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sábado, 7 de junio de 2014

NO PODEMOS: HACEMOS

Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 06 de junio de 2014 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

Llegado el momento de la reflexión, de la consideración y del análisis sosegado de los resultados electorales del pasado 25 de Mayo, es tiempo de analizar con detalle, interés, atención y respeto como a través del llamado “Documento Final del Programa Colaborativo” de Podemos, se ha convencido a la ciudadanía y como se refleja y pone en valor el trabajo programático realizado por medio de un método abierto y ciudadano, en el que supuestamente han participado miles de personas, a través del debate y aportaciones online a título individual, enmiendas colectivas de los denominados “Círculos Podemos” y un referéndum online sobre las enmiedas.

Dicho esto, también es obligación de cualquiera que ostentemos responsabilidades políticas, orgánicas o institucionales, analizar también el trabajo político del otro lado de la ciudadanía que venía siendo representativo hasta ahora: el denostado, el denigrado y el impopular, el que nos ha llevado a esta situación de nuevos modos y maneras de hacer política.

Pues bien, estos otros ciudadanos podríamos decir (y ya existen movimientos organizados que lo hacen), que practican el HACEMOS en lugar Estos otros ciudadanos son los que llevan tiempo, no sentados en los sillones de sus casas, ni participando como tertulianos en la televisión hablando de los problemas, sino dando un paso decidido al frente y ocupando en estos tiempos convulsos las responsabilidades de gestión en sus diferentes ámbitos: gobiernos municipales, Cabildos Insulares, Gobiernos regionales y nacionales y por ende supra nacionales.

Estos otros ciudadanos son la “casta” que con su trabajo hacemos que se hayan construido parques públicos, auditorios, Universidades y demás infraestructuras donde podemos reunirnos, debatir, progresar y todo ello de manera, obviamente, gratuita.

Estos otros ciudadanos, hacemos que se hayan intentado adoptar medidas al justo leal y entender, con aciertos y errores, que combatan una crisis que nos ha afectado a todos, casta no casta, hagamos o podamos, y en primera línea de trabajo desde los años que esta crisis comenzara y anteriormente intentando no lo hiciera.

Estos otros ciudadanos, hacemos que muchas personas, entre ellas Pablo Iglesias cabeza visible de Podemos, sea hoy en día Profesor de Universidad, ya que muchos ciudadanos de este país legitimaron en un tiempo ya casi remoto, a través de las urnas un sistema político que permitió que se levantaran y crearan Universidades públicas, y con el dinero de esos impuestos de todos que se destina a ellas (no todo el deseable, cierto es) y que el Documento Final del Programa Colaborativo de Podemos no duda en calificar de “injustos e innecesarios”, permite que se le haya contratado y cobre su nómina a final de mes y no solamente los sueldos de la tan denostada “casta”.

Estos otros ciudadanos, hacemos que haya vías públicas que comunican ciudades y pueblos de nuestras islas, comunicaciones marítimas y también aéreas entre ellas, con la península y con el extranjero; parques públicos donde podemos reunirnos, pasear, disfrutar y respirar; Comedores Sociales, para atender desde la realidad y no desde la demagogia, a los más necesitados, mejorables pero reales; infraestructuras que mejoran las comunicaciones de todos y cada uno de nosotros; Asociaciones populares, 
libres y representativas que permiten participar a la ciudadanía; colectores, servicios de mantenimiento, alcantarillados, calles, aceras, carreteras y hospitales que permiten que vivamos con dignidad, y que aspiremos a otarlas cada vez más de mayores medios que mejoren la calidad de vida ciudadana; Colegios, cines, teatros, exposiciones, reuniones lúdicas y culturales que 
permiten el desarrollo cultural, no sectario, de este Archipiélago y de este país; fiestas populares que aunque con cada vez más escaso presupuesto, permiten a los que vivimos en esta tierra única una convivencia y un asueto que exalta nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra canareidad.

Estos otros ciudadanos que hacemos que con nuestro trabajo esto sea posible, dedicamos muchas horas de trabajo para que todo esto sea posible, y que también nos reunimos personalmente con muchas personas, de manera cercana, mirando a los ojos y escuchando sus necesidades de primera mano, e intentando en la medida de lo posible buscarles soluciones.

Por todo ello, creo y prefiero el hacemos al podemos.

(*)Secretario Federal Centro Canario Nacionalista CCN
@AlfonsoJLT

jueves, 1 de mayo de 2014

LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN DE CANARIAS: D.O. VINO LA PALMA (3)

Canarias (España), 1 de abril de 2014 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres

“Tenemos una especie de malvasía, cuyas uvas son negras y un sabor dulce, untuoso y amoscatelado. Vendimiados en este estado, se fabrica de ellos el vino seco, llamado de  malvasía verde, que siendo generoso y dotado de las buenas cualidades, que se buscan en el comercio, compite con los vinos de la Madera y de Jerez, y puede ser transportado á distantes regiones sin menoscabo de su bondad. Pero la malvasía, que siempre tuvo la mayor fama y celebridad es la dulce, licorosa, y acompañada de perfume. Para comunicarle estas prendas, y darle aquel justo temperamento entre lo suave y lo picante de modo que la dulzura de su azúcar corrija la acrimonia de su tártaro; se dejan los racimos en las vides, hasta que empiezan á marchitarse, á pasarse, y cubrirse de moho: de suerte que llegando á perder la mayor parte de su flema por la desecación se extraiga un mosto viscoso, que fermentando ligeramente, nos dé aquel licor delicioso que algunos autores han calificado de néctar”. Diccionario de Historia Natural. 1866 – 1869. José de Viera y Clavijo.

Una de las elaboraciones especialmente características de la Isla de La Palma es el Malvasía Dulce de la subzona de Fuencaliente, un vino de color ambarino con una amplia gama de aromas, entre los que predominan las notas de frutas pasas. En esta elaboración, se conjugan perfectamente, los sabores dulce, amargo y ácido, lo que lo convierte en un vino incomparable, como incomparable es la Isla Bonita.

Fruto y producto de variedades tan características y peculiares de una Isla como ésta, surge la Denominación de Origen Vino de La Palma en el año 1994, por Orden de la Consejería de Agricultura y Alimentación, de 16 de febrero de 1994, modificada por Orden de 28 de julio de 2003. Abarca toda la isla, aunque en ella se distinguen tres subzonas: “Hoyo de Mazo”, “Fuencaliente” y “Norte de La Palma”, con una superficie censada de alrededor de 800 hectáreas.

Entre las variedades de vid con las que se elaboran sus vinos destacan en blancas  Albillo, Sabro, Bermejuela, Bujariego, Forastera Blanca, Gual, Listán Blanco, Malvasía, Moscatel, Pedro Jiménez, y Verdello. En cuanto a las tintas, se encuentran la Almuñeco o Listán Negro, Negramoll, Tintilla, Listán Prieto y Castellana.

Otra peculiaridad de la isla en materia vinícola es el Vino de Tea, llamado así por su sabor a resina, adquirido al ser encubado en toneles de madera extraída del pino canario. Son unos vinos cargados de personalidad que constituyen una curiosidad enológica que no debe perderse en el tiempo. 

La ruta enoturística de La Palma ofrece conocer la realidad que rodea a los vinos de la isla. Asimismo, los visitantes tendrán la oportunidad de disfrutar, a la vez que se descubre la naturaleza, el patrimonio y la cultura de la Isla Bonita.

La Palma se caracteriza por ser una isla llena de contrastes tanto en su paisaje, como en el clima. Esta diversidad crea unas características únicas en la personalidad de sus vinos.

Su ruta del vino se divide en 5 recorridos diferentes, que abarcan bodegas y lugares de interés turístico: “Patrimonio y Vino” que comprende los municipios de Santa Cruz de La Palma y Puntallana, ambos de importante tradición hortofrutícola y de viñedos en parrales bajos tradicionales de madera; “Las Tradiciones y el Vino” que lo hace en los municipios de Breña Baja y Villa de Mazo, y en la que se pueden observar las innumerables parcelas de viñedo de Listán Blanco, Malvasía y Negramoll; “Los Volcanes y el Malvasía” ruta en la que el sur de la Isla es el protagonista, tierra geológicamente activa, cubierta por materiales volcánicos en los que se cultivan variedades como la Listán Blanco, la Bujariego , la Negramoll y la Malvasía; “La Naturaleza y el Vino”, donde el  clima y la mayor suavidad del terreno han hecho que los municipios de Los Llanos de Aridane y El Paso posean un gran desarrollo de la agricultura; y por último “Las Estrellas y el Vino de Tea”, en una ruta donde Tijarafe, Puntagorda y la Villa de Garafía son los municipios que abarca y en la que la viña se suele cultivar en forma de vaso bajo, en suelos muy fértiles  de pendientes muy pronunciadas.

Canarias. Latitud de vida.

@AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN

Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

jueves, 17 de abril de 2014

LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN DE CANARIAS: DO VINO TACORONTE - ACENTEJO (2

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“¡Cuántas veces mi guitarra se perdió por La Laguna, serenateando a su luna! ¡Cuántas veces la alborada sorprendió nuestro camino, ebrios de amor y de vino! ¡Cuantas perritas de vino!”.  Tenerife, Canario. Los Sabandeños, 1993.

Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 17 de abril de 2014 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

La tradición oral y escrita  de Tenerife afirma que fue un portugués, allá por 1497, quien plantó la primera viña en la Isla. A medida que los conquistadores iban implantándose en ella, la presencia de la vid y del vino adquiría más impulso y empuje. La calidad obtenida por los vinos de las cepas en Tenerife plantadas iba mejorando con el devenir del tiempo a medida que las mismas se iban aclimatando a este nuevo solar atlántico.

Así pues el arraigo en el tiempo de este cultivo y el asentamiento en la cultura isleña de la labor de la vid , permitió que se organizaran gremialmente los elaboradores de vino, apostando desde tiempos remotos por su calidad y personalidad, lo que les posibilitó posicionarse ante los mercados continentales de la época, bien de Europa o de América. Esta acción comercial, a su vez,  motivó el desarrollo urbanístico de importantes municipios de Tenerife y trajo consigo una pasajera colonia de ingleses que contribuyó a controlar el comercio de exportación, dada la privilegiada situación geográfica de Canarias como punto y puerto de enlace entre tres continentes, lo que favoreció que viajeros, comerciantes, militares, piratas y aventureros descubrieran y difundieran las bondades de los vinos de Tenerife.

Las Denominaciones de Origen, hoy en día, desde el punto de vista material o sustantivo, consisten en un nombre geográfico que designa un producto proveniente del área territorial identificada por ese nombre y que poseen cualidades diferenciales debidas primordialmente al medio geográfico, incluidos los factores naturales y humanos del territorio correspondiente.

Amparada por esta definición, la Denominación de Origen de Tacoronte – Acentejo fue  la primera  en crearse  en las Islas Canarias, en el año 1992, por Orden de la Consejería de Agricultura y Pesca de 22 de enero de 1992 y se reconoció para los vinos producidos en la comarca y, dentro de ésta, la subzona "Anaga" como comarca específica mediante Orden de la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación de 5 de mayo de 1997.

La comarca se halla en la vertiente norte de la isla de Tenerife, abarcando los municipios de La Laguna, Tegueste, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo, Santa Úrsula, El Rosario y Santa Cruz de Tenerife (Anaga). 

Se prolonga a lo largo de 23 kilómetros y sobre un área cultivada de 1.583 hectáreas, siendo una de las comarcas más amplias y de mayor densidad de viñedo de todo el Archipiélago.

La Ruta del Vino Tacoronte - Acentejo es la única de Canarias que está certificada como “Ruta del Vino de España”, un reconocimiento que fue concedido por la Secretaría General de Turismo y la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), lo que garantiza la calidad de sus servicios, infraestructuras y establecimientos.

La oferta enoturística es muy variada y extensa, abarcando desde pequeñas bodegas familiares a grandes bodegas avanzadas tecnológicamente y adaptadas a los tiempos modernos. Todo ello, en un entorno paisajístico donde impera la viña, que hace que ningún tinerfeño conciba su isla sin ella. 

Conocida principalmente por sus vinos tintos jóvenes, Tacoronte - Acentejo ha realizado un importante esfuerzo de tecnificación, lo que le ha permitido ampliar su gama de vinos. 

Entre las variedades tintas destacan la Listán Negro, Negramoll, Tintilla, Castellana Negra, Ruby Cabernet, Merlot, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Syrah. En blancas, destacan la Listán Blanco, Gual, Malvasía, Moscatel y Verdello. 

Canarias. Latitud de vida
(*)
@AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN
Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

sábado, 12 de abril de 2014

LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN DE CANARIAS: DO VINOS DE GRAN CANARIA (1)

Las Palmas de GC (Canarias), 12 de abril de 2014 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

“Anoche pude besarte después de pedir perdón a tu fiel madera amiga y la barrica tendida te dejó salir a chorros; y bien vi que hasta el cachorro sentía tu sangre viva; como se me estremeció la garganta a tu sabor, regándome los adentros con tu agradable calor. Como parra aquí nacida, no eres del sur ni del norte, del centro de Gran Canaria, eres vinillo del Monte.” Coplas Populares del Vino del Monte.

La historia del viñedo y el vino en la Isla de Gran Canaria forma parte de la controversia entre eruditos. La Isla parece que fue habitada en siglo I a.C., según el texto de Plinio el Viejo en su famosa “Naturalis Historia”, donde relata la expedición mandada por Juba II, rey títere de Mauritania puesto por el Imperio Romano, y es posible que con ella llegaran las vides. Pero lo que es cierto es que con los conquistadores españoles, a partir del siglo XV, los viñedos pasaron a formar parte de su paisaje.

Por hacer un breve repaso de las Denominaciones de Origen en la Isla de Gran Canaria, decir que en un tiempo coexistieron y existieron dos Denominaciones de Origen. 

Una era que la Denominación de Origen del Monte Lentiscal, que amparaba el Espacio Protegido de Tafira y Monumento Natural de Bandama, autorizada mediante Orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias de 4 de Noviembre de 1.999 y que fue constituida  a partir de la iniciativa de  la Asociación de Viticultores y Bodegueros del “Monte Lentiscal“ con el fin de salvaguardar sus propios intereses y preservar el nombre y tipicidad de sus vinos, circunscribiendo su actuación a la poligonal de dichos Espacios, lo que les  llevó, en muy breve plazo, en la solicitud de la denominación de origen para la comarca la cual cumplió con creces las expectativas en ella puesta.

La otra Denominación de Origen era la  de Gran Canaria, también promovida por la iniciativa de los propios productores, y que se creó a partir de la Asociación de Viticultores y Bodegueros de “Gran Canaria“, con idénticos fines y objetivos que la anterior y circunscribiendo su actuación a la totalidad del ámbito insular, culminando así mismo, en la solicitud de la denominación de origen para la isla de Gran Canaria, excepción hecha del Monte Lentiscal,  que se autorizó por Orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias de 5 de Mayo de 2.000.

En ambas se destaca que “es la vía más adecuada para mejorar la ordenación de la oferta y calidad de los vinos, y al mismo tiempo, salvaguardar sus caracteres diferenciales”.

Pero la propia dinámica desarrollista del sector pronto hace entender a bastantes productores la paradoja que supone mantener, en una isla con las especificidades que posee Gran Canaria, dos Denominaciones de Origen distintas con idénticos objetivos, lo cual lleva, en el año 2.004, al inicio del proceso unificador de ambas, proceso que culmina, por solicitud de las partes, en la Orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias de 23 de Diciembre de 2.005 por la que se unifican las Denominaciones de Origen "Gran Canaria" y "Monte Lentiscal" y sus reglamentos, salvaguardando como nombre común el de “Gran Canaria“ y reconociendo al “Monte Lentiscal“ como una comarca específica enmarcada dentro de ella. 

La zona de producción de los vinos amparados por la Denominación de Origen Gran Canaria se extiende a la totalidad de la Isla, contando en este momento con una superficie total  de unas 250 hectáreas, 230 de ellas registradas. Sus viñedos se encuentran en parcelas pequeñas de suelo agrícola, sobre todo de las medianías y cumbres de la Isla, compartiendo espacio en muchos casos con otros cultivos.

La forma de cultivo en la isla es muy diversa e irregular. La variedad más usada es la Negra Común (Listán Negro), mayoritaria en toda la comarca, seguida por la Tintilla, Vijariego Negra, Negramoll y Castellana. Entre las variedades blancas, destaca de forma mayoritaria  la Moscatel de Alejandría, seguida de Vijariego, Pedro Jiménez, Listán Blanco, Malvasía, Gual, Albillo, Marmajuelo y Forastera Blanca.

Los vinos tintos elaborados en la isla son fundamentalmente para consumo joven, de color rojo intenso, de excelentes aromas primarios y gran personalidad. En cuanto a los blancos, se elaboran vinos jóvenes, muy aromáticos, ligeros y equilibrados

Canarias. Latitud de vida.





(*) @AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN

Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

sábado, 8 de marzo de 2014

LA AGRICULTURA ECOLÓGICA EN CANARIAS

Canarias (España), 08 de marzo de 2014 /  Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

La Agricultura Ecológica es básicamente un compendio de técnicas agrarias que excluye el uso, tanto en agricultura como en ganadería, de productos químicos de síntesis, con el único y exclusivo objeto de preservar el medio ambiente, mantener y aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.

La producción ecológica es por tanto un sistema general de gestión agrícola y de producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales con un elevado nivel de biodiversidad, preservando los recursos naturales y aplicando una serie de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.

Los consumidores canarios cada vez consumen más productos elaborados en este marco de la producción ecológica. Esto viene motivado por el atractivo que ofrecen los mismos por sus cualidades organolépticas y por el deseo de contribuir también, y de forma activa, a la protección del medio ambiente, a la mejora de los recursos naturales y al bienestar de los animales en particular y del mundo rural en general.

Los alimentos ecológicos presentan mayor contenido en vitaminas que los convencionales, más contenido mineral, un elevado contenido en proteínas y un mayor perfil lipídico con ácidos grasos más equilibrados. Además, las frutas y verduras obtenidas mediante estas técnicas presentan un menor contenido en agua como consecuencia de la menor fertilización nitrogenada de fácil asimilación, repercutiendo esto último en un mayor beneficio económico para el consumidor al compararlas con las verduras convencionales cuyo contenido en agua  ronda el tercio como media.

Nuestro Archipiélago reúne todas las condiciones para el desarrollo de este tipo de agricultura por su favorable climatología, y en lo que respecta a la producción animal, gracias a la conservación de un patrimonio genético importante de razas autóctonas de gran rusticidad y adaptadas a nuestro particular medio que favorece su cría. No se puede tampoco pasar por alto la gran importancia, tradición, desarrollo y alto nivel de nuestra apicultura, la cual da lugar a la obtención de productos de gran calidad por la abundancia y variedad de flora melífera existente en Canarias.

La producción ecológica contribuye igualmente a crear un paisaje más interesante y variado que la producción convencional, impulsando el desarrollo local y regional de su zona; promueve la rotación de los cultivos; procura el aprovechamiento de los recursos locales para la fertilización o los alimentos para el ganado; persigue la selección de especies vegetales y animales resistentes a enfermedades y adaptadas a las condiciones de nuestras Islas; promociona la cría del ganado en zonas al aire libre y con alimentación ecológica; favorece el uso de prácticas apropiadas para la cría de diferentes especies de ganado; limita el uso de pesticidas y fertilizantes, antibióticos para el ganado, aditivos y coadyuvantes en alimentos y otros insumos y prohíbe el uso de organismos modificados genéticamente.

Los canales de distribución para adquirir productos ecológicos van desde la venta directa en las explotaciones agrarias o cooperativas, pasando por los mercados ecológicos, locales y tiendas ecológicas, con el consiguiente impulso para nuestra economía local.

En Canarias el control de la Agricultura Ecológica es ejercido por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), autoridad competente en el control y la certificación de los productos alimenticios de origen agrario obtenidos en Canarias, o cuya última manipulación la realice una industria ecológica establecida en nuestro Archipiélago. También corresponde al ICCA la gestión del Registro de Operadores de Producción Ecológica de Canarias (ROPE), en el que deben solicitar su inscripción aquellos operadores, personas físicas o jurídicas, que vayan a producir, elaborar, importar o exportar para comercializar, alimentos de origen agrario, haciendo uso de las indicaciones protegidas.

El ICCA así mismo desarrolla acciones de fomento y de promoción de los productos amparados por la indicación protegida, además de acciones de formación en las técnicas de producción ecológica tanto para los agricultores como para los técnicos especializados.

Con cariño para Margarita Hernández.

Canarias. Latitud de vida.




@AlfonsoJLT
(*) Secretario Federal CCN
Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

miércoles, 5 de febrero de 2014

LA MIEL DE PALMA DE LA GOMERA

“ … Cortaban las palmas por los cogollos y disponiéndoles el corte de suerte que destilaba en un odre que hacían de piel de cabrío, recogían mucho, pues este árbol destila con abundancia hasta esquilmarse, y de él hacían vino, vinagre, miel y azúcar; siendo en esta isla, dilatados los bosques que de palmerales había por todas partes.“ Pedro Agustín del Castillo. Descripción histórica y geográfica de las Islas Canarias, 1706.

Canarias (España), 06 de febrero de 2014 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres

La Miel de Palma, además de ser el producto más representativo de la industria agroalimentaria de la Isla de La Gomera, constituye un elemento patrimonial de gran valor para todos los canarios. Además, es por ende el único producto elaborado extraído de un endemismo canario como es la “palma”, la palmera canaria o Phoenix Canariensis, especie de gran tamaño, solitaria, de tronco grueso que puede superar los 30 metros de altura y de gran porte y belleza, lo que la hace muy apreciada para fines ornamentales.

La técnica básica para la obtención del guarapo, la savia de la palma con la que se elabora la Miel de Palma mediante cocción, es una tarea relativamente sencilla, que se inicia una vez elegida la palma que se quiere hacer guarapera, anillándola con lata o algún material resbaladizo para que no asciendan los roedores. Seguidamente se procede a estaquillar o clavar las estacas que servirán de agarre para manos y pies, permitiendo el ascenso continuado a la palma.

Una vez hechos estos preparativos, el guarapero sube a la palma para proceder a descogollarla, es decir, cortar las pencas, espinas e inflorescencias del cogollo para dejar al descubierto las yemas terminales del tallo, facilitando el acceso a esta zona que es de donde manará el guarapo. A continuación empieza el curado, que no es más que el corte que se realiza todas las tardes de una capa delgada de cogollo para que mane guarapo durante toda la noche, recogiéndose en un recipiente, lata o balde, con una capacidad siempre superior a los doce litros que se estima es la cantidad media y máxima que da una palma por día.

Se ha comprobado, además, que esta forma de extracción de la savia o guarapo y en los periodos que los guaraperos conocen, proporciona a las palmeras sobre las que se realiza un mayor vigor y crecimiento respecto a aquellas sobre las que no se practica.

El producto final, la Miel de Palma se obtiene a partir de la cocción del guarapo, y tradicionalmente el fuego que se emplea es de leña de monte o el talajague de la palma (base de la hoja de la palma por la que se une al tronco) junto a otros residuos vegetales de la zona (charascos).  El fuego debe ser lento y mantenerse la misma temperatura constante durante varias horas.  Para saber cuando se ha alcanzado el punto exacto de la formación del producto, los gomeros consideran que la miel está a punto cuando vertiéndola con un cucharón, su último contenido llega a formar un hilo continuo que tiende a retraerse de forma elástica sobre el borde del cucharón, donde se forma una película ancha y homogénea.


La Miel de Palma es un elemento indispensable en la cocina gomera, icono de la misma y una auténtica seña de identidad de la isla colombina, formando parte de su patrimonio cultural, siendo símbolo y patrimonio, paisaje y riqueza, naturaleza y recurso de los gomeros y de los canarios.

En la actualidad la normativa vigente, que emana del Real Decreto 1049/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba la Norma de calidad relativa a la miel, entendida como la sustancia natural dulce producida por la abeja Apis mellifera a partir del néctar de plantas, que las abejas recolectan, transforman, depositan, deshidratan, almacenan y dejan en colmenas para que madure, limita el uso del termino miel así como la palabra palma, pues pueden crear conflictos de intereses con otros productores y puede provocar confusión en el consumidor.

Es por ello que el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) ha manifestado  al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente su interés y ha expresado igualmente su inquietud para que la Miel de Palma de La Gomera sea protegida mediante una Denominación de Origen.

Se ha solicitado, de igual modo y manera, se realicen las gestiones oportunas con las autoridades europeas al objeto de conseguir una exceptuación en el uso del término miel para designar un producto distinto al definido en la Directiva 2001/110/CE relativa a la miel y del Real Decreto 1049/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba la norma de calidad relativa a la miel.

Por todo ello, considerando el carácter tradicional del término Miel de Palma, todas las administraciones implicadas aunaremos esfuerzos y no escatimaremos los mismos, para que pueda ser comercializada bajo este nombre, lo que permitiría iniciar la tramitación de una Denominación de Origen Protegida que supondría un valor añadido y una regulación del producto, además de un justo reconocimiento a una práctica tradicional que únicamente se mantiene en la Isla de La Gomera.

Canarias. Latitud de vida.


(*) @AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN
Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

martes, 24 de septiembre de 2013

LA SAL MARINA DE CANARIAS: CULTURA VIVA DEL ARCHIPIÉLAGO


Canarias (España), 24 de septiembre de 2013 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres (*)

La sal y su cultivo combinan los cuatro elementos fundamentales de la antigua alquimia para la obtención del oro blanco que es la Sal Marina de Canarias, y basada en la Teoría griega de la Tetrasomía de las modalidades de la materia: el agua, la tierra, el aire y el fuego.

El agua, suministrada por el mar que riega, baña y salpica todas y cada una de nuestras salinas; la tierra representada por el barro y tajo sencillo o compuesto con que se mantienen impermeables las láminas de agua en los cocederos o evaporados; el aire que sopla en forma de vientos suaves, cálidos, templados, moderados o no y el fuego que emana del sol y que al evaporar el agua hace cristalizar a los 25º ese tesoro níveo que es la sal.

En las Islas Canarias se sabe que los aborígenes ya recolectaban la sal de las charcas, cultivando la misma y salando con ella la carne y el pescado. Con el paso de los siglos y gracias a los primeros gaditanos y portugueses que arribaron a nuestras costas, se inicia la construcción de salinas tal y como las conocemos hoy en día para obtener este producto de gran valor como conservante y en la alimentación.

El Archipiélago llegó a contar en sus mejores tiempos con cerca de 60 salinas repartidas por la casi totalidad de las Islas, de las que hoy en día solamente se mantienen en activo nueve de ellas, que afortunada y acertadamente se encuentran protegidas, bien sea por su interés arquitectónico siendo declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) o por su interés natural como Espacio Natural al ser per se zonas húmedas de gran relevancia para la avifauna, y constituyen claramente uno de los modelos de intervención humana más ejemplar por su calidad de diseño, adaptación al medio, referente de la historia, valor cultural, respeto a la tradición, aportación al medio ambiente y a la riqueza patrimonial de las Islas Canarias.

Las nueve Salinas que en la actualidad perviven en Canarias son: las Salinas de Fuencaliente en Fuencaliente, La Palma; Salinas de Bufadero en Bañaderos, Arucas, Gran Canaria; Salinas de Bocacangrejo, Salinas de la Florida y Salinas de Arinaga en Agüimes, Gran Canaria; Salinas de Tenefé en Santa Lucía, Gran Canaria; Salinas del Carmen en Antigua, Fuerteventura; Salinas de los Agujeros en Teguise, Lanzarote y Salinas de Janubio en Yaiza, Lanzarote.

Estas salinas canarias son peculiares, características, especiales, singulares y diferentes por su diversidad tipológica al ser intensivas (no extensivas como las continentales) y presentar cuatro tipos diferentes con sus propios invariantes  constructivos como son las Salinas primitivas sobre roca de trazado circular propias de Gran Canaria; Salinas antiguas de mortero de cal presentes en El Hierro y La Palma, con tajo de pequeño tamaño; Salinas antiguas de barro y tajo sencillo, que aparecen en Lanzarote, Tenerife y Gran Canaria  y por último las Salinas nuevas de barro con forro de piedra y tajo compuesto, invención genuina de Lanzarote y exportada con posterioridad a Fuerteventura, Tenerife y La Palma.

Y los productos que se obtienen de ellas, oro cristalino y blanco de nuestras Islas y que los hacen únicos son la Flor de Sal, la Sal gruesa de grano fino, la Sal gruesa molida, la Sal gruesa, la Sal fina, la Salmuera o sal líquida y las Sales especiales a las que se agregan diversas sustancias ya sean de carácter vegetal, mineral o proteico.

Canarias. Latitud de vida.

(*)
@AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN

Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

martes, 27 de agosto de 2013

LA PASIÓN Y EL QUESO EN CANARIAS

“Besos de mujer canaria, queso tierno y recental, vino caliente de abajo, el gofio moreno oliendo. ¡Qué más puedo desear!” Sombras del Nublo.

Las Palmas de GC (Canarias), 27 de agosto de 2013 / Artículo de Opinión /Alfonso J. López Torres (*)

Néstor Álamo Hernández compuso la canción Sombras del Nublo cuando transcurría el año 1936 con armonización del músico catalán afincado en Gran Canaria, Agustín Conch. Como no podía ser de otra manera en alguien nacido en Guía, Gran Canaria, esta canción que a día de hoy es el Himno Oficial de la Isla de nombre amazigh de Tamaran, hace referencia al queso de esta tierra, tierno y recental.

La industria quesera de Canarias y el apoyo decidido y firme a la tradición productora de queso del Archipiélago es un ejemplo claro y rotundo de lo que debe ser el impulso de la actividad agraria, ganadera y pesquera de nuestras Islas. Unas islas que por su orientación, altitud y topografías dan origen a diversos microclimas  que favorecen una flora única y una gran variedad de plantas que confieren particularidades únicas a los quesos que en ellas se elaboran con matices de olores y sabores exclusivos..

La magnífica cabaña ganadera, constituida por razas autóctonas, principalmente de ganado caprino y ovino,  garantizan la producción de quesos de calidad, verdaderos tesoros gastronómicos de  nuestra tierra. Tres razas de cabra (Majorera, Palmera y Tinerfeña), una de oveja de la raza Canaria y la raza de vaca Canaria con su excepcional calidad de leche así lo permiten.

Y nuestra gente. Una buena tierra, siempre además de buenos productos dará buena gente. Ganaderos, pastores y queseros que con su trabajo y sacrificio hacen posible estas joyas. Ganaderos, pastores y queseros que con pasión, con esa emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo hacen y consiguen que esas piezas de valor incalculable vean la luz cada día.

Una tierra la nuestra donde, aún pareciendo increíble, hay aún técnicas pastoriles aborígenes de trashumancia de costa a cumbre de nuestras islas, que hacen pastar los rebaños en épocas invernales en zonas bajas, ascendiendo en verano y otoño  a los pastizales de zonas de montaña para regresar a los corrales de medianía baja en la época de paridera del ganado y de esta forma buscar el mejor pasto para sus animales en cada una y todas de las épocas del año.

Y ese esfuerzo, esa pasión por la tierra y el amor a sus animales, es el que se transmite a la leche, oro líquido blanco que con la aplicación de las tecnologías más innovadoras, en armonía con las técnicas y la sabiduría de nuestros queseros, hace que el queso canario sea una de las joyas y de los productos más emblemáticos de la gastronomía del Archipiélago, permitiendo que en cada una de nuestras islas se desarrolle un tipo de queso personal y único en el mundo.

Canarias. Latitud de vida.

@AlfonsoJLT
Secretario Federal CCN
Director Instituto Canario Calidad Agroalimentaria (ICCA)

miércoles, 19 de junio de 2013

LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN EN CANARIAS

Tenerife (Canarias), 19 de junio de 2013 / Artículo de Opinión / Alfonso J. López Torres

La identidad de un pueblo son todos aquellos elementos objetivos que permiten identificarle y caracterizarle como tal, a la vez que diferenciarlo de los demás; por otra parte, la cultura de un pueblo son los distintos elementos que lo conforman subjetivamente como las creencias, el arte, la moral, las costumbres y los conocimientos. El conjunto de ambos es la identidad cultural de ese pueblo.

Partiendo de esta premisa podemos fácilmente entender que un elemento de gran importancia en la identidad cultural del pueblo canario es nuestra gastronomía, una gastronomía enriquecida por las influencias que en esta tierra han sido: la herencia amazigh prehispánica, la influencia castellana proveniente de la conquista, la influencia de América por los viajes entre Canarias y dicho continente, y la última, más reciente y variada como es la influencia de emigrantes provenientes de otros países, latitudes o continentes.

Y si algo destaca en el patrimonio cultural gastronómico de Canarias son sus quesos, sus vinos, sus plátanos, sus papas, su gofio, su miel y su ron miel. Pues bien: todos estos elementos son los que a día de hoy están acogidos a figuras de calidad diferenciada, productos protegidos por una normativa europea que garantiza el cumplimiento de unos requisitos superiores a los exigidos para el resto de productos, sean estas figuras las catalogadas como Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), las que lo están como Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), o las que lo hacen  como Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG) o bien por otros instrumentos como puede ser la producción ecológica..

En Canarias gracias a las influencias culturales anteriormente citadas, a las singularidades geográficas específicas de nuestro Archipiélago y la  fragmentación del territorio, a nuestra biodiversidad, ala preservación de los recursos naturales junto a la aplicación de normas exigentes y sobre todo gracias a la labor impagable de nuestros agricultores y ganaderos tenemos un amplio abanico de productos acogidos a estas figuras de calidad.

Denominaciones de Origen Protegidas de quesos elaborados mediante procesos tradicionales y de una cabaña ganadera de razas autóctonas son la de Flor de Guía o Queso de Media Flor de Guía o Queso de Guía, la de Queso Majorero y la de Queso Palmero; de vinos con variedades de vid propias cultivadas al amparo de suelos volcánicos son Abona, Tacoronte - Acentejo, Valle de Güimar, Valle de La Orotava e Ycoden - Daute - Isora en la Isla de Tenerife, DOP Gran Canaria, La Palma, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y la más reciente y genérica con mención tradicional de Vino de Calidad de las Islas Canarias; el plátano especie Musa acuminata coya (AAA) variedad Cavendish amparado bajo la Indicación Geográfica Protegida “Plátano de Canarias”; las papas procedentes de las variedades conocidas en nuestra tierra como antiguas, locales, tradicionales, de color y amparadas  bajo la DOP "Papas Antiguas de Canarias"; el gofio resultante de la molturación de cereales tostados con o sin adición de sal marina con su IGP "Gofio Canario"; la miel producida por las abejas melíferas en la isla de Tenerife de la DOP "Miel de Tenerife" y por último el ron miel, variedad de ron elaborado a partir de aguardiente de caña o melaza acogido a la Indicación Geográfica "Ronmiel de Canarias". 

Sabores ligeros, frescos, sencillos, elaborados, recios o contundentes, como los productos de nuestra tierra canaria, pero siempre acogedores como sus gentes, y que tan buenos momentos conceden al paladar, al disfrute y al goce de los sentidos. Calidad y latitud de vida. Qué más.