Màlaga, 04 de diciembre de 2011 / Opinión / Jorge Hernández Mollar.
No pretendo hacer aquí ninguna elucubración científica sobre la conocida “teoría del caos” y el “efecto mariposa” para explicar la evolución de determinados acontecimientos, la relación de causa-efectos entre ellos o la concatenación entre los movimientos de las alas de una mariposa y las consecuencias que producen…
Pero una simple observación de la realidad y de los hechos que vienen aconteciendo desde la caída del gigante Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión norteamericano, que gestiona 46.000 millones de dólares en hipotecas y que se declaró en quiebra, y del Bank of América que se vio obligado a comprar la entidad Merrill Lynch por 31.000 millones de dólares, nos lleva a la conclusión de que el caos se ha apoderado del mundo financiero y por ende de la economía real y que Europa ha entrado de lleno en una profunda crisis de identidad.
Dos hechos de gran relevancia demuestran la profunda herida que hoy se ha abierto en el corazón de la Unión Europea: la caída de dos gobiernos democráticos, Italia y Grecia, por exigencia principalmente de Alemania y Francia y su sustitución inmediata por dos gobiernos, llamados tecnócratas, y que tienen el plácet de los dos mandamases. Todo un golpe de Estado en regla, impensable en otro tiempo en la Europa democrática, y con el silencio y la anuencia del resto de los gobiernos de la UE.
España, posiblemente hubiera seguido el mismo camino, si Rodríguez Zapatero no hubiera convocado elecciones. Las presiones y amenazas para su dimisión y un nuevo gobierno “vigilado” se habrían producido inexorablemente. Si a esto se le añade las intervenciones de los presupuestos nacionales, que es lo mismo que decir de las políticas nacionales de los Estados miembros, y la anunciada “refundación” de la Unión Europea, de la mano de Alemania y su acólito Francia, la nueva aventura europea, con final incierto, está servida.
¿Existe una “mano negra” que mueve todos los hilos de esta gran crisis internacional que se está cebando fundamentalmente contra la Unión Europea? ¿Son los mercados indeterminados? ¿Las monedas y los gobiernos mundiales que las representan que ven en el euro un molesto competidor? ¿Los lobbies o grupos de presión financieros y políticos internacionales…?
¿Es una mera casualidad que Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión mundial se haya relacionado profesionalmente con los actuales primeros ministros de Italia y Grecia, Mario Monti y Lukas Papademo, así como con Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo que llegó a ostentar la Vicepresidencia para Europa de ese banco? La Fundación Rockefeller y el afamado Club Bindelberg, que reúne a los hombres y mujeres más poderosos de la tierra, tampoco son ajenos a alguno de estos personajes.
¿Existe una relación entre este caos internacional y la llamada “primavera árabe”? ¿Quién está moviendo también el entramado de estas revoluciones “controladas”? Hemos entrado en este nuevo siglo de la mano de grandes atentados terroristas, una cruel guerra en Afganistán e Irak y una caótica crisis económica-financiera que está empobreciendo y desestabilizando principalmente a Europa. EEUU ya no lidera el mundo a pesar de su indiscutible potencial económico y militar, Irán parece haberse convertido en un nuevo Irak e Israel y Palestina son la gran asignatura pendiente para la región de Oriente Medio. China, por otra parte, nos da zarpazos, invadiendo económica y demográficamente el mundo occidental.
Al nuevo gobierno español de Mariano Rajoy, le espera una inmensa labor para ordenar la casa por dentro pero también para navegar con prudencia y valentía en las procelosas aguas de una tempestad internacional que algunos poderes ocultos aprovechan sembrando el caos y la confusión. España ni puede ni debe quedar descolgada de las grandes decisiones que haya de tomarse para enderezar la Unión Europea, es la hora de adelantarse a los acontecimientos, adoptar con firmeza medidas sensatas y justas para recuperar nuestra economía y plantear sin complejos que por nuestra historia podemos y debemos estar en el puente de mando de la nave europea…
(*) Ex parlamentario nacional y europeo PP
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