lunes, 18 de enero de 2016

Lo que no ha dicho ningún veterinario

Por las cuentas que les traen-, lo ha dicho un médico. Sucedió, que visitando un médico una explotación ganadera de un amigo suyo, al ver lo que le echaba de comer a sus animales (vacas y cabras), le dijo: “¡Yo, eso no se lo echaría a mis animales (a las cabras), porque es una droga; es como una persona, que se acostumbra, y ya no puede vivir sin ella...!” 

Las Palmas de Gran Canaria (Canarias), 18 de enero de 2016 / Artículo de Opinión / Fernando Báez (Sacerdote)

Ahora empieza uno a comprender el por qué de la matanza de las cabras libres, ya que éstas no comen piensos, y el negocio se les viene abajo. Recuerda un servidor, que en Fuerteventura donde estuvo sin salir la hierba tres años, y cuando llovió, y salió la hierba, las cabras se asustaban mirando la hierba sin probarla. Es decir “drogadas” con piensos, no conocen la hierba con la que la naturaleza las ha mantenido desde la creación del mundo, pero acostumbradas (drogadas con los piensos), solo comen eso. Y tal es así que conozco un pastor, que el Domingo último -así vea los ojos de Dios- a sus cabras -un largo centenar, cercano a las doscientas- todas encerradas en la explotación, no las saca nunca del corral, y solo se alimentan de lo que sale de esos sacos de piensos, que ahora paso a analizar sus componentes, que todo traído de fuera, es el negocio padre, al que no contribuyen las guaniles (¡gracias a Dios!), y por eso las matan. También las matan la sobredosis de piensos, y así conté cómo a otro pastor, en una semana le cayeron muertas siete de sus sesenta cabras. Piensos asesinos que las matan; y si no, están enfermas; consideración de todo adicto a droga si es humano, y otro tanto si se trata de cabras. 

Nuestras cabras, ya sin forraje, son y están drogadas con piensos compuestos que contienen: millo (ellos lo llaman maíz), cebada, alfalfa  (tratada: deshidratada y granulada), pellet (a saber qué es eso) de remolacha,  harina de extracción de soja tostada (producida a partir de habas de soja modificada genéticamente), avena, salvado de trigo, guisantes, algarrobas, pipas de girasol, chochos (ellos los llaman altramuces), habas, carbonato cálcico,  cloruro sódico,  fosfato bicálcico,  aceite de soja refinada (cancerígena, como es bien sabido y no de uso humano), proteína bruta, grasa bruta, fibras brutas, cenizas brutas (les recuerdo que bruta, hace referencia a animales muertos), almidón, 

humedad, vitamina  A, vitamina D3,  vitamina E (o lo que es lo mismo: alfatocoferol), etoxiquina (o lo que es lo mismo: E 324), setiolita (o lo que es lo mismo E 562), y todo eso y más a la leche de la cabra, o/y al queso, y usted se alimenta de eso. ¡Qué distinto cuando una cabra no ha visto el pienso y solo se alimenta de la hierba del campo, ese queso sabe a gloria, a queso-queso, el otro sin sabor alguno sino producto envenenado con tanta droga, pues el animal adicto al pienso, solo come eso, y es el ganado que defiende el cabildo, y no al sano que anda por los riscos, y lo mata!

El Padre Báez, que les informa de la drogadicción de nuestras cabras tabuladas, en explotaciones, enfermas por adicción a la droga descrita bajo el pseudónimo de “piensos completos”, y poco a poco les iré descubriendo lo que estos impresentables ocultan.

“... tiene ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen...” (salmo 113 B).

Ya está en marcha el “COLECTIVO SALVEMOS LAS CABRAS”, que pretende la unión de todos los defensores de los derechos de los animales, en su defensa ante la matanza que de ellas hace impunemente -desoyendo a Europa-, el cabildo del ahora Gran Tabaibal, antes Gran Canaria, para que ceje de su empeño de acabar con lo mejor de la fauna que poseemos, defendiendo unos endemismos que no existen, con tal de mentir al mundo, y obtener unos dineros de la misma Europa engañada. ¡Únete a nosotros, por aquello del refrán que dice: “la unión hace la fuerza”! Cada vez somos más, no te quedes al margen.

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