Girona (Cataluña), 19 de noviembre de 2014 / Cartas al Director / Enric Barrull Casals
Un país con una profunda religiosidad popular como México sufre un mal despiadado que todos los días se cobra vidas humanas sin que nadie pague por ello. Ayotzinapa ha hecho que la sociedad despierte, con el riesgo, denuncian los obispos, de que las protestas no se conviertan en propuestas. México necesita diálogo entre las fuerzas políticas y la sociedad, necesita transparencia y abandonar la vía de la simulación. El país, como dicen los obispos, se enfrenta a un momento decisivo. La impunidad, la corrupción y la violencia solo pueden ser vencidas desde las instituciones y con la fuerza de la ley. México merece la paz y los mexicanos merecen justicia.