Las Palmas de GC, 10 de enero de 2011 | Politica | José Manuel Soría.
El pasado 16 de noviembre, subí a mi blog un apunte bajo el título OJITO A PORTUGAL. Seguía a otro anterior, del 15 de noviembre, que titulé OJITO A IRLANDA. Creo que es obvio el porqué del título de este apunte. En referencia a Portugal (disculpen la autocita) dije entonces "Algunos estados han gastado muy por encima de lo que pueden y se han endeudado por encima de su capacidad de devolución de lo pedido en préstamo. Lo cual hace alarmar a los que han prestado que, para seguir prestando, les exigen cada vez más garantías que, cada vez, resulta más difícil dar a quienes piden prestado"
"Eso le pasó a Grecia en la primera mitad de este año. Y la Unión Europea tuvo que ir en su rescate. O sea, prestarle en mejores condiciones, "menos gravosas" que los mercados internacionales. Y eso es lo que la UE está a punto de hacer con Irlanda. Aunque Irlanda parece resistirse. Es normal. Internacionalmente es un desprestigio que te rescaten. Es el reconocimiento de que no lo has hecho bien.
Pues bien. Desde aquel apunte a hoy han pasado ocho semanas. Y la UE ya ha salido en rescate de Irlanda. Entonces, la UE discutía si rescatar también a Portugal. Y se optó por demorar ese rescate. Ahora, sin embargo, el rescate portugués ya está prácticamente ultimado. Y se ultima entre Merkel y Sarkozy. Sin contar con Zapatero. Bueno fuera. Lo que Francia y Alemania sugieren es que Lisboa pida la ayuda de la UE ante su inminente colapso.
De acuerdo a la información de la prensa especializada, España no ha sido informada. Lo que es peor, el gobierno de Zapatero insiste en que el país vecino no necesita la intervención. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar... Pero Portugal tuvo que ofrecer la semana pasada un tipo de interés básico del 3,69% para colocar bonos en el mercado a seis meses. En comparación, el mismo día, Alemania obtuvo financiación por 2,87% a diez años. La prima de riesgo de la deuda portuguesa y los seguros a suscribir por posibles impagos de su deuda (los llamados CDS) escalaron hasta límites nunca vistos en su historia. La bolsa portuguesa se hundió un 3%, el euro cayó hasta los 1,29 dólares y el contagio golpeó con fuerza a España.
Se da por sentado que cuando el precio de la deuda de un país supera el 7%, como le ocurre ahora a Portugal, ya no es rentable acudir a los mercados a buscar dinero. Resulta mejor que Europa se lo de a poco más del 5%, con un trato mucho más ventajoso, y que además permite a los europeos limitar las consecuencias de caer en manos de acreedores impredecibles. Nadie ya lo duda, los mercados, o sea, quienes te prestan dinero, ya tienen asumido que Portugal pedirá a la UE que acuda en su rescate.
La claridad de análisis de las dos economías centrales de la UE contrastan , en cambio, con la candidez habitual del presidente Zapatero. Este sigue diciendo que Portugal no necesita recurrir a un rescate. Zapatero, para ello, invoca al amigo chino. Dice que a lo largo de toda su gira europea del viceprimer ministro chino, Li Keqiang, mostró su apoyo a seguir comprando la deuda europea. O sea, comprándose Europa. Agüita. Justamente una de las cosas que más preocupa en Berlín y en París es, justamente, en manos de quiénes se están poniendo los países en crisis. Ya no es que te sigas encontrando una tienda china en cada esquina de tu pueblo. En las que no hay horario. Y venden todo a medio euro. Y se conviertan en nuestros banqueros. En nuestros administradores. Fuerte. O muy fuerte. Depende como se mire.
Por eso, justo por eso, Alemania y Francia no creen que la generosidad china garantice la solución del problema y ven con preocupación la próxima evolución en los mercados europeos.
El pasado jueves el Tesoro portugués salió a los mercados a buscar dinero. Pidiendo préstamos. Buscando alguien que estuviese dispuesto a prestarle. Pero no encontró respuesta. Han decidido volver a intentarlo a partir de mañana lunes 10. Pero la semana que empieza va a ser aún más complicada. Coinciden varias economías "en apuros financieros" pidiendo dinero en los mercados. España, Italia y Grecia salen a pedir dinero estos próximos días. No será difícil que se precipite la necesidad de un rescate a Portugal. Lo veo cada minuto que pasa más cerca... y más necesario.
La visita del mandatario chino ha sido importante. Y su ofrecimiento fue muy bienvenido. Pero no olvidemos lo sustancial. A los dos días de su visita, los mercados se han vuelto a tensar forzando a Zapatero a defender a Portugal y a endurecer el ajuste de las pensiones para evitar el rescate. Tras la promesa china de comprar deuda pública española, la confianza en la misma disminuía y la prima de riesgo nacional alcanzaba los 270 puntos básicos de diferencia con respecto al bono alemán. La razón principal es que se va al garete la economía de Portugal, la última barrera antes de que los mercados dirijan todas sus tropas sobre España.
Aunque entonces no trascendió, ahora sabemos de la reunión del pasado 6 de diciembre de los ministros de economía europeos. Ocurrió que varios ministros de Finanzas plantearon a Elena Salgado, si a España le podría interesar acogerse preventivamente a la llamada Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se trata de una facilidad de crédito creada por esta institución para que países envueltos en tormentas financieras dispongan de financiación a corto plazo y puedan evitar, al menos de momento, tener que someterse a rescate.
Los países que se acogen a ella dan la señal a los mercados de que tienen en la recámara un instrumento para salvar cualquier situación puntual de falta de liquidez. Polonia, México o Colombia ya se han apuntado... Pero resulta inquietante que en Bruselas puedan siquiera imaginar a España en esta lista.
El gobierno de Zapatero también ha ocultado algo más sobre lo que Europa piensa de España. Ahora también sabemos que en la UE se ha debatido si España debe someterse a un examen internacional exhaustivo sobre la sostenibilidad de su deuda como han hecho ya otros países. Distintos informes revelan datos graves sobre la situación de España. En ningún país del euro, incluido Irlanda, la deuda de bancos y cajas representa más de la mitad del Producto Interior Bruto del país, como sucede en España, donde alcanza el 54%. Además, sólo el nacionalizado sector financiero británico arrastra, desde antes de la crisis, más préstamos a empresas y al sector inmobiliario que el español. Por si fuera poco las emisiones de cedulas hipotecarias por bancos y cajas en España, representan un tercio del total europeo, con lo que eso supone de vencimientos. Y, por último, la exposición de la banca francesa y alemana a España (o sea su riesgo frente a la banca española) representa prácticamente todo su capital y reservas. Por eso no es fácil que Merkel y Sarkozy permitan que Zapatero anuncie este Enero una reforma del sistema de pensiones que contente a los sindicatos y alimente la especulación contra España.
Mientras tanto, en Francia proponen crear un Tesoro Europeo que gestione la deuda sólo de los países europeos más saneados. Y para los no saneados, que pidan rescate. Y en Alemania, el partido democristiano bávaro -pilar de la canciller alemana- han enviado una carta al presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, para que deje de comprar deuda de los países indisciplinados. Los alemanes parecen haberse cansado definitivamente de pagar la fiesta de Zapatero y sus imprevisiones. Lo peor es que lo vamos a pagar los españoles. Bueno, de hecho, ya lo estamos pagando. Así están las cosas a nueve de enero de 2011. Ojito a España.
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