Las Palmas de GC, 16 de agosto de 2010 | Opinión | José Manuel Soria.
El papel de una prensa libre y no subvencionada es fundamental en una democracia. Sin ella, la democracia es menos democracia y con ella la democracia es más fuerte. Una información veraz y una opinión independiente deben seguir siendo los adalides de una prensa libre. Por eso pienso que, a pesar del creciente uso de las redes sociales como forma de expresión y de comunicación de personas o grupos entre si, la prensa convencional, sea radio, prensa escrita o televisión, seguirá teniendo un rol importante como garantía de un Estado de Derecho.
La mayor parte de la prensa convencional- es verdad que a ritmos diferentes- desde hace ya tiempo, en el mundo y en España, utiliza también las redes sociales, tanto para captar información cuanto para participar a través de ellas en los debates públicos, abiertos, sin censuras y transparentes, que las redes sociales posibilitan gracias al uso masivo de las nuevas tecnologías.
Creo que esa interacción entre infinitos oferentes y demandantes de información, opiniones y reflexiones, que además interactúan desde diversos puntos del planeta, sin siquiera salir de casa, cualquiera que sea la hora del día, es lo que hace posible hablar en este siglo XXI de una comunicación entre los humanos más directa, más transparente y, también, más democrática.
Cualquiera que desee comunicar algo dispone en la RED de múltiples herramientas. Puede elegir, libre y legítimamente, la que desee. Una o varias. Esa es la libertad de elección de cada persona. Precisamente ahí es donde radica la grandeza del universo de la RED. No importa que se desee transmitir un sentimiento personal, una convicción, una creencia, una canción, una melodía, un video, un estado de animo o una idea política. Lo importante es PODER hacerlo y, además, poder hacerlo en LIBERTAD, sin la intermediación de un interprete, de manera directa y con la certeza de que al otro lado habrá alguien, o decenas, o centenares o miles de personas, que leerán, mirarán o escucharán lo que comunicas. Y que algúnos lo compartirán. Otros no. Y que, unos y otros tendrán la LIBERTAD de comentarlo o no. Y esa interacción que se retroalimenta cada milésima de segundo en la RED, accionada a golpe de clicks en todos los rincones del planeta, hace que esta sea cada vez más grande, más necesaria pero, al tiempo, también más temida por algúnos.
Temen en efecto la LIBERTAD de la RED quienes se resisten a perder el beneficio personal y empresarial que hasta ahora les otorgaba el monopolio de la información y opinión unidireccional.
Son minoría, es verdad, porque la mayor parte de los medios convencionales, escritos, de radio y de televisión, están demostrando una rápida y eficaz adaptación a las bondades del uso masivo, creciente e irreversible, de las redes sociales por parte de personas libres.
Sin embargo, hay algunos que no parecen acreditarlo, por lo que, dentro de mi libertad de expresión, quiero hoy ponerlo de manifiesto con el fin de poder contribuir también a su paulatina adaptación a la realidad de las redes sociales. Me refiero al peridico Canarias7 que, en el día de hoy, utiliza nada menos que su editorial, para arremeter contra quien suscribe en relación a mi reciente reflexión en mi Blog sobre los incumplimientos del gobierno del Presidente Zapatero con Canarias.
Nada tengo contra la libertad de la linea editorial del Canarias7 posicionandose en favor del PSOE ("Soria entró en su blog y colgó una andanada contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero"); en contra del PP y de su presidente autonómico ("como la cabra, que siempre tira al monte "); o en favor de nuestro socio de gobierno ("hasta julio los nacionalistas ponían la otra mejilla y aguantaban en silencio las tarascadas de los populares"). Todo eso es legítimo y forma parte de la ABSOLUTA libertad editorial del dueño de Canarias7, el ex director general de la caja de ahorros, Juan Francisco García, para arremeter contra unas formaciones políticas y defender a otras. Es su LIBERTAD de elección. Cuestión diferente son sus lamentos por perder un creciente número de lectores que no aciertan a comprender la línea de un periódico que da bandazos a diestro y siniestro en función de cómo se levante cada día su propietario. Y que, además, desde hace tiempo mantiene una obsesión contra el PP como si realmente le fuera la vida en su empeño por romper el pacto de gobierno en Canarias y en su fijación porque no gane el PP las elecciones. Ni siquiera me referiré a sus obsesiones y fijaciones personales.
Pero sí quiero llamar la atención sobre un detalle. Me parece que la RED es lo suficientemente LIBRE como para que cuando alguien se expresa libremente en ella, como lo hacen millones de blogueros o usuarios de Facebook, Twitter u otras redes, el debate sobre lo que se dice se haga en igualdad de condiciones, en la misma RED GLOBAL en la que TOD@S podemos interactuar con LIBERTAD. No hacerlo así, me parece legitimo. También respetable. Pero creo que el propietario de Canarias7 (a pesar de su huella imborrable en su paso por la Caja de Ahorros), en su faceta de editor debiera dejar de lado algunas de sus fobias personales. Por ello (simplemente como usuario y creyente en el poder y utilidad democráticos de la RED) me atrevo a sugerirle que, en estos momentos de transformaciones irreversibles, no siga aprovechándose de su condición de editor para posicionarse contra los contenidos de un Blog, cualquiera que sea el mismo y quien quiera que sea el bloguero. Respetuosamente le sugeriría que, en relación a los contenidos de los Blogs, interactuara en la RED y que respondiera por si mismo o por tecerros, en ella. En sus editoriales, en cambio, puede seguir posicionandose en favor del PSOE y en contra del PP. Esa es una opción que con legitimidad le asiste y que, como ha sucedido ya en otras ocasiones, también puede cambiar radicalmente cuando cambie el ciclo político. Es la consecuencia de disponer de un medio de comunicación sin línea editorial definida y elaborada, por tanto, a golpe de la filia y fobia del día.
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