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jueves, 26 de marzo de 2015

UNA DELEGACIÓN CANARIA VERIFICA LA CONTINUA VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS POR PARTE DEL GOBIERNO DE MARRUECOS A LA COMUNIDAD SAHARAUI.


Lanzarote (Canarias), 26 de marzo de 2015 / Informe del Sáhara ocupado / Gabinete de Prensa.
Miembros de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui se desplazaron durante los días 13, 14 y 15 de Marzo hasta El Aaiun, en los territorios ocupados por el Gobierno de Marruecos en el Sáhara Occidental.  La delegación majorera comprobó de primera mano la represión, persecución y humillación constante que sufre la población Saharaui por parte de las autoridades marroquíes.
Este viaje constituye una de las visitas periódicas organizadas por diferentes colectivos con el fin de certificar la dura represión a la que es sometida la población Saharaui por el gobierno  de Marruecos, y el reiterado incumplimiento de las leyes internacionales; y se realiza en un momento de especial importancia dado que el próximo 31 de Abril tendrá lugar la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se decidirá si se prolongan las competencias de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para la celebración del Referéndum en el Sahara Occidental) en materia de Derechos Humanos, a los que Marruecos y otros países se oponen frontalmente.
La visita coincide con la polémica participación del Expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el foro Crans Montana, en la ciudad de Dajla, dentro de los territorios ocupados. La celebración de este foro había sido vetada por la ONU, Unión Africana, Unión Europea, UNESCO y otras instituciones internacionales por celebrarse en un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización. El pasado mes de febrero las autoridades marroquíes habían expulsado de esta ciudad a otra delegación majorera que se disponía a realizar un curso de formación y entrega de material audiovisual a una asociación juvenil, y la realización de un  informe sobre la situación en materia de derechos humanos de la población saharaui de la zona.
Tras ser denegada la entrada a observadores internacionales de todo el mundo durante los últimos ocho meses, la delegación conformada por Mahey Jiménez e Inés Martín, de Fuerteventura,  logró entrar y permanecer en el Aaiún durante todo el fin de semana, junto a una delegación conformada por Parlamentarios y miembros de Asociaciones de Solidaridad con el Pueblo Saharaui de Las Islas Baleares. No obstante, fueron sometidos a exhaustivos registros y a un riguroso interrogatorio antes de permitirles salir del aeropuerto.
Durante toda su estancia en el Aaiun, ambas delegaciones mantuvieron reuniones con representantes de asociaciones  saharauis de diversos ámbitos: asociaciones de mujeres, de discapacitados, de familias de desaparecidos y presos políticos, de  defensa de la Cultura Saharaui, de medios de comunicación, de defensa de los derechos humanos, etc.  Pudieron reunirse también con la madre de Mohamed Lamin Haidala, activista saharaui recientemente fallecido, a los 21 años, por una atención médica deficiente un mes después de recibir una brutal paliza, y cuyo cuerpo fue enterrado por las autoridades marroquíes sin autorización de sus familiares, quienes habían exigido la realización de una autopsia que aclarara las causas de su muerte. Este caso refleja de forma drástica hasta qué punto puede llegar el trato discriminatorio que recibe la población saharaui en materia sanitaria, más aún cuando se trata de activistas o presos políticos.
La delegación majorera denuncia ante la comunidad internacional y ante el Gobierno de España,  como principal responsable sobre este territorio y su población, la impunidad absoluta del Gobierno Marroquí que, violando las leyes internacionales en materia de ocupación del territorio y cometiendo graves delitos en materia de D.D.H.H.,  continúa juzgando en juicios militares y condenando brutalmente, en ocasiones a cadena perpetua, a mujeres y hombres por el mero hecho de manifestarse y tratar de denunciar su complicada situación haciendo uso de una legítima libertad de expresión a todas luces inexistente.
Resalta, además, la permanente persecución y control que sufre el pueblo saharaui, persecución que vivieron en carne propia, puesto que desde la primera reunión hasta subieron al avión de regreso a Canarias fueron constantemente perseguidos y vigilados por la policía secreta marroquí.
Así mismo, manifiesta las inmensas dificultades de esta comunidad para acceder a puestos de trabajo, siendo muchas veces expulsados de los mismos por participar en manifestaciones en pro de los derechos de los saharauis, llegando incluso a retirarles las pensiones condenando a familias enteras a sobrevivir con el sueldo de unos pocos miembros de la familia. Denuncian además las altísimas tasas de paro de jóvenes licenciados y diplomados. Al mismo tiempo Marruecos continúa explotando los riquísimos recursos naturales que posee el Sahara Occidental: la mina de fosfato más grande del mundo, el banco pesquero sahariano, sal, arena, petróleo y gas, principalmente, sin que se revierta una parte de los beneficios en la población saharui.
Por otro lado, los esfuerzos por la “marroquinización” de la cultura saharaui son patentes, sobre todo en las escuelas, donde prohíben hablar el “hasanía”, dialecto propio de los saharauis, mientras han introducido de forma obligatoria el tamazigh, lengua bereber.
Los grupos mediáticos y medios de comunicación creados de forma clandestina por colectivos saharauis tratan, con pocos medios y mucho coraje, de informar al mundo de las atrocidades que sufre su pueblo, arriesgándose a sufrir graves represalias y al requisamiento de su material si son descubiertos.
A pesar de todo, la lucha de la comunidad saharaui insiste en ser pacífica, soportando con una dignidad asombrosa los brutales abusos por parte del gobierno marroquí y la cómplice indiferencia de toda la comunidad internacional y el gobierno de España; abusos e indiferencia que, lejos de amedrenterles, les hace todavía más fuertes.
Tras esta visita el equipo majorero elaborara un Informe de Derechos Humanos que se adjuntará a los ya realizados con anterioridad por entidades y organizaciones de todo el mundo, denunciando la grave situación en la que se encuentra la comunidad saharaui en los territorios ocupados,  y solicitando la urgente solución a un conflicto que se mantiene desde hace más de 40 años, y que pasa por la cerebración de un Referéndum de autodeterminación que culmine el proceso de descolonización de este territorio.