jueves, 21 de julio de 2016

Ignacio Cosidó ha destacado hoy en su visita al CIE de Barcelona el éxito de España en el control de la inmigración irregular


España recibió en 2015 menos del 1% de la inmigración irregular que llegó a la Unión Europea

El número de internos en 2011 fue de 13.241 y en 2015 de 6.930. En el presente año la cantidad de personas que ingresaron en un CIE ha sido de 3.395 en el primer semestre

El director general ha destacado el excelente trabajo realizado por los policías nacionales en el control de las fronteras, su especial compromiso en la lucha contra la trata de seres humanos y la inmigración ilegal 

Este descenso se debe a factores como la mejora de la gestión en la evaluación de las necesidades reales de la adopción de la medida cautelar de internamiento

Los CIEs suponen una herramienta necesaria para hacer efectiva la política migratoria de la Unión Europea y la lucha contra la inmigración irregular

Barcelona (España), 21 de julio de 2016 / Inmigraciòn Irregular / Gabinete de Prensa.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha visitado hoy las instalaciones del Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona, donde ha destacado el éxito de España en el control de la inmigración irregular. Según Cosidó, a nuestro país llegaron el año pasado 16.851 inmigrantes irregulares, lo que representa menos del 1% del total de los que llegaron a la Unión Europea. El número de incorporaciones a estos establecimientos ha descendido a la mitad en los últimos años en nuestro país, siendo de 3.395 durante el primer semestre de 2016, cuando en 2011 llegó a 13.241. A este descenso han contribuido diferentes aspectos, como la mejora de los criterios de evaluación de la necesidad del internamiento y la cooperación policial con los países de origen y tránsito de la inmigración irregular.

Compromiso de la Policía Nacional en la lucha contra la trata

Durante su visita, Ignacio Cosidó destacó el excelente trabajo realizado por los policías nacionales en el control de las fronteras, su especial compromiso en la lucha contra la trata de seres humanos y la inmigración ilegal y la labor realizada en los CIE, no siempre reconocida pero indispensable para el éxito de España en el control de la inmigración irregular.

Finalidad preventiva y cautelar 

Los Centros de Internamiento de Extranjeros tienen una finalidad preventiva y cautelar, salvaguardando los derechos y libertades reconocidos en el ordenamiento jurídico, sin más limitaciones que las establecidas a su libertad ambulatoria. Es la autoridad judicial quien, según determinados casos, acuerda el ingreso en los mismos, el cual no se puede prolongar por más del tiempo imprescindible para la práctica de la expulsión, siendo su duración máxima de 60 días y estando en todo momento a disposición del órgano jurisdiccional. Resaltar que la estancia media actualmente está en 24 días.

Estos establecimientos se configuran como una de las herramientas fundamentales para el cumplimiento de la política migratoria de la Unión Europea y, por tanto, en lo que se refiere a la lucha contra la inmigración ilegal. Por este motivo, España, como país miembro, ha adecuado su normativa y política migratoria a los principios del ordenamiento jurídico europeo.

Los extranjeros internos en estos establecimientos gozan del derecho a ser informados de su situación, a que se vele por su integridad física y salud, a recibir la asistencia médica que precisen, a ser asistidos por un abogado, a comunicarse con sus familiares u otras personas que deseen en el horario establecido en el centro, a no ser que se restrinja por resolución judicial. De la misma manera, pueden tener la compañía de sus hijos menores y contacto con organizaciones no gubernamentales y organismos de protección de inmigrantes. Además, todos los centros disponen de servicios de asistencia social y sanitaria.

Menos ingresos, menos identificaciones

Desde el año 2011 hasta la actualidad, ha habido un descenso gradual del número de extranjeros que han ingresado en estos centros. Si bien, hace cinco años el total ascendió a 13.241, en el año 2012 fue de 11.325, en 2013 de 9.020, en 2014 de 7.286 y en 2015 de 6.930. En el presente año, los internos son 3.395 en lo que se refiere al primer semestre. Por tanto, la ocupación media de estos centros fue en 2015 del 35%, la del CIE de Barcelona se quedo en el 27%.

La evolución de los internamientos de extranjeros en los últimos años ha descendido gracias, entre otros aspectos, a la mejora de los criterios de evaluación de la necesidad del internamiento y la cooperación policial con los países de origen y tránsito de la inmigración irregular. La medida de internamiento resulta imprescindible para los llegados en embarcaciones por puestos no habilitados, ya que en un primer momento se desconoce su identidad y nacionalidad. 

Asimismo, tras las instrucciones impartidas para prohibir identificaciones masivas de inmigrantes, éstas se han reducido de 90.406 en el año 2011 a 36.306 el año pasado.

Ningún ingreso de menores de edad

Respecto al internamiento en los CIEs de grupos familiares o de menores de edad, en la práctica no se ha procedido nunca a ingresar a ningún grupo, con o sin menores a su cargo. En este sentido y de conformidad entre la normativa española y europea, se garantiza la unidad e intimidad familiar y dado que ningún CIE dispone de módulos especiales para grupos familiares, en la actualidad no se producen ingresos de familias en ellos y, por supuesto, tampoco se ingresa a ningún menor.

Actualmente, nuestro país cuenta con siete centros de internamiento de extranjeros con 1.472 plazas entre todos ellos, estando destinadas 1.300 a hombres y 172 a mujeres.

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