Madrid, 24 de febrero de 2012 / Artículo de Opinión / Clemente Ferrer (*)
La Fundación de la Santa Sede, Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha lanzado una campaña publicitaria bajo el eslogan: “No abandonaremos nuestra fe, preferimos morir”.
Esta es la aseveración de los católicos perseguidos por los extremistas hindúes y refugiados en la selva de Orissa en la India.
También en Jerusalén, en el atrio del Monasterio de la Crucifixión, han escrito en hebreo-árabe la siguiente inscripción: “muerte a los cristianos”. Estos ataques proceden de los jóvenes israelíes ultranacionalistas.
Por otra parte en Nigeria, el imán Abubakar Shejau, líder de la milicia islámica Boko Haram, emitió un comunicado en el que defendía los ataques de sus militantes a los cristianos: “Nos matan. Queman nuestras casas”. Los terroristas de Boko Haram han causado, al menos, 178 muertos y tienen y diez millones de personas viven aterrorizadas.
Así mismo, Benedicto XVI, ante el atentado ante de los cristianos coptos en Alejandría afirmó que “la humanidad no puede resignarse a la fuerza negativa del egoísmo y la violencia, no puede acostumbrarse a conflictos que provocan víctimas y ponen en peligro el futuro de los pueblos”.
El Papa hizo un vigoroso llamamiento a “no ceder a la resignación ante las tensiones amenazadoras de estos momentos, y sobre todo, ante los abusos y la intolerancia religiosa que golpea hoy, de modo particular, a los cristianos”.
El Parlamento Europeo ha difundido una resolución en favor de la seguridad de las minorías cristianas en el orbe y contra las agresiones que se han cometido al enfrentarse a estos pequeños grupos.
Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo de Estrasburgo ha informado de la situación de los cristianos en el contexto de la libertad religiosa. El comunicado señala que “la Unión Europea ha expresado en repetidas ocasiones su compromiso con la libertad de religión, la libertad de conciencia y la libertad de pensamiento”, y ha recalcado “que los gobiernos tienen el deber de garantizar estas libertades en todo el mundo”.
Por último, la revista Forbes se hace eco de la Encuesta Social General, elaborada por el Centro Nacional de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago. De todos los trabajadores, ¿quiénes se sienten más felices? ¡Los sacerdotes!
Según este estudio, los miembros del clero de Estados Unidos son los que afirman, con mayor frecuencia, que su trabajo les hace felices. Encabeza la lista de las diez profesiones más gratificantes.
(*) Presidente del Instituto Europeo de Marketing
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