El recrudecimiento de los enfrentamiento entre rebeldes y fuerzas gubernamentales en la provincia de Kivu Norte en la República Democratica del Congo ha provocado el desplazamiento de 220.000 personas y la huída entre 20.000 y 30.000 al país vecino.
Congo (África), 27 agosto de 2012 / Sociedad - Violencia / Gabinete de Prensa.
Rendi, de 11 años, es el más pequeño de los 28 menores no acompañados que viven en una de las tiendas del campamento de Rwamwanja, cerca de la frontera suroeste de Uganda con la República Democrática del Congo. Cuenta que le dijeron que si los rebeldes lo encontraban se lo llevarían y le obligarían a luchar. “Hoy disparos y volví corriendo a casa pero mis padres no estaban así que decidí salir corriendo con el grupo de gente que huía”.
“Echo de menos a mi padre, a mi madre y mis hermanos. Quiero volver a casa”.
La historia de Samuel de 15 años es parecida. Hace una semana que vive en el mismo campamento junto a otros 20.000 refugiados congoleños. Samuel ha llegado solo porque en la huída perdió el contacto con sus padres. “Estaba trabajando en el campo con unos familiares cuando oímos disparos. Salí corriendo hacia mi casa pero por el camino me encontré a mucha gente que huía y que me decía que no era seguro regresar. Huí con ellos”.
Miles de niños congoleños han cruzado la frontera solos desde que a mediados de julio se recrudecieran los enfrentamientos entre el grubo rebelde M23 y el ejército en la provincia de Kivu Norte, según un primer informe de situación de un equipo de PLAN Internacional desplazado a la zona.
“Llevaba el teléfono móvil de mi madre escrito en un papel pero cuando logré llamarle me dijo que está en Congo”.
Samuel no sabe como regresar y tampoco si es seguro.“Me gustaría volver pero mientras tanto querría poder ir a la escuela aquí en Uganda”.
“Los niños están en una situación especialmente crítica, no hay recursos para poder garantizar su seguridad, trabajar en procesos de destraumatización ni garantizar que puedan seguir con sus clases aunque sea de forma temporal”, explica Concha López, directora general de PLAN Internacional en España.
El campamento de refugiados en Rwamwana ha ido creciendo ininterrumpidamente desde mediados de mayo y hoy tiene 20 kilómetros de diámetro que acogen a cerca de 20.000 personas que comparten en un único y pequeño centro de salud y un pozo de agua por cada 2.400 personas.
PLAN Internacional está presente en Uganda desde 1992, trabajando para garantizar el acceso de los niños a la educación y la salud y mejorar la protección y la participación infantil.