jueves, 1 de marzo de 2012

Le preocupa “la familia y la vida humana en situación de debilidad”.

Girona, 1 de marzo de 2012 / Cartas al Director / Jaume Catalán Díaz

El portavoz de los obispos españoles dijo que, en cuanto a si espera que el Gobierno derogue leyes como el matrimonio homosexual, el aborto… “la Conferencia Episcopal nunca dice al Gobierno lo que tiene que hacer”. “No sería su función ni estilo”, manifestó. “Lo que se dice es cuál es la postura de la Iglesia. Hay leyes en España que son gravemente injustas. Los gobernantes sabrán lo que tienen que hacer si quieren tener leyes justas, si quieren que no se violen los derechos humanos, si quieren que la crisis económica, social y moral tenga una salida duradera… La Iglesia da recetas de una manera muy respetuosa con todos los gobernantes”, aseguró.

Sobre ello, cabe recordar, además, que la Conferencia Episcopal “nunca ha convocado ninguna manifestación” y recordó que un grupo de obispos sí asistieron en junio de 2005. “Se trataba de una ley absolutamente inaudita en la historia de la generación occidental” cuando “se borraba” del Código Civil el término de padre, madre, esposa y esposo y suponía “una innovación gravísimamente injusta sobre matrimonio o la familia con trascendencia educativa y social de gran relevancia”.

Y prosiguió afirmando que “de varias leyes se ha dicho que son injustas y lesionan los derechos fundamentales y una ley que lesiona el derecho a la vida y permite, no obliga, pero permite que se quite la vida a alguien o lo reconoce como un derecho no tiene propiamente carácter de ley” porque “la ley no puede regular la violación de los derechos”. “Los gobernantes de ahora y siempre conocen la postura de la Iglesia, basada en la racionalidad humana, iluminada por la fe”. Por tanto, “no se va a dar ninguna directiva al Gobierno”.

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