La reputada compañía escénica afronta una atrevida y divertida revisión del popular personaje de ‘La Celestina’ escrita por Julio Salvatierra, que encarna el actor Álvaro Lavín y dirige Miguel Seabra
Valsequillo, 30 de marzo de 2011 | Teatro - Cultura | Gabinete de Prensa.
La compañía Teatro Meridional presentará el próximo viernes, día 1 de abril, en la Casa de la Cultura de Valsequillo (21.00 horas), la coproducción Calisto, historia de un personaje, una obra que la reputada compañía ha afrontado con la productora grancanaria Unahoramenos, con la que mantiene desde hace años una estrecha y sólida vía de colaboración.
El citado montaje de esta veterana compañía de la escena nacional llega a Valsequillo tras ser representado en la isla de La Palma, en donde el Teatro Meridional ha iniciado su gira canaria que concluirá a principios de mayo. El montaje se incluye dentro del circuito canario Islas de Música, Teatro y Danza que organiza la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, y tras su paso por el escenario palmero, Calisto se escenificará en Gran Canaria, en la Casa de la Cultura de Valsequillo. Después de escenificarse en el mencionado municipio grancanario, Calisto se desplaza a Los Realejos, en Tenerife, en donde se mantendrá en cartel los días 2, 4 y 5 de abril, también en su Casa de la Cultura.
Con texto de Julio Salvatierra y dirigido por Miguel Seabra, el actor de la Compañía Teatro Meridional, Álvaro Lavín, se sube al escenario para dar vida a Calisto –el conocido personaje de La Celestina- siglos después de que lo inmortalizara Fernando de Rojas. La coproducción Calisto, historia de un personaje, permitirá al público canario comprobar la capacidad interpretativa y dramática de Lavín, que es capaz de encarnar a más de veinticuatro personajes en algo más de la hora que dura el citado montaje.
Después de un periplo de tres años por gran parte de España, Portugal y América Latina, Calisto llega a los teatros de Canarias para seguir recordándonos la existencia del conflicto universal entre los sueños y las realidades desde los tiempos de Fernando de Rojas hasta Shakespeare. El joven mozo de La Celestina rememora los momentos cruciales de su andadura durante sus quinientos años de existencia transcurridos a medias recorriendo Europa y sus escenarios, y a medias encerrado en un limbo donde los personajes imaginarios reflexionan y reviven ante nuestros ojos contemporáneos.
Pero a medida que Calisto va contando sus historias, éstas se van entrelazando con el conflicto que une, simbólicamente, al personaje y al actor: ¿quién es más real? ¿El sueño o la realidad? ¿La realidad o el deseo? ¿La carne o el espíritu? ¿Sirve para algo imaginar y soñar? Con esta obra Meridional Teatro asimismo pone al descubierto la historia del proceso renacentista que inicia el origen del hombre de nuestra época, la evolución cultural que ha recorrido nuestra sociedad occidental y que, sin nosotros saberlo, nos ha conformado y nos ha hecho ser como somos ahora.
La historia de Calisto es también la del teatro, pero sobre todo, la del conflicto entre los sueños y las realidades, entre el espíritu y la carne, visto desde el tono fundamentalmente irónico y crítico que Meridional Teatro casi siempre otorga a sus cuidadas producciones escénicas. Lavín-Calisto se enfrenta a un soliloquio en un escenario desnudo de cualquier ambientación, salvo una silla, en esta historia que combina magistralmente la fabulación y el humor. El solitario intérprete ha recibido un premio por esta interpretación en el II Certamen Nacional de Teatro de Garnacha de Rioja.
COPRODUCCIÓN CON UNAHORAMENOS
El citado montaje no es el primero que coproducen Unahoramenos y Teatro Meridional. Con anterioridad ambas productoras se habían embarcado en el existoso La verdadera historia de los hermanos Marx o la delirante Una comedia americana. Son ya dos decenios los que Teatro Meridional lleva dejando su impronta en los escenarios españoles y extranjeros, con obras como Las cósmicomicas, La verdadera historia de los hermanos Marx, Cyrano, Romeo o Negra!, entre otros. En todas ellas ha perseguido indagar en los límites de la teatralidad como mecanismo de sorpresa y descubrimiento, aunque sin olvidar que el teatro es también espectáculo y que se produce para ser visto por el público. Con una clara vocación viajera ha actuado en más de quinientos teatros repartidos por todas las comunidades españolas y en más de diecisiete países, superando las 1.800 funciones y los 325 mil espectadores. Ha recibido numerosos galardones en distintos ámbitos a lo largo de su trayectoria, entre los que se podrían destacar el Premio Ojo Crítico, de Radio Nacional de España, en 2006 o el Premio Nacional de Teatro en Portugal, en 1994, así como diversas nominaciones a los Premios Max de las Artes Escénicas.
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