miércoles, 13 de abril de 2016

La Policía Nacional desmantela un completo laboratorio de cocaína en el que trabajaba un experto “cocinero” de bandas de narcos

Han sido arrestadas cinco personas en las provincias de Madrid y Toledo 

Después de un período de pruebas para extraer el estupefaciente de los diferentes soportes en los que venía desde Sudamérica impregnado o disuelto, los arrestados habían empezado a obtener resultados positivos en su procesamiento

La organización llevaba meses haciendo acopio de los productos químicos necesarios tanto para separar la droga de su “camuflaje”, como para adulterarla posteriormente con el objetivo de maximizar beneficios 

En el interior del laboratorio se hallaron 22 kilogramos de cocaína, 5.820 litros de productos químicos contenidos en garrafas y cerca de 400 kilogramos de diferentes sustancias precursoras distribuidas en diferentes envases
      
Madrid (España), 13 de abril de 2016 / Sucesos -  un completo laboratorio de cocaína / Gabinete de Prensa.

Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en Illescas (Toledo) un completo laboratorio de cocaína en el que trabajaba un experto en extraer este tipo de estupefaciente de distintos soportes en los que llega desde Sudamérica, impregnado o disuelto, así como para adulterarla posteriormente. En la operación han sido arrestadas cinco personas, entre ellas el responsable del laboratorio, y se han intervenido 22 kilogramos de cocaína,  5.820 litros de productos químicos contenidos en garrafas y cerca de 400 kilogramos de diferentes sustancias precursoras distribuidas en diferentes envases.


Las indagaciones se iniciaron sobre un grupo dedicado a distribuir cocaína desde Madrid a otras de ciudades de España. Fruto de las primeras pesquisas, se localizó a un ciudadano colombiano del que se sabía que llevaba tiempo en nuestro país, trabajando como “cocinero” en laboratorios clandestinos para distintas organizaciones de narcos. También se averiguó que actualmente este sujeto estaba vinculado a un grupo de traficantes asentado en las provincias de Madrid y Toledo, quienes además de facilitar el estupefaciente, se encargaban de toda la infraestructura necesaria para albergar el laboratorio y los precursores necesarios para procesarla.

Meses haciendo acopio de productos químicos

Durante la investigación se averiguó que la organización de narcos llevaba meses haciendo acopio de productos químicos como acetona, etil acetato, hexano y amoniaco entre otros. También se identificó a otros miembros de la banda y se hallaron indicios que apuntaban a que, después de un periodo de pruebas para extraer cocaína que venía disuelta o impregnada en distintos materiales, estaban obteniendo resultados positivos en el procesamiento del estupefaciente y en darle salida. 


Una vez comprobados estos extremos, los esfuerzos se centraron en determinar la ubicación del laboratorio. Durante esta tarea se comprobaron las extremas medidas de seguridad adoptadas por los investigados. A pesar de ellas, los agentes localizaron dos chalés que el grupo había adquirido en la localidad toledana de Illescas con el objetivo de almacenar los productos químicos destinados al tratamiento de la cocaína y para alojar a las personas que custodiaban la droga. 

Recelaban hasta de los empleados de basuras

Una vez localizadas las viviendas donde podían estar procesando la cocaína, se llevaron a cabo dos registros con el apoyo del GEO. En el interior de un de los domicilios se ubicaba el laboratorio, donde se intervinieron 22 kilogramos de cocaína, 5.820 litros de productos químicos contenidos en garrafas, 375 kilogramos de distintos productos químicos (manitol, potasio permanganato, cafeína, tetracaína clohidratada, calcio cloruro, tetramisol y procaína), dos prensas hidráulicas, una prensa de madera  y dos máquinas para la extracción de líquidos, una escopeta, un revólver, un cargador de una pistola y munición. Con anterioridad a los registros fueron arrestados el “cocinero”  y otros cuatro integrantes de la organización que desarrollaban diferentes labores. 


Tal era la desconfianza que mostraban los responsables de custodiar el laboratorio clandestino, que días antes de la intervención policial, recelaban de los empleados dedicados a la recogida de basuras en la zona, debido a que estos portaban mochilas y miraban demasiado a los chalés de los narcos. 


La investigación ha sido desarrollada por agentes del Greco Galicia y de la Sección Tercera de la Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO Central de la CGPJ, con la colaboración de la Brigada de Apoyo de la CGPJ, el GEO y la Comisaría General de Policía Científica.

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