Palamós (Girona), 18 de junio de 2014 / Cartas al Director / Xus D Madrid
El 25 aniversario de la matanza de Tiananmen ha pasado en China sin grandes sobresaltos, hasta el punto de que algunos análisis y comentarios afirman que aquellos episodios son ya sólo un lejano recuerdo. Pekín, por su parte, puede defender ante el mundo que la violenta represión de estudiantes y trabajadores salvó a China del caos y sentó las bases de un impresionante período de estabilidad y crecimiento económico, gracias al cual este país se ha convertido en la segunda economía mundial y millones de personas han salido de la pobreza. Pero el argumento deja al descubierto la incómoda realidad de que la cuestión de Tiananmen es la de la legitimidad de un régimen que justifica la represión con un crecimiento económico todavía impresionante, pero con signos ya de agotamiento.
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