lunes, 14 de julio de 2014

El PSOE considera “necesario” que el Cabildo preserve, rehabilite y promocione las cinco salinas activas de Gran Canaria


Los socialistas defenderán en el Pleno una moción para que el Cabildo estudie posibilidad de rehabilitar las estructuras salineras deterioradas, promueva procesos de formación y empleo para el oficio de salinero, le dé un impulso turístico a este espacio y active la promoción y comercialización de la sal de Gran Canaria

“El oficio de salinero lo conocen muy pocos. Se pueden contar con los dedos de la mano. Hace falta que las personas que hoy lo conocen puedan enseñar para que este oficio no se pierda. Aquí puede haber puestos de trabajo”, señala la portavoz socialista en la Corporación insular, Carolina Darias

Asimismo, el PSOE propone al gobierno insular considerar la incoación de oficio de los expedientes para la declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio Etnológico, de las salinas del Bufadero (Arucas), y las de Bocacangrejo y La Florida (Agüimes)

De las cerca de sesenta salinas localizadas en el Archipiélago, sólo nueve están en activo, una en Fuerteventura, una en La Palma, dos en Lanzarote y cinco en Gran Canaria

El secretario de la Asociación de Salineros de Canarias, Juan Lozano, detalló que, en la actualidad, existe un puesto de trabajo en cada salina activa en Gran Canaria, pero “si se consiguen rehabilitar las existentes, podrían pasar de uno a tres puestos de trabajo por salina”

Más de 85% de las sales que llegan a Gran Canaria no provienen del mar –tiene mayor calidad-, sino de las minas

Las salinas de Gran Canaria producen sal fina, medio grano y gruesa, pero, además, han empezado a producir flor de sal y flor en escama, que son de alta calidad

Playa de Vargas - Agüimes (Gran Canaria), 14 de julio de 2014 / Políticas - PSOE / Gabinete de Prensa.

La portavoz socialista en el Cabildo de Gran Canaria, Carolina Darias, y Juan Lozano, secretario de la Asociación de Salineros de Canarias, y propietario de las Salinas de la Playa de Vargas (Gran Canaria), han dado a conocer hoy lunes, 14 de julio, desde las salinas de Arinaga, una moción del PSOE en la institución insular para la recuperación y promoción de las salinas de Gran Canaria.

Los socialistas defenderán esta moción en el próximo Pleno, que se celebrará el día 23 del presente mes. A la visita también acudieron otr@s consejer@s del PSOE en esta institución –Augusto Hidalgo, Isabel Guerra, Nayra Alemán y José Antonio Godoy- y representantes socialistas de otros municipios del Sureste, como Ingenio, Santa Lucía, Agüimes y Telde.

De las cerca de sesenta salinas localizadas en el Archipiélago, sólo nueve están en activo, una en Fuerteventura, una en La Palma, dos en Lanzarote y cinco en Gran Canaria: las del Bufadero (Arucas); las de Arinaga (Agüimes); las de Bocacangrejo (Agüimes); las de La Florida (Agüimes) y las de Tenefé (Santa Lucía).

Las peticiones del PSOE en el Cabildo de Gran Canaria son las que se detallan. En primer lugar, considerar la incoación de oficio de los expedientes para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Sitio Etnológico, de las salinas del Bufadero (Arucas) y las de Bocacangrejo y La Florida (Agüimes).

En segundo lugar, los socialistas proponen al Cabildo que estudie la adopción por el Cabildo de Gran Canaria de medidas tendentes a proceder a la rehabilitación y mantenimiento de las estructuras salineras deterioradas y sus elementos productivos asociados.



Asimismo, consideran necesario que se promuevan procesos de formación y empleo para el oficio de salinero: “El oficio de salinero lo conocen muy pocos. Se pueden contar con los dedos de la mano. Hace falta que las personas que hoy lo conocen puedan enseñar para que este oficio no se pierda. Aquí puede haber puestos de trabajo”, señaló la portavoz socialista.

Por otro lado, el PSOE cree que el Cabildo de Gran Canaria debe darle un impulso turístico a nuestras salinas, reforzando la actividad salinera con actividades económicas complementarias basadas en el turismo, el medio ambiente y la cultura

Por último, los socialistas creen que se debe proceder “con urgencia” a activar el mercado de la sal de Gran Canaria, mediante un plan de marketing y comercialización, con especial énfasis en el cambio de imagen y en la revalorización de los envases y la diversificación de los productos. “Es una importante vía para que los turistas que visitan Gran Canaria vengan a conocer nuestras salinas”, especificó Carolina Darias.

“Muchos grancanarios y  muchas grancanarias no conocen que aquí tenemos salinas. Hay personas que se dedican a esta actividad, algunos altruistamente, como Manolo Viera. Algunos salineros empiezan a comercializar, porque comienza a tener un auge importante gourmet culinario a través de la flor de sal y de la escama de la sal”, explicó Carolina Darias.


Juan Lozano detalló que, en la actualidad, hay un puesto de trabajo por cada una de las salinas activas en Gran Canaria, pero “si se consigue rehabilitar podrían pasar de uno a tres puestos de trabajo por salina”.

Lozano informó de que las salinas de Gran Canaria producen sal fina, medio grano y gruesa, pero, además, se ha empezado a producir la flor de sal y la flor en escama, que son de alta calidad.

Más de 85% de la sal que llega a Gran Canaria no es marina, sino mineral –extraída de minas-. Lozano matizó que la calidad de la sal marina es superior.

La época para trabajar en las salinas va desde marzo hasta septiembre, según informó Manuel Viera, salinero de unos sesenta años, que explota las salinas de Arinaga desde que tiene uso de razón. Ha dedicado su vida entera. Se crió y continuó con el oficio de sus padres en estas salinas.


Salinas de Gran Canaria activas.

SALINAS DEL BUFADERO. En Bañaderos, Arucas. Se construyeron, probablemente, en el siglo XVII, siendo el único ejemplo de este tipo primitivo de salina sobre roca, con hondas resonancias prehispánicas, que se conserva en Canarias; constituyen un auténtico endemismo etnográfico, por su tecnología y modelo de asentamiento. Produce directamente ‘flor de sal’, siendo potencialmente la sal de mayor calidad de Canarias. A los valores de singularidad etnográfica se añade la riqueza cromática compuesta por el trazado orgánico de los tajos blancos que se adapta a la plataforma de lavas grisáceas en contraste con el negro del cantil y el azul del mar. Su contenido cultural, la riqueza cromática y sus formas, hacen de estas salinas un paisaje cultural extraordinariamente valioso y frágil. El expediente incoado para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Sitio Etnológico, caducó. “La producción es pequeñita, pero de excelente calidad”, explicó Juan Lozano.

SALINAS DE ARINAGA. En Agüimes. Su titular es la Administración General del Estado. Se construyeron a comienzos del siglo XIX y responden al modelo de salina antigua de barro de Gran Canaria, de trazado longitudinal y paralelo a la costa. Disponen de dos almacenes de la sal y dos viviendas; entre ellas destaca la denominada Casa de los Cuatro Picos o Casa del Obispo; esta casa solariega de cubierta plana, y dos alturas, con corredor en la planta alta, orientada al mar y a las salinas, fue sede de veraneo del Obispo Verdugo y contaba con oratorio y pila de agua bendita. Las salinas representan un modelo de interacción ambiental entre el aprovechamiento de los recursos y las condiciones del medio natural, generando un ecosistema en el que tienen su hábitat un número importantes de especies naturales y vegetales, destacando como estación de paso y avituallamiento de aves migratorias. Su frente costero es colindante con el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Playa del Cabrón (ES7010053A), que incluye uno de los sebadales más importantes de Gran Canaria, por su estructura, por la biodiversidad que alberga y por ser un área importante de reproducción, cría y alimentación de numerosas especies de peces e invertebrados bentónicos. Son Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Sitio Etnológico.

SALINAS DE BOCACANGREJO. En Agüimes, también llamadas de Bocabarranco de la Florida. De titularidad privada. Su tipología responde al modelo de salina antigua de barro. Fueron construidas a finales del siglo XIX, en pleno auge salinero de la costa sureste. Se mantienen aún en activo, aunque lejos de su rendimiento óptimo. Destaca la singular obra mural de callaos de playa en buen estado de conservación. Se requiere mantenimiento y rehabilitación del antiguo molino como elemento emblemático. Cuenta con casa del salinero y almacén de la sal. El ámbito costero es colindante con el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Punta de la Sal (ES7010052), un área caracterizada por una vegetación dominada por un matorral achaparrado y, en la playa, un saladar de alto interés para las aves.

SALINAS DE LA FLORIDA. En Agüimes, en la zona de la Playa de Vargas. De titularidad privada. Son coetáneas con las colindantes salinas de Bocacangrejo, siendo construidas en torno a 1898.  Su tipología responde también al modelo de salina antigua de barro. Se mantienen solamente anegadas con muy escasa producción. Se encuentran en el frente de una finca agrícola y junto a una extensa playa de callaos. En sus inmediaciones se encuentran los lugares de Interés Comunitario (LIC’s) Punta de la Sal (ES7010052) y  Montaña cercada (ES7010049).

SALINAS DEL TENEFÉ. En Santa Lucía de Tirajana, son las más grandes de Gran Canaria. Lo que produciría esta única salina en un año sería el total de lo que producirían el resto de salinas de la Isla. De titularidad municipal. Construidas en el siglo XVIII, el tipo constructivo es de origen mediterráneo y su soporte está fabricado sobre un asiento artificial de barro apisonado. Se conocieran también como Salinas de los Tres Molinos, pues con ellos se bombeaba el agua entre cocederos situados a diferente altura; en la actualidad sólo se conserva uno, en estado precario. Cuenta con casa del salinero y almacén de la sal. Su elevado interés etnográfico y arquitectónico se ve acrecentado con la presencia un valioso saladar costero, una zona húmeda de interés para la avifauna con hábitats de gran valor natural,  y con algunos restos arqueológicos, lo que convierte al enclave en un paisaje cultural muy representativo. Han sido declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Sitio Etnológico. Sin embargo, pese a su indudable valor patrimonial y natural, un grave proceso de deterioro amenaza seriamente el futuro de estos ingenios ante la falta de perspectiva del mercado de la sal. No existe prácticamente mercado interinsular, si bien actualmente se están dando pasos para su conformación a través de la Asociación de Productores de Sal Marina de Canarias. La existencia de problemas para la recuperación y el mantenimiento de sus estructuras; la escasa población salinera, envejecida en su mayoría; las carencias de las instalaciones de almacenamiento; el que la imagen y proyección de mercado no sea la adecuada y el no haberse diversificado los productos, así como la pérdida del valor cultural de la sal y que el usuario no reconozca la extraordinaria calidad del producto, que tiene un bajo precio, son circunstancias que amenazan el futuro de las salinas canarias.



Desde la Prehistoria.

Las salinas constituyen un singular ingenio paleoindustrial y un modelo ejemplar de intervención humana por su adaptación al medio, configuración del paisaje y contribución al ecosistema de la avifauna marina y limícola migratoria por su condición de zona húmeda; poseen también valores añadidos como arquitectura, calidad de diseño y tecnología.

En Canarias, el cultivo y recolección de la sal marina se remonta a su prehistoria con los charcos de marea aborígenes. Su desarrollo histórico, con ingenios de factura portuguesa, andaluza y mediterránea, estuvo vinculado por su poder como conservante a la pesca del salado en la costa de Berbería (como es el caso de las salinas del Río, en Lanzarote, que se remontan al siglo XVI, o las salinas del Sureste de Gran Canaria, de los siglos XVII y XVIII.) y, posteriormente, desde finales del siglo XIX y principios del XX, al auge de la pesca en el banco canario-sahariano y de la industria conservera de Lanzarote y Gran Canaria, manteniéndose no obstante en todas las islas la recolección y cultivo de los charcos de marea de ascendencia aborigen.

Sin embargo, la aparición de las nuevas tecnologías del frío, el declive de la industria pesquera canaria y la casi desaparición de la industria conservera asociada, unido a la ocupación de gran parte de la costa por la industria turística y su efecto sobre la mano de obra, así como la pérdida del valor cultural y gastronómico de la sal, ha sumido al mercado de la sal canaria y al conjunto de las salinas en un proceso de inexorable decadencia. Los salineros se han visto obligados a reorientar la producción hacia el consumo interno: panaderías, embotelladoras, fábricas de queso, curtido de pieles, cloración de piscinas, etc.

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