La Orotava (Tenerife), 10 de febrero de 2011 | Opinión | Juan Manuel Raya Pérez
Para este grupo político - “es inadmisible que la connivencia entre los Promotores de la Urbanización y el Grupo de Gobierno del Ayuntamiento de La Orotava se salde con una disputa dialéctica en los medios de comunicación que deja en ridículo la gestión municipal”.
El pasado de mes de Abril de 2010 Los Verdes de La Orotava hacíamos una dura crítica sobre el proceso de urbanización del Plan Parcial Opuntia, desgranando con detalle la evolución del Expediente Administrativo, un documento que reflejaba una connivencia entre Ayuntamiento y Promotores por las continuas recepciones parciales de la misma por parte del Ayuntamiento sin que se cumplieran todos los compromisos que marca la Ley del Suelo al respecto de los equipamientos públicos que ha de desarrollar el promotor de una urbanización (el propietario mayoritario de una urbanización ha de ejecutar los equipamientos públicos, según un porcentaje del suelo que ha de destinarse para ello).
El trato de favor fue durante años manifiesto, no en vano hubo cambios expresos en el planeamiento que facilitaron la construcción de edificios en lugar de viviendas adosadas, pero la parte que correspondía a la Promotora no fue, ni ha sido, desarrollada.
Ante las evidentes pruebas expuestas en abril de 2010, el concejal de hacienda de CC, Juan Donis, nos respondió públicamente que en tres meses comenzarían las obras. Ya han pasado más de diez desde aquella denuncia pública que hicimos Los Verdes, y con lo que ahora nos encontramos es con una pelea dialéctica, llena de reproches y acusaciones, que se está dilucidando en los medios de comunicación.
Ante estos hechos, desde Los Verdes de La Orotava queremos expresar las siguientes consideraciones:
- En primer lugar queremos ratificar nuestra denuncia ante la negligente gestión de CC en torno al Parque Público de Opuntia. CC ha perdido la posibilidad de tener en La Orotava un gran espacio de ocio y esparcimiento público, por no obligar al promotor a cumplir con las exigencias de la normativa canaria. En tiempos de bonanza económica hubo que haber obligado, como marca la ley, a la construcción del parque.
- Entendemos que CC ha tenido una actitud inadecuada en todo el proceso, desde la permisividad con la empresa, las mentiras con respecto al comienzo de las obras el pasado año y ahora echando las culpas al Promotor.
- Nos parece incomprensible ver como CC es capaz de deteriorar la imagen de una empresa, sea la empresa que sea, para defender su actitud con el suelo y los proyectos públicos en la zona. Aludir a la falta de liquidez de la empresa es poner en cuestión la credibilidad de la misma, y por tanto, poner en riesgo también la confianza de los potenciales compradores.
- No podemos admitir que el Promotor venga a dar lecciones de planificación municipal con las apreciaciones vertidas hacia el Ayuntamiento en las que decía que el dinero que deben invertir ellos en el parque dejaría la obra a medias, y por tanto que es una mala inversión, además de exigir garantías al consistorio. Esto es una obligación que marca la ley, no un trato entre Promotor y CC. Creemos entender que esta empresa se defiende de las acusaciones de CC, pero si el Ayuntamiento tiene el proyecto redactado y listo para su ejecución, el Promotor no puede escurrir su responsabilidad y tiene que iniciar la ejecución del parque o hacer el pago correspondiente de la cuantía económica que le concierne.
- Reclamamos al Grupo de Gobierno de CC en el Ayuntamiento de La Orotava que exija la ejecución de las dotaciones públicas para uso y disfrute de los vecinos y vecinas con el cumplimiento exhaustivo del Texto Refundido de la Ley de Ordenación del Territorio y de Espacios Naturales de Canarias, esto, además, es premisa para la creación y/o mantenimiento de puestos de trabajo en el sector de la construcción, uno de los más sufridos en esta crisis.
- Pedimos a CC que deje de resolver en los medios de comunicación lo que debe tratarse en los despachos del Ayuntamiento, porque, a nuestro juicio, con esta actitud hace el ridículo públicamente pues se evidencia su negligencia, y la imagen del Ayuntamiento debe estar por encima de su errática gestión.
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