· La dirección general de Comercio y Consumo recuerda consejos generales ante la adquisición de bienes o servicios
Canarias (España), 19 de septiembre de 2015 /Comercio y Consumo / Gabinete de Prensa.
La Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, a través de la dirección general de Comercio y Consumo, recuerda a los consumidores la importancia de conocer las condiciones de compra de un bien o un servicio antes de su adquisición, así como exigir los derechos y garantías que corresponden en caso de que surjan irregularidades o deficiencias.
La directora general de Comercio y Consumo, Ángeles Palmero, destaca algunos consejos generales y las distintas vías administrativas que existen para denunciar esas irregularidades en los procesos de compra-venta.
En este sentido subraya que en el caso de detectar desperfectos o anomalías, el comprador debe dirigirse al centro de compras para presentar una reclamación. Sí la respuesta por parte del vendedor es negativa será entonces cuando debe solicitar la hoja de reclamaciones que pone a disposición el Gobierno de Canarias y presentarla en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) más cercana o en la dirección general de Comercio y Consumo.
No obstante, el primer paso antes de comprar es obtener la información necesaria del producto o servicio ya que el comerciante tiene la obligación de ofrecer de forma clara comprensible y veraz sus características esenciales.
Contrastar experiencia con otros consumidores, analizar la publicidad para asegurarnos de que no es engañosa, comparar precios o buscar productos seguros, son algunas precauciones que pueden ayudar a consumir mejor.
Por su parte, a la hora de pagar es necesario comprobar que el precio final coincide con el que está marcado o con el presupuesto acordado previamente y, sobre todo, no firmar ningún compromiso sin antes conocer las condiciones de venta.
Además, debemos obtener en todos los casos un recibo, justificante, resguardo de depósito o cualquier otro documento que acredite la compra. Se trata de un derecho del consumidor y único prueba con la que contar en caso de reclamación.
