Las Palmas de GC, 16 Agosto de 2010 | Opinión |Rafael Vidal - ASSOPRESS.
Hace semanas me encargaron la delicada tarea de hacer un artículo basado en la máquina de coser. Permítanme antes que presente mi nombre es Rafael Vidal naci en la ciudad de Lleida donde a los dos meses de nacer mis padres se trasladaron a vivir a Girona allí fue donde me crie y donde pude iniciarme a la edad de 17 años como técnico y comercial de máquinas de coser junto a mi padre al cual le debo mi experiencia, mi ilusión y pasión por este oficio.
Con 31 años de experiencia y avanzando día a día hoy puedo asegurarle que es toda mi vida, no podría expresarles en pocas palabras todo lo que significa para mi la maquina de coser .Siempre luche por ser el mejor en mi trabajo, sacrifique tiempos de juventud por aprender y saber todo lo que era una maquina de coser, aprendí a quererla como jamás nadie puede querer y respetar su profesión.
Durante años me especialice en máquinas de coser domesticas de todo tipo haciendo trabajos como por ejemplo restauraciones completas de maquinas de coser antiguas. Después quise dar el salto al campo industrial y también tuve que especializarme, durante años estuve muy metido en ese campo. Hoy y después de la gran crisis textil que sufrimos he vuelto a la maquina de coser domestica donde a todos mis clientes les doy lo mejor de mi en cada uno de mis trabajos.
Mi deseo con este articulo es poder darles un poco de historia y cultura sobre la maquina de coser, pero a su vez concienciarles que una maquina de coser sea cual sea y este como este, siempre merecerá la pena que manos expertas vuelva a revivirla, detrás de cada una de esas maquinas hay verdaderas historias y sentimientos muy fuertes ,que en el transcurso de generaciones, se olvidan o bien no se quieren tener en cuenta. Desearía que después de leerme pudieran amar y querer tanto a la maquina de coser como yo la quiero.
Hay cinco puntos muy importantes a tener en cuenta sobre los inicios de la máquina de coser y que he querido resumir de la siguiente manera
No olviden que la invención y la popularización de la máquina de coser está considerada una de los hitos más importantes del conjunto de transformaciones tecnológicas, sociales y económicas que se produjeron durante el siglo XIX.
Orígenes y primera patente
Charles F. Weisental comenzó a escribir las primeras líneas de la historia de la máquina de coser el año 1755 al patentar una aguja de doble punta que permitía realizar puntadas.
No obstante la primera máquina de coser, en sentido estricto, la patentó el inglés Thomas Saint el 17 de julio de 1790. El invento no se llegó a comercializar y sólo se ha conservado la descripción de la patente. Se trataba de un artefacto de madera en su mayor parte, movido a mano, con un plato horizontal y sobre él un mecanismo que conducía la aguja para perforar la ropa.
Barthélemy Thimonnier
El siguiente gran paso para la mecanización de la costura lo dio Barthélemy Thimonnier, en el año 1830. Este sastre francés ideó y patentó la primera máquina de coser con aguja vertical. El aparato incorporaba un pedal, cosía a cadeneta y podía llegar a hacer 200 puntadas por minuto. Thimonnier convenció a un grupo de inversores y creó una fábrica con ochenta máquinas para confeccionar uniformes del ejército francés. Se trata del primer taller mecánico de confección del mundo.
Un año después los sastres parisinos, alarmados por la posibilidad que el invento de Thimonnier les quitara el trabajo, atacaron el taller y destrozaron todas las máquinas. Arruinado y sin sus socios inversores, el francés llevó a cabo diferentes mejoras respeto el primer prototipo que no se llegaron a producir. Murió en la mas absoluta miseria y olvidado
La máquina de coser moderna: Elias Howe e Isaac Singer
El salto definitivo hacía la máquina de coser moderna, con doble hilo, se produjo en los Estados Unidos y fue el fruto del trabajo en paralelo de dos mecánicos: Elias Howe e Isaac Singer. Las mejoras introducidas por ambos fueron seguidas por un litigio para la producción de las máquinas que acabó en los tribunales.
Elias Howe se obsesionó con la idea de intentar imitar una máquina de coser eficiente. En un primer momento intentó imitar el movimiento del hombre al coser pero pronto centró sus esfuerzos en crear una máquina que realizase puntadas en línea recta. Patentó el invento el septiembre de 1846.
Al mismo tiempo Singer desarrollaba su propia máquina de coser, superior a la de Howe. Tenía una aguja vertical, contaba con una palanca ajustable que mantenía la ropa en su sitio y disponía de un pedal para hacer funcionar la máquina.
Howe inició un contencioso con Singer al considerar que las dos máquinas utilizaban el mismo mecanismo. Los tribunales determinaron que para cada máquina de coser fabricada por Singer, Howe recibiría un royalty. Los dos murieron multimillonarios.
Expansión de la máquina de coser
La llegada de Singer en el campo de la fabricación industrial de máquinas de coser fue el inicio de la expansión y popularización del invento ya que la compañía, I.M. Singer & Co., introdujo la fabricación en serie, la renovación permanente de modelos y la adaptación de estos a todo tipo de trabajos y a unos precios asequibles Una vez expiró la patente, hacía 1877, surgieron muchos competidores a la Singer a pesar de continuar siendo la máquina más extendida.
Consecuencias de la mecanización de la costura
Los principios básicos del funcionamiento de la máquina de coser quedaron establecidos a partir de 1860 y sufrieron pocas alteraciones a partir de ese momento. A lado y lado del Atlántico la máquina de coser entró con fuerza a las fábricas y a las casas, causando una auténtica revolución a nivel productivo, económico y social:
• Posibilitó el crecimiento de la industria textil.
• Supuso el acceso de las mujeres al mundo laboral.
• En el ámbito doméstico fue una segunda fuente de ingresos, además de ser utilizada para la confección del vestuario familiar. A las niñas, des de pequeñas, se las enseñaba a coser.
• Permitió la aparición de las tiendas de venta al detalle y de la moda prêt à porter.
¿Saben? He tenido la suerte en mi vida de nacer genéticamente con este oficio, y este oficio no es solo saber de técnica y de comercial es también saber de esa misma cultura que esta profesión tiene, saber el máximo de cómo empezó, lo que fue y lo que es realidad. Siento nobleza y mucha humildad por todo lo que hago en mi trabajo y mi máxime constancia es dar todo lo mejor de mi a la gente e intentar culturizar de lo que significo la maquina de coser y lo que en el siglo XXI sigue siendo, es mi lucha.
Para terminar, recuerdo que la persona que me brindo la oportunidad de poder hacer este articulo me dijo si alguna vez me habían dado algún premio, yo le dije que no, pero a mis adentros mi respuesta fue, mi premio lo tuve a mis 17 años y durante 31 años he tenido el premio de la gente que me conoce en agradecerme toda mi labor en el mundo de la maquina de coser.
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