Canarias, 18 de junio de 2011 | Opinión | Jacobo Medina (*)
Todo comenzó como un movimiento defensor a ultranza de lo justo, de la transparencia política, de la desaparición de la corrupción, y se ha convertido en un despotismo que roza en algunos lares, como Cataluña y Madrid, la violencia, la intimidación y un gran atentado contra el honor de muchos políticos que no están embarcados en la misma chalana que otro tipo de políticos que buscan el interés particular frente al general.
En las últimas semanas nos hemos dado cuenta como el movimiento ha ido perdiendo fuelle, y es que, señores y señoras, no se puede permitir que la indignación lleve a un grupo de personas a escupir, tirar piedras y calumniar a cargos públicos, que amén de lo que han hecho o puedan hacer, son nuestros representante y los que el pueblo ha elegido, por lo tanto debemos respetar con tolerancia la decisión de las urnas, ¿Por qué no amenazan a la población que vota?, Porque es más difícil y se obtiene menos protagonismo, porque es más populista arremeter contra cargos públicos.
La Puerta del Sol de Madrid se convirtió en un albergue social, donde aprovechaban los vagabundos para pedir comida y tener cobijo durante la noche, también mientras se celebraban las famosas asambleas muchos jugaban al ajedrez y otros dormían la resaca de la noche anterior…
La mayoría de los españoles apoyamos la principal reivindicación del movimiento 15-M, que es buscar una democracia justa, real y equitativa. La tasa de paro juvenil roza el 43% y las pocas oportunidades que les dan a los jóvenes que finalizan sus estudios o aquellos que cursan una carrera tengan que pagar unas matriculas desmesuradas para una educación pública, hace que los jóvenes nos veamos en una cola del paro antes que en un oficio.
Muchos partidos políticos, como IU aprovechan el tirón del movimiento Democracia Real Ya para mejorar los resultados de las elecciones de 2008 y aún así los indignados han bañado, literalmente al Secretario General de Izquierda Unida Cayo Lara, cuando se acercaba a una de las concentraciones de los indignados y anti-sistema.
La plataforma Democracia Real Ya en Canarias quiere hacer de las instituciones (Cabildos y Ayuntamientos) su Gran Hermano particular, donde el cargo público haga las veces de concursante, eso sí, antes de entrar en la casa tienen que publicar su patrimonio y durante su estancia, publicar su sueldo, cuántos móviles utilizan, cuántas tarjetas de crédito…con el fin de poder compararlo cuando salgan de la “casa”. Rebasando los límites de la intimidad personal.
Cuando comenzó este movimiento pensé que era una congregación de hippis al poder y me equivoqué, les di la oportunidad de expresar sus propuestas y ganarme como ciudadano, pero estoy viendo cada día como la incoherencia dentro de ese movimiento y la falta de respeto, hace que los apoyen cada día menos ciudadanos. Está claro que la democracia que pedían se les ha ido de las manos.
Debemos respetar para ser respetados y si este movimiento cree que determinados políticos no tienen que estar en el poder, este movimiento tiene que convencer a la población que vote otra alternativa y de que vendan esa alternativa como la única que pueda sacar el País adelante.
(*) Jacobo Medina González es estudiante de Derecho de la Universidad de La Laguna y ex-presidente y fundador de la asociación de estudiantes universitarios conejeros (AEUCO). Actualmente trabaja como becario en el Centro de Documentación Europeo de la ULL y gestiona el blog www.paliquesincero.com
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