Las Palmas de GC, 11 de noviembre de 2010 | Opinión | José Manuel Soria
La última crisis del Gobierno de la Nación refleja varias cosas. Una no menor es que ZP ha tirado la toalla en los temas que importan a los españoles. Esos temas, según la última encuesta del CIS son tres. El paro, la situación económica y las pensiones. El paro en España: es el más alto de Europa. La situación económica: la peor de las grandes economías del mundo. Respecto a las pensiones: congelación unilateral…bueno con el apoyo parlamentario de PNV y CC.
Se podría argumentar, por contra, que el cambio del ministro de trabajo se dirige a mejorar el empleo. Pero parece poco probable. El nuevo ministro ha de aplicar una reforma laboral respondida por los sindicatos con una huelga general. A la que asistió el actual titular de trabajo cuando aun no lo era… supongo que no se fue de huelga para apoyarla.
El problema de la política económica española no es de ministr@s. Es del propio presidente. "La dirige a su antojo, sin la menor formación al respecto y lo que es peor, con una insensatez manifiesta". Lo entrecomillo porque son argumentos que tomo en préstamo de un amigo socialista. Así me lo dijo hace un tiempo.
Sin embargo, para los españoles y para los canarios, el paro sigue siendo su principal problema personal. Zapatero lo sabe, no es tonto. Y sabe de su incapacidad para arreglarlo, aunque no la reconoce. Por eso sólo le queda despistar. Frente al paro, despiste. Es una técnica ya conocida. Algun@s son expertos en ella. Es, en apariencia, fácil de articular.
Se escogen dos o tres argumentos. Se habla con la prensa amiga, esa que vive de los recursos públicos. Los argumentos, a ser posible, deben servir además para alentar a sus desanimadas bases. Pero muchos que votaron al PSOE, entonces tenían empleo. Hoy lo han perdido. Y están tan desesperados como los parados que votaron al PP. Ya no les valen los señuelos. Ni las cortinas de humo. Lo que quieren es trabajar.
Quieren tener una vida digna. Y la dignidad, hoy, es ser libre. Y no eres libre si dependes de un subsidio estatal para subsistir. Porque te crea inseguridad. En el presente y en el futuro. Para ti y para tu familia.
Por todo ello, creo que ahora el despiste no funciona. Ni funcionará. Por más que el gobierno ponga sobre la mesa asuntos hoy no prioritarios frente al drama del paro.
Lo estamos viendo. Unos días salta un vocero acusando al PP de "llevar el machismo en sus genes". Otro ponen sobre la mesa el "sí pero no" de las supuestas negociaciones y conversaciones con ETA, para que su entorno pueda presentarse a las elecciones. Luego vienen con que Zapatero se va a Afganistán mientras el Papa visita España. Todo ello, siempre combinado con los famosos "dossiers" hechos a la carta.
Debidamente clasificados por niveles de estruendo. Siempre sobre adversarios políticos, preferiblemente del PP. Y a la espera de la debida orden. A dar en caso apuro. Por ejemplo: ante datos económicos aun más adversos. Basta decir "marchando una de mucho ruido". Y desde los fogones: “oído cocina”. Varias ediciones de telediarios garantizadas.
Pero el despiste es un recurso artificial. Vale para que tus patrocinados con dinero público deriven la atención de lo que realmente preocupa a los ciudadanos. Puede servir para acallar la conciencia de quienes prefieren titulares sobre religión, antes que verdades sobre el paro.
Pero el despiste no cura la ansiedad del parado. Ni la desesperación de quien lleva años desempleado. Ni la del jubilado que ve como la fiesta del gasto público se salda congelando su poco abultada paga.
Más cerca, en Canarias, tenemos también algún ejemplo. Cada día decenas de empresarios, autónomos y personas me transmiten, en directo, por la red, su impotencia vital ante la situación. El banco no les renueva la póliza. La empresa lo ha parado. El ayuntamiento no le paga lo que le debe. Los créditos del ICO no aparecen por ningún lado. Y muchos de ellos me preguntan, ¿crees que las aguas interiores me ayudarán a encontrar un trabajo? ¿Crees que la reforma del Estatuto ayudara a que las administraciones me paguen lo que me deben? Les contesto que no. Pero les doy una esperanza. Esto tiene arreglo. Consiste en afrontar la situación y hacer las reformas necesarias. Son muchas, pero sobre todo dos. Una financiera para que los bancos vuelvan a dar crédito. Y una laboral para que lo fácil sea contratar, no despedir.
Eso sí, mientras los "amigos" sigan llenando páginas y páginas con las aguas interiores y con el Estatuto, menos páginas habrá para hablar de lo que preocupa a la gente, según el CIS: el paro, la situación económica y las pensiones. Frente al paro, no cabe el despiste.
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