Shakespeare en 1889, recordó las dificultades que existían en España para encontrar los restos de nuestros grandes artistas debido a que “nuestra incuria no nos permite vanagloriarnos de esto, y aunque sabemos que los huesos de Cervantes yacen en las Trinitarias… no podemos separarlos de los demás vestigios que contiene la fosa común”.

“Quienes tenemos responsabilidades en las administraciones públicas, sean de gobierno o de oposición, no podemos ni debemos esperar a que lleguen las fechas al uso como son aniversarios de nacimiento y muerte, publicación de alguna de sus obras, estreno teatral o fílmico, para velar por el patrimonio galdosiano, en el que se incluye su tumba”, concluye Godoy.

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