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viernes, 15 de abril de 2016

BLAS PÉREZ GONZÁLEZ: LO QUE LA MEMORIA OLVIDA


La Laguna (Tenerife - Canarias), 15 de abril de 2016 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres - @AlfonsoJLT

En estos días el pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha acordado solicitar a la Autoridad Portuaria la retirada del busto del palmero Blas Pérez González, ubicado en la glorieta de entrada al muelle de la capital. Dicha moción presentada por Izquierda Unida y Nueva Canarias ha contado con el apoyo de PSOE y sorprendentemente de CC.

Aun careciendo de un informe jurídico que avale tal solicitud y justifique que la presencia de tal busto incumple la Ley de Memoria Histórica, y dejando a un lado también si quitar el busto o no hacerlo es una prioridad para los palmeros en los tiempos que corren, han sido numerosos los artículos y manifestaciones públicas alabando tal propuesta, renegando y abjurando, como no,  de Blas Pérez. Este no lo será. Lo siento.

Blas Pérez González nació en el pago de Velhoco en Santa Cruz de La Palma el 13 de agosto de 1898. Tenía cuatro hermanos, tres mujeres y un varón, una de las cuales de nombre María del Rosario estaba casada con mi tío abuelo Pelayo López y Martín Romero, primer palmero que obtuvo el título de Arquitecto y hermano de mi abuelo el Notario Federico López y Martín Romero. Reconozco, pues, que no puedo ser objetivo en esta semblanza.

Inició Blas Pérez los estudios de Derecho en la Universidad de La Laguna y los terminó en la de Madrid, con premios extraordinarios de Licenciatura y de Doctorado. Ingresó por oposición en el Cuerpo Jurídico Militar, donde llegó al cargo supremo de Inspector General. Obtuvo, además, en 1927 y por oposición la Cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Barcelona de donde fue Decano en la Facultad de Derecho por libre elección de sus colegas antes de la Guerra Civil.

Con motivo de la contienda, de infausto recuerdo para todos de un bando u otro, tras ser detenido en la zona republicana fue liberado merced a gestiones de sus alumnos pasando en abril de 1937 a la zona sublevada y rebelde, donde en el trascurso de guerra fue nombrado Fiscal del Tribunal Supremo en 1938 y  concluida ésta Ministro de la Gobernación en 1942.

Durante su mandato ministerial que finalizaría en 1957, se redactaron y aprobaron las Leyes de Régimen Local, la Ley de Sanidad Nacional (embrión del sistema de Seguridad Social del que ahora disfrutamos todos) y la Ley del Suelo, retornando tras ese periodo de actividad política a la Cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Madrid a la que había sido trasladado en virtud de concurso, destacando como especialista del Derecho con numerosas publicaciones técnicas.

Lo que la memoria olvida tendenciosamente y por ende pretende imponer es que Blas Pérez González discutía las intenciones falangistas de hacerse con el control del Estado, contando además con la animadversión del Ministro de la Presidencia Luis Carrero Blanco por sus deseos aperturistas. El Almirante recelaba de las rumoreadas vinculaciones de Blas Pérez González con la masonería que a juicio del régimen se evidenciaban en su mano blanda pues no reprimía con suficiente energía para su gusto los disturbios que en esas fechas acontecían en el país.

Así pues el motivo del cese como Ministro de Blas Pérez González simplemente fue que se oponía al proyecto tecnócrata y nada aperturista de Carrero Blanco, pues el ministro palmero creía firmemente que el régimen debía evolucionar y despersonalizarse, como de hecho final y afortunadamente sucedió.

Lo que la memoria olvida es que gracias a la ayuda de Blas Pérez González, muchos palmeros y muchos canarios pudieron mejorar su calidad de vida y prosperar honradamente, consiguiendo por ejemplo proseguir estudios superiores fuera de nuestras islas por su intermediación y por otras gestiones favorables, estando siempre abiertas las puertas de su casa en Madrid a todo aquel que a las mismas tocara por el mero hecho de ser palmero o canario, para pedir su consejo o ayuda.

Fueron tiempos oscuros, cierto. Pero estoy convencido que con sus luces y sus sombras Blas Pérez González hizo más por Canarias que muchos de aquellos que ahora creen  que aplicar simplemente una Ley como la de la Memoria Histórica resuelve de un plumazo cualquier conflicto pasado, provocando por su contra más tensiones y enfrentamientos que los que pretende resolver.

En las reuniones familiares de la época anterior a la guerra en Santa Cruz de La Palma, al caer la tarde y quedar a oscuras la casa, viendo que se hacía necesario prender la novedosa y  a la vez costosa energía eléctrica, mi tío abuelo Pelayo, algo agarrado él,  le explicaba a Blas Pérez el por qué no era necesario encenderla: ¿Para qué vamos a dar la luz si nos conocemos todos?.

Hoy y en este caso también serviría la explicación.

domingo, 21 de febrero de 2016

CUANDO IMBÉCIL SE ESCRIBE CON HACHE


La Laguna (Tenerife - Canarias), 21 de febrero de 2016 / Articulo de Opinión / Alfonso J. López Torres.

Decía el recientemente fallecido escritor, filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco, un sabio que conocía todas las cosas simulando que las ignoraba para seguir aprendiendo, que “en el mundo están los cretinos, los imbéciles, los estúpidos y los locos. En suma todo el mundo, si se mira bien, participa de alguna de esas categorías. Cada uno de nosotros de vez en cuando es un cretino, un imbécil, un estúpido o un loco. Digamos que la persona normal es la que combina razonablemente todos esos componentes o tipos ideales”. 

Todo el que me conoce sabe que si de algo me precio en la vida a mis cuarenta y siete años cumplidos es de pertenecer desde los dieciocho al Negro Mester, a la Tuna Universitaria, a esa institución tan querida o denostada y que entronca con sus vestimentas de época, su alegría, desenfado y sus canciones las raíces humanísticas europeas de los siglos XIV y XV rompiendo las tradiciones escolásticas medievales y buscando descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida.

En estos días en una emisión  del programa Got Talent España de la cadena Tele5, tuvo lugar una desagradable, aunque nada extraña en los tiempos que corren de populismo y demagogia, muestra de la intolerancia, la prepotencia y la mala educación que actualmente impera en nuestra sociedad, y que se alaba como modernidad y progresía.

Acontecía que en este programa “caza talentos artísiticos” actuaba la Tuna de Aparejadores de Granada, y me duele sinceramente tener que decir que no con demasiada fortuna, pues al querer alcanzar el minuto de gloria televisivo flaco favor hizo a una Institución, la Tuna, con el esperpento de actuación que llevó a escena en el programa, haciendo un número "cómico musical" basado en los Clavelitos, musicalmente pobre y que no solo nos dejó en evidencia a tantos y tantos compañeros Tunos, sino que además alimentó y justificó con su actuación los argumentos de los progresistas trasnochados, vanguardistas avejentados y demás personajes para los que la Tuna es una institución bufa, retrógrada y que debiera desaparecer de nuestra sociedad

Y digo esto porque Eva Hache, una de las estrellas televisivas del programa en cuestión, debería saber, conocer y  tener presente que al ser una de las partícipes principales del mismo por la que percibirá sin duda alguna generosos emolumentos,  está obligada a un mínimo de educación hacia los participantes en el concurso, evitando mofas, escarnios, levantarse con aspavientos, gesticular con desprecio y dar la espalda a los participantes.

No es de recibo, por mucho que nos desagrade alguna actuación musical, escatológica (como de hecho se ven en tal cultural programa) o cómica, actitudes injustificables de este tipo, rozando la insolencia o la falta de respeto, aunque como ella dijera fuese porque "detesta la Tuna y los Tunos desde que era joven y acudían a rondar a su vecina de arriba sin dejarla dormir". 

Cabe, no obstante, en su juvenil descargo decir que tal rencor desde su ya tierna infancia puede emanar de no ser ella el objeto de tales rondas y serenatas , pues de todos es sabido que nada más español que la sana envidia, máxime en cuestión de amores.

Esperemos, pues, que Manuela Carmena (“Jaimita y sus ocurrencias”), Ada Colau, y sus adláteres,  adalides todos de los tan en boga falsos progresismos, que están lamentablemente conformando una adulterada realidad de progre ignorancia, no lleguen a afirmar nunca con tanta contundencia como desconocimiento que la Tuna sea de derechas pues si esto llegara a suceder temo se aplicara al Negro Mester, confundiéndolo con la Santa Inquisición previo estudio de pago a la cátedra complutense creada ad hoc por la  hija de Fidel Castro, la Ley de la Memoria Histórica.

Sería esta una gran equivocación pues en la Tuna han cabido, caben y cabrán izquierdas, derechas y centros, trasciende y trascenderá a la política atravesando épocas o regímenes sin significarse ideológicamente como Institución pero no por ello dejando de dar cabida entre sus filas a grandes personajes públicos que en este país han sido y son, que van, por citar algunos, desde Juan Echanove, Jesús Puente, Juanjo de la Iglesia,  Marc Parrot, José Luis Perales o Joaquín Sabina, a Castelao, Blasco Ibáñez, Rafael Altamira, Narcis Serra, Antonio Hernández Mancha, Jordi García Candau, Javier Nart, Xose Manuel Beiras, José María Álvarez del Manzano o Adolfo Suárez. 

Si esa Tuna hizo en la televisión lo que no debiera, no debe dar pena decirlo. Lo que debe dar pena y preocupar es lo que con demasiada frecuencia vemos y presenciamos con falsa normalidad: ataques investidos de intelectualidad a todo aquello que quienes se arrogan la empatía popular, estimen obsoleto o que deba ser erradicado de nuestras tradiciones y cultura popular, sin importarles en nada la libertad de expresión de quienes estamos a favor de otras manifestaciones artísticas, sean o no retrógradas o pretéritas, máxime si como en el caso de la Tuna entroncan con la tradición secular de este nuestro país y nuestra Historia. 

@AlfonsoJLT

miércoles, 6 de enero de 2016

LOS FASCI PROGRES

La Laguna (Tenerife - Canarias), 06 de enero de 2016 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres

El proceso de cambio, bajo la excusa del progreso social, ha desvirtuado nuestra sociedad y nos ha hecho perder la trayectoria y la realidad histórica. Si bien todos estaremos de acuerdo en que ha de  existir una evolución, ciertamente no siempre voluntaria, también es verdad que la idea de progreso que procura con afán el desdén, cuando no el desprecio al pasado, al presente y a las creencias personales y colectivas debe ser denunciada y analizada, pues es simple y llanamente fascismo.

Las imágenes de los Reyes Magos de la Cabalgata del Ayuntamiento de Madrid, presidido por Manuela Carmena ("Jaimita y sus ocurrencias") que según ella misma ha definido ha sido étnica y poco navideña, y por la vestimenta más propia de otros eventos que de una Cabalgata de Reyes, bien Carnaval u otras celebraciones, han quedado en la retina de todos para bien o para mal, y lo peor de todo: han causado extrañeza y desasosiego a los niños.

Según alardean los organizadores, el leitmotiv de la cabalgata fue el viaje que emprendieron Melchor, Gaspar y Baltasar desde que recibieron las primeras cartas de los niños hasta que, según las octavillas repartidas por el Ayuntamiento, «junto a otros magos amazónicos, dan con la fórmula para llegar al espacio exterior». Entretanto, los tres Reyes viajan a lo largo de los cinco continentes conociendo y compartiendo momentos con gente de otras culturas.


Que cada cual juzgue por sí mismo y saque sus conclusiones. Aun así habrá, y de hecho ya la hay, una corte de adulones de estos esperpentos y de fasci-progres que justifican tales actitudes. Travestir la realidad, les guste o no, alterando a su antojo una tradición secular (y no hablemos de religión) que no había causado ninguna discusión en nuestra sociedad hasta 2016, ¡oh casualidad! cuando llegaron al poder estos falsos salvapatrias, no es respetar ni mucho menos gobernar para todos. Hacer uso de los recursos económicos de un Ayuntamiento como el de Madrid, al libre antojo de su alcaldesa, para hacer lo que considera “cultura popular” causando un amplio rechazo ciudadano, pero haciendo prevalecer su único, exclusivo, docto e iluminado antojo no es desde luego “nueva política”.

Actitudes como éstas demuestran que gobernar para un círculo afín, reducido y extravagante puede llevar a caer en la sinrazón vulgar y el nepotismo. Es simple y llanamente ser sectario, revanchista y retrógrado.

Aunque ya puestos a ser étnicos, multiculturales y astrales me reitero en lo dicho por mi abuelo: "Si los imbéciles volaran, no se vería el Sol".


@AlfonsoJLT

sábado, 26 de diciembre de 2015

SIENTE UN POBRE A SU MESA


La Laguna (Tenerife - Canarias), 26 de diciembre de 2015 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres

Corría 1961 cuando Luis García Berlanga presentaba la película Plácido, nominada por cierto a los Oscar como mejor película de habla no inglesa, y cuya idea era hacer sutil sátira de una campaña ideada por el régimen franquista en los años cincuenta que bajo el lema “Siente un pobre a su mesa” pretendía despertar un sentimiento de caridad cristiana hacia los más necesitados por parte de la sociedad de esta época.

Berlanga quien reconocía siempre que la crispación política le asustaba,  incisivo y espontáneo como era, trataba con su película de demostrar que lo que tal campaña navideña franquista pretendía era jugar con el sentimiento de culpabilidad de los dirigentes políticos y de las clases pudientes consiguiendo de esta manera limpiar sus turbias y burguesas conciencias.

Pues hete aquí que en pleno ocaso de 2015, la Alcaldesa de Madrid Manuela Carmena a la que cariñosamente he bautizado como “Jaimita y sus ocurrencias” y de la que me propuse no volver a escribir, me hace faltar a mi intención pues con el más puro estilo berlanguiano esta Nochebuena ha invitado a cenar a más de doscientas personas sin hogar en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de la capital.

Nada habría más bonito que  en estas fechas ni en ninguna, ni mucho menos en pleno siglo XXI, nadie tuviera necesidad de gestos como este para poder celebrar la Navidad . Eso creo sobra decirlo, seamos de la tendencia política que seamos, pensemos como pensemos o sintamos como sintamos, aunque estoy seguro que algunos rápidamente justificaran el argumento que solo la izquierda y la progresía tiene derecho a sentirlo, expresarlo y llevarlo a cabo. 

Pero dicho esto también deberíamos plantearnos que invitar por un día a sopa de marisco, langostinos, cordero asado con papas panaderas, dorada al horno, postres y dulces, con agua que no vino y champín que no cava no es la solución, pues no hay nada más lejos realidad que lo que la Alcaldesa refería en relación a esta iniciativa pues citando textualmente  “darles amor y cariño, y que al menos  una vez al año algunos por primera vez en su vida puedan sentarse en una mesa con flores, con servilletas rojas y las sillas vestidas de blanco”  ya que se convierte y torna  más en caridad retrógrada que en verdadera justicia social, incluyendo la sesión fotográfica y propagandística posterior.

Soy totalmente partidario de políticas que impulsen y promuevan la verdadera solidaridad social organizada, reforzando la capacidad de respuesta de las administraciones e instituciones públicas en los temas sociales. La razón de ser de los poderes públicos radica en su capacidad de proteger a los más débiles de nuestra sociedad en situaciones de emergencia y urgencia social, y no organizando estos u otros maratones solidarios de dudosa efectividad. 

Pensaba iluso que el conservadurismo compasivo basado en repartir ayudas puntuales y circunstanciales, originadas en una sin duda encomiable solidaridad era más propio de las políticas liberales y de las derechas no muy democráticas, teniendo por el contrario las de izquierda su base ideológica en los derechos sociales adquiridos y la dignidad de las personas.

Permítanme pues decir, con permiso de todos aquellos que con su docta y dogmática opinión reparten en exclusiva los carnets democráticos, de solidaridad y de doctrina social, además de arrogarse la prerrogativa de ser la voz del pueblo por su empatía con el mismo, que un ciudadano con derechos no es lo mismo que un necesitado que recibe caridad de forma discrecional, provenga esta de donde provenga y se haga con la mejor de las intenciones, como no dudo es el caso de la Alcaldesa de Madrid.

Pero quizás que en las últimas elecciones del 20D en la ciudad de Madrid el efecto Carmena mantuviera el segundo puesto tras el PP aunque con una perdida más que considerable de votos respecto a las elecciones de Mayo y que rozó el 11%, demuestra que gobernar para un círculo afín, reducido y extravagante puede llevar a caer en la sinrazón vulgar y el nepotismo, que se traducen indefectiblemente en la consiguiente pérdida de votos.

@AlfonsoJLT

jueves, 12 de noviembre de 2015

ALFONSO LÓPEZ DENUNCIA LA FALTA DE SENSIBILIDAD DEL AYUNTAMIENTO DE LA LAGUNA EN VALLE GUERRA



Pone como ejemplos de dicha insensibilidad de cara a los  ciudadanos el entorno del Terrero de Lucha “José Gutiérrez El Chaval” y la cubierta del Polideportivo “Goya Dorta”.

San Cristobal de La Laguna (Tenerife - Canarias), 12 de noviembre de 2015 / Políticas - CCN / Gabinete de Prensa.

El que fuera candidato a la Alcaldía de La Laguna, Alfonso López, denuncia “la falta de previsión en lo que a eliminación de barreras arquitectónicas y urbanísticas hubo en el entorno de la zona del Terrero de Lucha y la incapacidad a día de hoy de impermeabilizar y reformar la cubierta del Pabellón Polideportivo ”

A juicio de López “es obvio que a pesar de la inversión realizada de 1.364.000 Euros para mejorar las dependencias del terrero de lucha, obviaron en el Plan de Barrios facilitar rutas de accesibilidad en su entorno para personas con movilidad reducida, pues de nada sirve adecuar el interior de ciertas instalaciones si algunos vecinos no pueden llegar a la puerta externa de las mismas”.

Alfonso López afirmó también que “después de tres intentos de impermeabilizar y reformar la cubierta del Pabellón Goya Dorta tras su inauguración en 2008 no ha sido posible acabar con las goteras y permeabilidad al agua de su infraestructura”.


A juicio de López ambas obras fallidas demuestran por un lado “la necesidad de plantearse diseñar un nuevo Patronato de Deportes”, porque según expresa “queda acreditado que un órgano unipersonal como es el Organismo Autónomo de Deportes de La Laguna no atiende como se debiera unas instalaciones municipales que constituyen un equipamiento de primer nivel”.

Por otro lado y “tras un gasto de aproximadamente cuatro millones de euros en el Plan de Barrios lagunero no es de recibo situaciones como las descritas y más tratándose en este caso de instalaciones deportivas que por su localización en la Comarca Nordeste han de atender un número importante de potenciales usuarios, facilitando el acceso de todos a las mismas”, finalizó Alfonso López.

sábado, 24 de octubre de 2015

BLAS PÉREZ GONZÁLEZ: LO QUE LA MEMORIA OLVIDA


La Laguna (Tenerife - Canarias), 24 de octubre de 2015 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

En estos días el pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha acordado solicitar a la Autoridad Portuaria la retirada del busto del palmero Blas Pérez González, ubicado en la glorieta de entrada al muelle de la capital. Dicha moción presentada por Izquierda Unida y Nueva Canarias ha contado con el apoyo de PSOE y sorprendentemente de CC.


Aun careciendo de un informe jurídico que avale tal solicitud y justifique que la presencia de tal busto incumple la Ley de Memoria Histórica, y dejando a un lado también si quitar el busto o no hacerlo es una prioridad para los palmeros en los tiempos que corren, han sido numerosos los artículos y manifestaciones públicas alabando tal propuesta, renegando y abjurando, como no,  de Blas Pérez. Este no lo será. Lo siento.


Blas Pérez González nació en el pago de Velhoco en Santa Cruz de La Palma el 13 de agosto de 1898. Tenía cuatro hermanos, tres mujeres y un varón, una de las cuales de nombre María del Rosario estaba casada con mi tío abuelo Pelayo López y Martín Romero, primer palmero que obtuvo el título de Arquitecto y hermano de mi abuelo el Notario Federico López y Martín Romero. Reconozco, pues, que no puedo ser objetivo en esta semblanza.


Inició Blas Pérez los estudios de Derecho en la Universidad de La Laguna y los terminó en la de Madrid, con premios extraordinarios de Licenciatura y de Doctorado. Ingresó por oposición en el Cuerpo Jurídico Militar, donde llegó al cargo supremo de Inspector General. Obtuvo, además, en 1927 y por oposición la Cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Barcelona de donde fue Decano en la Facultad de Derecho por libre elección de sus colegas antes de la Guerra Civil.


Con motivo de la contienda, de infausto recuerdo para todos de un bando u otro, tras ser detenido en la zona republicana fue liberado merced a gestiones de sus alumnos pasando en abril de 1937 a la zona sublevada y rebelde, donde en el trascurso de guerra fue nombrado Fiscal del Tribunal Supremo en 1938 y  concluida ésta Ministro de la Gobernación en 1942.


Durante su mandato ministerial que finalizaría en 1957, se redactaron y aprobaron las Leyes de Régimen Local, la Ley de Sanidad Nacional (embrión del sistema de Seguridad Social del que ahora disfrutamos todos) y la Ley del Suelo, retornando tras ese periodo de actividad política a la Cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Madrid a la que había sido trasladado en virtud de concurso, destacando como especialista del Derecho con numerosas publicaciones técnicas.

Lo que la memoria olvida tendenciosamente y por ende pretende imponer es que Blas Pérez González discutía las intenciones falangistas de hacerse con el control del Estado, contando además con la animadversión del Ministro de la Presidencia Luis Carrero Blanco por sus deseos aperturistas. El Almirante recelaba de las rumoreadas vinculaciones de Blas Pérez González con la masonería que a juicio del régimen se evidenciaban en su mano blanda pues no reprimía con suficiente energía para su gusto los disturbios que en esas fechas acontecían en el país.


Así pues el motivo del cese como Ministro de Blas Pérez González simplemente fue que se oponía al proyecto tecnócrata y nada aperturista de Carrero Blanco, pues el ministro palmero creía firmemente que el régimen debía evolucionar y despersonalizarse, como de hecho final y afortunadamente sucedió.


Lo que la memoria olvida es que gracias a la ayuda de Blas Pérez González, muchos palmeros y muchos canarios pudieron mejorar su calidad de vida y prosperar honradamente, consiguiendo por ejemplo proseguir estudios superiores fuera de nuestras islas por su intermediación y por otras gestiones favorables, estando siempre abiertas las puertas de su casa en Madrid a todo aquel que a las mismas tocara por el mero hecho de ser palmero o canario, para pedir su consejo o ayuda.


Fueron tiempos oscuros, cierto. Pero estoy convencido que con sus luces y sus sombras Blas Pérez González hizo más por Canarias que muchos de aquellos que ahora creen  que aplicar simplemente una Ley como la de la Memoria Histórica resuelve de un plumazo cualquier conflicto pasado, provocando por su contra más tensiones y enfrentamientos que los que pretende resolver.


En las reuniones familiares de la época anterior a la guerra en Santa Cruz de La Palma, al caer la tarde y quedar a oscuras la casa, viendo que se hacía necesario prender la novedosa y  a la vez costosa energía eléctrica, mi tío abuelo Pelayo, algo agarrado él,  le explicaba a Blas Pérez el por qué no era necesario encenderla: ¿Para qué vamos a dar la luz si nos conocemos todos?.


Hoy y en este caso también serviría la explicación.


Alfonso J. López Torres (*)

@AlfonsoJLT

miércoles, 21 de octubre de 2015

CANARIAS SABE A CALIDAD


San Cristobal de La Laguna (Tenerife - Canarias), 21 de octubre de 2015 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

En estos días el Gobierno de Canarias bajo el auspicio de su presidente Fernando Clavijo, ha impulsado bajo el nombre de “Crecer juntos” la unión entre los sectores primario y turístico para promocionar los productos canarios, manteniendo a tal fin reuniones con los representantes de las patronales turísticas y de las asociaciones del sector primario, abordando la generación de proyectos agroalimentarios y agroturísticos.

Se pretende como objeto  de dicho plan auspiciar una marca “Saborea Canarias” y una vía para facilitar la promoción y la distribución de los productos canarios en las islas, impulsando su gastronomía, el turismo enogastronómico y la elaboración de productos selectos.

Llegada parece la hora que esta iniciativa venga a colmar y a satisfacer los deseos y aspiraciones de los distintos subsectores, que llevan largo tiempo demandando el apoyo claro y decidido de las administraciones implicadas para tal propósito, máxime cuando su parte de ese trabajo ya está hecha.

Siendo director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria Guillermo Díaz Guerra, ya se elaboró por parte del ICCA el denominado Plan de Alimentos Canarios de Calidad por el que este organismo autónomo, adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, tenía de forma clara pautadas y previstas las directrices para lograr el objeto y fin que ahora se pretende.

Canarias cuenta con numerosos productos agroalimentarios con características culturales, de elaboración o productivas, tradicionales agrícolas y organolépticas, propias y exclusivas de nuestra comunidad autónoma, amparados o no bajo figuras de calidad diferenciada o marcas de calidad.

Lamentablemente, y a pesar del tiempo transcurrido, nos encontramos que la implantación de marcas de calidad en el sector agroalimentario impulsadas por las distintas administraciones es desigual, y por tanto parece llegado ya definitivamente el momento de un trabajo conjunto de todas las administraciones, autonómicas e insulares, y de las organizaciones y asociaciones implicadas, generando flexibilidad al mismo.

Es necesario, pues, desarrollar y promocionar una marca de calidad de alimentos para de esta manera favorecer el conocimiento de estos productos entre los consumidores, potenciando a su vez la comercialización de los mismos y mejorando los márgenes de ganancia a los productores generando valor en dichos productos. De esta forma se potenciaría el desarrollo rural, sobre todo en pequeños productores y pequeñas industrias agroalimentarias, rescatando al tiempo los cultivos tradicionales que generen productos de calidad y en definitiva, incentivando el sector agroalimentario en su conjunto.

Esta marca de calidad debe reflejar la situación actual del sector agroalimentario y de las ya preexistentes a nivel de la Comunidad Autónoma y en cada una de nuestras siete islas, respetando el trabajo desarrollado por cada una de ellas donde ya existiera y promoviendo la creación de la misma, a la vez que se adapte el reparto de competencias de las distintas administraciones.

Se entiende que es necesario desarrollar la puesta en práctica de una marca de calidad global, llámese “Alimentos Canarios de Calidad” como el ICCA tenía ya prevista o “Saborea Canarias” como se propone ahora, que a su vez de cobertura a las marcas propias de cada isla. Además, para adaptarnos al mercado actual se deberían diferenciar los productos destinados al mercado exterior o exportación de los destinados al mercado interinsular o insular.

De este modo se conseguiría, por un lado con la marca de cada isla favorecer la implantación y comercialización de los productos amparados en el mercado insular e interinsular, ya que los consumidores además de valorarlo cada vez más potenciarían implícitamente el tejido rural específico de cada isla. En el otro lado con la marca global a nivel de Canarias se favorecería el conocimiento de nuestros productos de calidad y la venta de los mismos dentro y fuera de nuestra Comunidad Autónoma.

Si como parece que al fin se ha logrado, el sector trabaja y se desarrolla en la misma dirección y en estrecha colaboración con el apoyo del Gobierno de Canarias,  se podrá decir alto y claro que Canarias sabe lo que la distancia, la insularidad y la peculiaridad de un territorio ultra periférico significa para producir en estos tiempos alimentos de la más alta calidad, que necesitan de este impulso de las marcas de calidad acompañadas de una potente campaña de promoción de nuestros productos, pero que también Canarias sabe de desarrollo y de tradición.


Alfonso J. López Torres
@AlfonsoJLT

martes, 20 de octubre de 2015

LA TUNA: RAZÓN DE AMOR, DE PAN Y VINO


San Cristóbal de La Laguna (Tenerife - Canarias), 20 de octubre de 2015 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

Cualquier persona hoy en día sabe que la Tuna es un grupo de estudiantes, que ejercieron tal actividad en pasado o lo hacen en el  presente, que cantan, tocan, dan serenatas y viajan por el mundo gracias a sus habilidades artísticas, entendiendo el arte como cualquier actividad que exprese ideas, emociones o una visión del mundo a través de cualquier recurso. Ese estudiante a la vez cantor, músico, juglar, poeta y bohemio es una tradición que entronca con las raíces humanísticas europeas de los siglos XIV y XV rompiendo las tradiciones escolásticas medievales y buscando descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida.


Ya en el año 1348 el Rey Sabio, Alfonso X hacía referencia a los Tunos y Sopistas en su Código de las Siete Partidas definiéndola como “Tuna es Yuntamiento que es fecho d´escholares trovadores, por aver mantenencia, andar las tierras e servir dueñas dellas con cortesanía". Reinando un antepasado suyo, Alfonso VIII, se fundó en Palencia en el año 1212 el primer Studium Generale, institución de la que surgieron las Universidades medievales. Los studia generalia debían cumplir tres condiciones: estar abiertos a estudiantes de cualquier procedencia geográfica, impartir enseñanza superior en alguna de sus Escuelas o Facultades (Artes, las siete disciplinas del Trivium y el Quadrivium, Medicina, Derecho y Teología), y disponer de diferentes maestros para cada uno de los temas objeto de enseñanza. Es por ello que a los mismos acudían estudiantes de todas procedencias y condiciones sociales.

De entre éstos, los sopistas, predecesores de los actuales Tunos, eran estudiantes pobres que con sus músicas y canciones, con su simpatía y picardías, recorrían figones, conventos, calles y plazas a cambio de un plato de sopa (de ahí su nombre) y de unas monedas que les ayudaban a costear sus estudios. Cuando anochecía y una vez sonaba la campana de queda o recogida, salían a rondar los balcones para enamorar a las féminas que pretendían. Recibían el nombre de sopistas porque de ellos se decía que vivían de la sopa boba; siempre iban provistos de cuchara y tenedor de madera, lo que les permitía comer en cualquier lugar donde se les presentaba la ocasión. Estos cubiertos de madera eran distintivo de los sopistas, siendo en la actualidad símbolo de todas las Tunas Universitarias.

Emilio de la Cruz Aguilar, Profesor de Historia del Derecho y Vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid además de Tuno de esa Facultad y uno de los máximos historiadores de la Tuna, afirma en el Libro del Buen Tunar que la Tuna es maestra de vida, y todos los que afortunadamente así lo hemos vivido lo sabemos. Lo primero que ejercita es la humildad, puesto que muchos estudiantes universitarios gracias al pasar de una pandereta y recibir dinero por sus sencillas habilidades han conocido los mejores lugares y plazas de este y otros países. Luego enseña generosidad, pues siempre es virtud, y así se aprende en la Tuna,  el cantar y tocar por el mero pago de una sonrisa. También aporta mundo y saber estar, porque al fin y al cabo viajando, hablando y conociendo lo más variopinto de los más recónditos lugares lo que se aprende es tolerancia.

La Tuna, por tanto, responde a una fórmula tan sencilla y simple como lo es la propia esencia del estudiante: un grupo de universitarios que tocan y cantan, que componen o simplemente hacen gracia sin maldad alguna. Esta realidad hace, por mucho que algunas y algunos se empeñen, que la Tuna no sea de una época ni de un partido político, y que haya traspasado la frontera de los tiempos modernos sin llegar a desaparecer pese a las profecías que así lo auguraban desde la del Barón de Davillier en 1862 a la de Fuentes y Ponte en 1872 que afirmaban con tanta rotundidad como clarividencia que de los Tunos y de la Tuna solo quedaría en estos tiempos el recuerdo.

Los falsos progresismos, que están lamentablemente conformando una adulterada realidad de progre ignorancia, afirman con tanta contundencia como desconocimiento que la Tuna es de derechas; gran equivocación esta pues en la Tuna han cabido, caben y cabrán izquierdas, derechas y centros, trasciende y trascenderá a la política atravesando épocas o regímenes sin significarse ideológicamente como Institución pero no por ello dejando de dar cabida entre sus filas a grandes personajes públicos que en este país han sido y son, que van, por citar algunos, desde Juan Echanove, Jesús Puente, Juanjo de la Iglesia,  Marc Parrot, José Luis Perales o Joaquín Sabina, a Castelao, Blasco Ibáñez, Rafael Altamira, Narcis Serra, Antonio Hernández Mancha, Jordi García Candau, Javier Nart, Xose Manuel Beiras, José María Álvarez del Manzano o Adolfo Suárez.

En la Tuna, que es crisol de amigos nuevos y probanza de antiguos, se encuentran firmes amistades y amores, platónicos y no platónicos, constantes y efímeros que forman un colorido grupo humano. Con los viajes se aprende a conocer a los demás, a tolerarlos y a sentirse parte de una humanidad que sobrepasa las fronteras y las lenguas, siendo los Tunos, sin haberlo pretendido, los continuadores de una tradición secular.” Libro del Buen Tunar. Emilio de la Cruz y Aguilar, 1967.



(*) Alfonso J. López Torres

@AlfonsoJLT

martes, 23 de septiembre de 2014

LA SOBERANÍA ALIMENTARIA EN CANARIAS

Canarias (España), 23 de septiembre de 2014 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

Recientemente he tenido la fortuna de participar, invitado por el Foro “Canarias en Positivo”, en una nueva sesión del mismo,  que bajo el título la Soberanía Alimentaria, reunió en La Laguna en torno a Dirk Godenau, profesor del Área de Economía Aplicada de la ULL, a un gran elenco de expertos en el tema.

El Tratado de la Unión, define en su Artículo 32 que el mercado común abarcará la agricultura y el comercio, y define los productos agrícolas como los productos de la tierra, de la ganadería y de la pesca, así como los productos de primera transformación directamente relacionados con aquellos.

A su vez, la Política Agrícola Común (PAC) consagra la soberanía alimentaria como el derecho que se otorga a los pueblos y a la UE para definir su política agrícola y alimentaria a partir de las necesidades de la población y su medio ambiente, y no a partir de las reglas del comercio internacional inscritas en la ideología del libre comercio.

La soberanía alimentaria establece para la agricultura la prioridad de producir para alimentar a la población, sitúa a las campesinas y los campesinos en un rol central en la alimentación de su propia gente, otorgándoles una legitimidad social hasta ahora no reconocida.

De este modo y manera, la soberanía alimentaria no solo implica un derecho, sino también un deber: el de no perjudicar a las economías agrícolas y alimentarias de otras regiones del mundo, prohibiendo el dumping o toda ayuda que permita exportar a un precio inferior al coste de producción. Además no solamente se ocupa de alimentar a la población actual, sino también a las generaciones futuras y por tanto se obliga a la conservación de los recursos naturales y del medio ambiente.

Dicho esto, podemos decir que la PAC representa una pasarela entre, por un lado, un mundo cada vez más urbano y, por otro, una agricultura cada vez más estratégica.

En Canarias, la agricultura se encuentra en una encrucijada de tres retos fundamentales para la sociedad de nuestro Archipiélago. En primer lugar, el reto alimentario del que hemos hablado antes. Pero también, y en segundo lugar, el reto de los recursos naturales, que hay que utilizar con respeto y responsabilidad hacia las generaciones futuras. Por último, y en tercer lugar, el reto territorial y la exigencia de preservar la continuidad en nuestro territorio de un sector, la agricultura, esencial para la vitalidad de nuestra gente en un medio netamente rural como el nuestro, preservar nuestras raíces y nuestro patrimonio cultural.

            Canarias necesita a sus agricultores, pero nuestros agricultores necesitan el apoyo de Canarias. Para ello, son necesarias unas ayudas a la renta más focalizadas, orientadas a los agricultores activos y moduladas de forma objetiva en función de las necesidades de cada tipo de agricultura, prevaleciendo la ayuda a las más frágiles.

Son necesarios unos instrumentos al servicio de la competitividad económica y ecológica del sector agrícola. Necesitamos sistemas de incentivos para ayudar a los agricultores a adoptar unas prácticas agrícolas sostenibles. También necesitamos auténticas redes de seguridad, modernas, eficaces y con capacidad de reacción para superar las crisis cada vez más violentas y frecuentes.

Es necesaria, por último, una voluntad de renovar la vida rural de Canarias, incrementando los medios destinados a ayudar a los jóvenes a instalarse, disponiendo medios adicionales para la investigación, la innovación y la transferencia de conocimientos, e invirtiendo en las infraestructuras privadas y públicas.

Los próximos años serán cruciales para sentar las bases de una agricultura fuerte en Canarias, capaz de afrontar los cambios y la cada vez más feroz competencia, al mismo tiempo que responda a las expectativas y deseos de todos los que vivimos en esta tierra.

La política agrícola es nuestra alimentación, pero por encima de todo es el futuro de más de la mitad de nuestro territorio.



@AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN

Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

jueves, 7 de agosto de 2014

IMPORTANCIA DEL ALOE VERA PARA CANARIAS


Canarias (España), 07 de agosto de 2014 / Productos - Aloe Vera /Alfonso J. López Torres (*)

El Aloe Vera es una especie vegetal con innumerables propiedades que crece de forma natural en las Islas y que abre para los agricultores canarios nuevas posibilidades económicas con su utilización en la industria farmacéutica cosmética y probablemente, en la industria alimentaria.

Actualmente, la superficie del Archipiélago destinadas al cultivo de este producto tiene una alta capacidad productiva. Sin embargo, la falta de regulación adecuada del sector ha provocado la proliferación de marcas sin controles de calidad. Ante esto, algunos fabricantes han optado por acudir a la investigación para certificar las propiedades de su producto. 

En este nuevo escenario la Comunidad Autónoma de Canarias presenta un déficit de materialización de iniciativas empresariales importante. Es preciso, por tanto, apoyar la competitividad y, paralelamente, hacer una apuesta decidida por sectores de futuro atractivos o emergentes, como los relacionados con el sector del aloe vera, ya que el pequeño tamaño de la mayoría de las empresas puede dificultar su acceso a canales y mercados, así como al desarrollo de actividades de I+D lo cual limita también su poder de negociación frente a clientes y proveedores. 

Consciente de la importancia económica y social que supone el cultivo de esta planta, en su mayoría de procedencia ecológica, el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) ha realizado estudios en colaboración con la Universidad de la Laguna a través de la Fundación Universidad-Empresa, dirigidos a determinar las características que pueden diferenciar al aloe canario del que tiene otra procedencia geográfica, así como revisiones bibliográficas del Aloe para y  aplicaciones farmacéuticas. Todos estos estudios han servido para fomentar y promocionar el cultivo del Aloe Vera de Canarias.

El sector productor, por su parte, también ha realizado estudios de investigación al objeto de mejorar los procesos de extracción y de estabilización del extracto del aloe, además de realizar mejoras en las instalaciones de  transformación del producto. La Universidad de La Laguna, por su parte, ha realizado numerosos trabajos relacionados con el Aloe de Canarias.

En este momento las posibilidades económicas de un producto que en su mayoría se cultiva en Canarias de forma ecológica, con los requerimientos edafoclimáticos para su producción son los propios de estas islas y que está diferenciado por su calidad del resto de aloes de distinta procedencia geográfica, son enormes, y va a suponer un desarrollo sostenible que beneficiará al medio natural,  al sector primario, al sector industrial, y como no, a los consumidores.

Ante este panorama, y con la inquietud manifestada por parte del sector productor de Aloe, se ha estudiado la forma de proteger un cultivo natural en las Islas Canarias con algún distintivo de calidad y origen que los diferencie de los producidos en otros lugares del mundo y que de forma fraudulenta se comercializan como Aloe de Canarias, toda vez que, al parecer, el producido en estas islas tiene un valor añadido sobre el que se produce en otros lugares.

Por otro lado, uno de los aspectos más interesantes relacionados con el Aloe Vera y que podría presentar ventajas innegables tanto para el sector  productor como para el comercializador, es la consideración relativamente reciente  del Aloe como alimento.

En la actualidad, la mayoría del Aloe de Canarias es de producción ecológica. El ICCA, actúa como órgano de control y certificación de esas producciones, pero solamente  podría certificar la planta que es posteriormente transformada en productos cosméticos (que en ningún caso se va a certificar), o en productos para la alimentación. 

El mercado del Aloe Vera tiene buenas perspectivas, pero hace falta un empujón institucional para diferenciar el producto canario. En diez años el mercado europeo absorberá la oferta de Aloe Vera canario porque aquí se produce las cantidades que ahora se importan de países de fuera de la Unión, aunque para que se hagan realidad es necesario un apoyo institucional suficiente para luchar contra el marketing de las compañías americanas, como se ha hecho con la industria de la moda canaria. 

El valor  económico y social es de indudable interés  para Canarias, que encontraría en el Aloe un cultivo alternativo a otros ya existentes e incluso complementario, que se produce de forma natural, que no tiene grandes requerimientos para su producción, que es respetuoso con el medio ambiente, y que abre la esperanza de creación de industrias dedicadas a la transformación.

Canarias. Latitud de vida.



@AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN
Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)
Gobierno de Canarias