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EL EVANGELIO SOLIDARIO
Mons. Óscar Arnulfo Romero fue asesinado el lunes 24 de marzo de 1980 cuando celebraba una misa en la capilla del hospital de la D
ivina Providencia, en la colonia Miramonte de San Salvador (El Salvador). Tenía 62 años .
Muchas voces tanto eclesiales como de fuera del ámbito católico piden la pronta beatificación de este profeta del siglo XX.
"La Iglesia no puede callar ante esas injusticias del orden económico, del orden político, del orden social. Si callara, la Iglesia sería cómplice con el que se margina y duerme un conformismo enfermizo, pecaminoso, o con el que se aprovecha de ese adormecimiento del pueblo para abusar y acaparar económicamente, políticamente, y marginar una inmensa mayoría del pueblo. Esta es la voz de la Iglesia, hermanos. Y mientras no se le deje libertad de clamar estas verdades de su Evangelio, hay persecución.Y se trata de cosas sustanciales, no de cosas de poca importancia. Es cuestión de vida o muerte para el reino de Dios en esta tierra" (Homilía 24 de julio de 1977, I-II p. 142).
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Las Palmas de Gran Canaria (Canarias), 23 de marzo de 2015 / Aniversario / José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
Estas palabras dichas en una Iglesia, denunciando los abusos del poder establecido, sobre la población más injustamente empobrecida, le costaron la vida y su muerte asesinado a tiros, mientras celebraba la Misa en la Capilla de un Hospital, de una marginal Colonia de San Salvador.
Su cruel y despiadada muerte, fue un sacrificio en defensa de La Fe Cristiana. Un auténtico Martirio y como tal debe ser reconocido por todos los creyentes y sobre todo por la Iglesia, que como él dijo: "La Iglesia no puede callar..."
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